domingo, 28 de diciembre de 2008

37

Visión de Hyde.

El domingo por la mañana me desperté muy temprano, creo que algo no me había dejado descansar. Tenía a Tetsu a mi lado, giré a mirarlo y sonreí de una manera que me pareció estúpida. Pero así era cuando se trataba de Tetsu… todo en mí se volvía lento y tonto. Era como si pensar en el y aún más verlo, me bloqueara los sentidos volviéndome un animal indefenso que solo seguía órdenes, sus órdenes. Si, a veces los demás pensaban que era un ser malo y sin sentimientos, deberían verme ahora… Me puse de pie y salí al balcón un momento, el clima estaba ligeramente frío pero mi cuerpo no lo sentía. Sin embargo, momentos después el sol estaba en lo más alto del cielo iluminando todo. Volví dentro y me recosté nuevamente al lado de mi pelirrojo. Coloqué mi rostro frente al de él y comencé a acariciar su cabello muy lentamente. Cerré los ojos y solo estuve así, disfrutando de su compañía. Al poco rato, los bonitos y alegres ojos de Tetsu se abrieron y se cruzaron con mi mirada, le sonreí, ahora era una sonrisa solo para él. Sin esperármelo me besó, lo que solo provocó un leve sonrojo y también lo besé en respuesta. “Que linda forma de dar los buenos días”

Solo segundos después golpearon la puerta y rápidamente me puse de pie y salí de la habitación, bajé las escaleras y abrí la puerta. Era mi madre, al parecer había llegado muy temprano. “Okaeri…” Susurré cuando entraba en la casa pero sin siquiera mirarme entró en esta, solo pude imitarla, la ignore, cerré la puerta y volví arriba. Cerré la puerta de la habitación y me moví apresuradamente dentro de esta. “Tenemos que vestirnos~” Alcancé a decir y tomé la ropa que llevaba el día anterior mientras Tetsu entraba en el baño. Pronto terminé de vestirme y me quedé en silencio a un lado de la puerta. Esa tarde tendría que ver a esa niña mimada y ya no podría ver a Tetsu, tal vez hasta el próximo fin de semana, eso me ponía de muy mal humor. Inmerso en mis pensamientos hasta que la puerta del baño se abrió y Tetsu salió de este. Sin pensármelo dos veces casi me tiro sobre él, tomándolo de la muñeca lo pegué contra la pared y lo besé como jamás había besado a nadie. Como si de eso dependieran los últimos segundos de mi vida. Cuando ambos nos quedamos sin aliento me separé de él muy a mi pesar. “Probablemente este será el último del día” Dije con tristeza mirándole a los ojos. Me negaba a tener que separarme de el…

Cuando estuvimos listos bajamos las escaleras, yo iba delante de Tetsu y entramos en la cocina, era hora de presentar a Tetsu con mi madre. Nos encontramos con ella de frente “Oh, buenos días, tu eres Tetsuya no?” Preguntó mi madre con una sonrisa. Tres segundos y Tetsu no respondía, volteé a verlo y vi que tenía la mirada ida, suavemente le pegué un codazo para que respondiera. Luego me reí ante su reacción y nos sentamos a la mesa. Mi madre se ofreció a prepararnos el desayuno. Cuando estuvimos sentados la primera vez que se retiró a la cocina tomé la mano de Tetsu por debajo de la mesa y jugaba con sus dedos haciéndole sonrojar. La segunda vez que mi madre se desapareció él me abrazó y por poco lo beso si no fuera porque escuchamos que mi madre volvía, solo nos miramos y nos reímos para disimular. Diciendo alguna tontería para tapar el verdadero motivo de nuestro nerviosismo.

Comenzamos a comer y comenzó la plática. Solo escuchaba que mi madre hablaba cosas que ya me sabía de memoria. Siempre salía con sus amigas y después se iban a algún bar a beber. Y como siempre no sabría si regresaría esa noche, como si no supiera ya que se va con el primer hombre que le invita un trago, pero eso solo lo pensé. Tal vez notó que como todas las mañanas, solo asentía en automático para que pensara que la escuchaba. Así que comenzó a hablar con Tetsu. “Por mi no hay problema si él quiere salir en bicicleta o jugar a la pelota. Yo lo acompañaré donde sea, señora Takarai” Dijo Te-chan con una sonrisa que incluso me compraba a mi. Desde el principio no dudé que Tetsu fuera a caerle bien a mi mamá. Ese niño tenía un encanto natural, si lo sabré yo. “Ves?… Para que quiero una novia cuando tengo a Tetsu ne?” Miré al aludido con una sonrisa traviesa mientras mi madre solo se reía ante la “broma” aunque yo sabía que en realidad ese comentario le había molestado. Poco después terminamos de desayunar y ambos nos despedimos de Tetsu. Lo llevé hasta la puerta y aproveché para abrazarlo. “No dejes de pensar en mi” Alcancé a escuchar cerca de mi oído antes de separarnos. “Ni un segundo” Contesté sonriendo apenas. No quería que se fuera. Lo vi alejarse hasta que desapareció en la esquina de la calle y suspiré hondo.

