domingo, 2 de noviembre de 2008

12

Visión de Hide.

El viernes por la noche llamé brevemente a Tetsu para ajustar detalles para el día siguiente. Escuchar su voz me hizo sentir emoción por verlo, quise que la noche pasara rápido. Al día siguiente me pasé parte de la tarde, porque desperté pasado el medio día, viendo la televisión, escribiendo cualquier frase que me venía a la mente y escuchando música. A las seis de la tarde hice todo lo necesario para salir lo antes posible de mi casa y llegar al parque a las siete como habíamos quedado. La noche estaba a una temperatura cómoda, así que me puse una camiseta negra sin mangas y una chaqueta también negra, un pantalón de mezclilla y botas. Me coloqué las pulseras, anillos y cadenas de siempre. Salí con tiempo de sobra y me encaminé lentamente hasta el parque.

Llegué a los alrededores donde termina la acera y el suelo comienza a cubrirse de pasto. Vi a Tetsu a lo lejos, estaba sentado bajo el árbol junto al farol y a su lado estaba un chico más alto que el, de cabello castaño y corto, tenía rasgos un tanto gatunos y una sonrisa agradable. Los dos sonreían. Inspiré profundo y me acerqué hasta ellos. Saludé a Tetsu y luego a Ken. El último me saludó con una mueca entre seria y analítica, la sonrisa agradable se había desvanecido. Vestía un saco oscuro y una polera clara, pantalón de mezclilla y botas. Por otro lado, Tetsu vestía con la polera crema descrita en la carta, o al menos supuse que era esa, pantalones también claros y un suéter que combinaba con el resto de su ropa. Ken aún no decía nada, solo me miraba. Eso me puso un poco nervioso pero me convencí de que pronto desaparecería esa sensación. Ambos se levantaron y caminamos hasta el lugar de la tocata que estaba a una cuadra doblando la esquina desde el parque. En el camino Tetsu y yo platicábamos de nuestra pesada semana de exámenes. Ken nos escuchaba atentamente y cuando notó que nuestra plática de estudiantes había terminado, comenzó a hacer preguntas sobre como había conseguido los boletos y la banda que se presentaría.

“No la conozco bien, solo una vez los escuche y me parecieron realmente buenos” le dije a Ken mostrándole los boletos. El los tomó y los miró con una sonrisa ilusionada. “Lo sé, yo los he escuchado un par de veces más y me encantan” Llegamos al lugar y entramos casi de inmediato ya que los boletos eran especiales. El escenario se veía perfectamente desde cualquier lugar. Comencé a emocionarme. Esperamos cerca de media hora. A las ocho con quince minutos las luces se apagaron y los tres corrimos hasta nuestros lugares preferentes frente al escenario. Tetsu estaba entre Ken y yo y otras personas del staff estaban ahí también. Reconocí al hombre que me había regalado los boletos y lo saludé eufóricamente, repitiéndole una y mil veces “Gracias” sin que algún sonido saliera de mis labios.

El concierto estuvo increíble, la gente se arremolinaba detrás de la reja de protección, (detrás de nosotros) gritaban, saltaban y aplaudían al compás de la música. Tetsu saltaba también emocionado a mi lado, parecía que le gustaba de verdad y eso me puso muy feliz. Ken nos acompañaba y coreaba algunas canciones, supuse eran las que tocaban en todas sus tocatas y Ken ya se las sabía. Pasada una hora y media, la banda fue a tomarse un descanso y nosotros aprovechamos para hacer lo mismo.

Te-chan y yo fuimos a beber algo mientras Ken iba al baño. “¿Qué te parece Ken-chan, Hide?” Respondí a su sonrisa con una igual. “Es genial! Ken es genial…” Tetsu amplió su sonrisa, su linda sonrisa. Un momento después Ken volvió. “Esto está de locos! Tan fantásticos como siempre” Su tono y su expresión reflejaban de verdad la emoción que sentía. Me alegró verlo así. “Nee Hide-chan, ¿crees que podríamos conocerlos? Tu tienes contactos aquí, ¿podríamos?” Me miró con los ojos brillantes y por un segundo creí que se lanzaría sobre mi rogándome conocerlos. “Err… no lo sé… supongo que puedo hacer algo” Solté una risita nerviosa y le sonreí. Lo que sospeché antes no tardó en suceder, Ken me abrazó con tanta fuerza que creí que iba a asfixiarme. Después de soltarme se giró hacía Tetsu, quien le sonrió débilmente. Hubo algo en su expresión que no pude descifrar en ese momento. Poco rato después dieron el llamado para que continuara la tocata, la siguiente hora estuvo igual o más que increíble.

Al término de la tocata fui a donde el dueño para pedirle que al menos Ken pudiese entrar a conocer a la banda, este aceptó de inmediato dejándonos pasar a los tres. Conocimos a la banda quienes se portaron sencillos y nada presuntuosos. Cosa que hizo que los admirara aún más. El dueño era un viejo amigo del padre de una de mis ex-novias y desde que lo conocí nos llevamos bien. Él fue quien me había inquietado para tocar la guitarra e incluso me había regalado mi primera guitarra. La cual aún conservaba y aunque ya era vieja, el sonido era perfecto. Ese hombre era como mi segundo padre, solo que más agradable.

Pasada la media noche salimos de ahí y nos dirigimos caminando a paso lento hasta mi casa, las calles estaban tranquilas, Ken y Tetsu ahora sabían en donde vivía. “Pueden venir cuando quieran” les dije con una amplia y sincera sonrisa. Y a pesar de la hora, nos quedamos un rato más platicando de cualquier cosa, le prometí a Tetsu que para la próxima vez que nos viéramos iba a mostrarle mis escritos y dibujos. Cuando estaban por irse, no pude evitarlo y me lancé a los brazos de Te-chan. Lo abracé muy fuerte y susurré un casi inaudible “Gracias” en su oído. No se porque hice eso, solo sentí la creciente necesidad de hacerlo. Parece que a el no le molestó, eso me dio gusto. La próxima vez que lo vea volveré a abrazarlo, fue una cálida sensación. Ojalá esta semana pase rápido. Quisiera ver a ambos el próximo fin de semana. También quiero volver a ver a Ken. Creo que no olvidaré fácilmente esa noche…

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