Entré en la casa, subí directamente a mi habitación y me metí a la ducha. Una hora después, más de lo debido, salí del baño y comencé a arreglarme. Cuando estuve listo miré el reloj, marcaba cuarto para las dos. “No quiero verla…” Pensé recostado en mi cama mirando al techo. Pero había quedado con ella en quince minutos así que a los pocos segundos volví a ponerme de pie y bajé las escaleras. Miré a mi madre, quien tenía una mirada llena de preguntas y precauciones. Su rostro reflejaba algo de preocupación… o algo parecido. “Me voy” Le dije, ignorando todas las dudas que tenía y sin más salí de la casa.

Caminando con pesadez llegué hasta el punto de encuentro y Mizuki ya se encontraba ahí. La vi a lo lejos y tenía una pequeña cajita con un moño en las manos, antes de llegar a donde pudiera verme me escondí en un callejón y la miré desde ahí. “Demonios si eso es para mi voy a sentirme mal…” Pensé y me quedé dentro del callejón mirando de un lado a otro. “No quiero gastar mi dinero en ella, con este dinero puedo comprarle algo a Te-chan” Decidí que haría lo posible por no sentirme mal y salí a su encuentro. Al parecer se puso muy alegre cuando me vio porque se puso de pie y casi me tira al piso. “Hide-chan! esto es para ti!!” Me gritó emocionada y tomé la cajita que ya antes había visto. “Arigato Mizuki” Dije sin ganas y con una sonrisa falsa. Pero ella pareció no notarlo, se colgó de mi brazo y comenzamos a caminar cuesta arriba. Comenzó a hablarme de muchas cosas, había hecho esto y lo otro en la semana, sus vacaciones estaban cerca, su madre había hecho un pastel y ella le había ayudado, ahora sabía hacer pasteles… Continuó hablando mientras yo solo tenía una cosa en la cabeza, o más bien una persona. Tetsu.

Fuimos a la heladería y vi el momento para enmendar mi error. Le compré un gran helado y eso pareció ponerla feliz. En parte me alegré de ello, ahora podía estar en paz con lo que me quedaba de alma. Comimos el helado en el camino, continuábamos hasta perdernos entre las calles. “A donde me llevas Mizuki?” Las calles se hacían cada vez más angostas y oscuras, y cada vez subíamos más. “Es un lugar que conocí hace poco Hide-chan” Su voz sonó un tanto peligrosa y eso me provocó un escalofrío pero sin preguntar más la seguí, o más bien me dejé llevar porque se colgaba de mi brazo y me iba jalando todo el camino. Pronto llegamos a una calle sin salida, desde unas calles abajo el lugar estaba completamente deshabitado, o eso parecía. Nos topamos con la pared. “Mizuki-chan esto no tiene salida, mejor volvemos…” Me di la vuelta para encontrarme con su mirada, sus grandes orbes café claro estaban fijas en mí. Dio un paso hacía mí y yo uno hacía atrás. “M-Mizuki? Que pasa?” Comencé a ponerme nervioso, su mirada ya no era tierna, era una mirada psicópata, hambrienta… Y cuando me di cuenta mi espalda estaba contra la pared y el cuerpo de la chica me apresaba contra esta, intentaba besarme y aunque sabía que yo era bajo de estatura, para mi buena suerte ella lo era más. La tomé de los hombros y la alejé de mí sin mucho trabajo. “Que estás haciendo??” Le pregunté tranquilamente como si no me hubiese afectado. Solo se quedó callada y con la mirada baja. Suspiré y encontré el momento perfecto para contarle lo que sucedía. Le pedí que se sentara en una de las cajas que estaban ahí e hice lo mismo sentándome frente a ella. Le conté sobre Tetsu y lo enamorado que estaba de él. A decir verdad yo mismo me sorprendí de lo que estaba diciendo sobre él. Era como si yo mismo pudiera vernos desde arriba ajeno a la situación y escucharme así me hizo darme cuenta de lo que en realidad me agobiaba tanto con Tetsu. Mizuki solo me miraba, prestándome toda su atención. Al final del relato sus ojos brillaban de una manera que me pareció aún más psicópata. “Que romántico Hide-chan” Lanzó un suspiro soñador y sin quererlo solté una risita nerviosa.

Antes de irnos le pedí que no hablara de eso con su madre y mucho menos con la mia, me prometió guardar el secreto y después de nuestra plática volvimos cuesta abajo, la llevé de la mano tranquilamente, supe que me había comprendido y de una manera retorcida parecía que le gustaba lo que acababa de contarle. La llevé a su casa y le besé en la mejilla lo cual la hizo sonrojar y poner una expresión terroríficamente tierna, la despedí y me encaminé a casa. Los faroles se iban encendiendo mientras la noche caía sobre la ciudad. Llegué a la calle en donde vivía y caminé hasta mi casa, miré la fachada que estaba en completa oscuridad. Se había largado otra vez pero que más daba, una noche más una noche menos. “Entre menos mejor” Pensé y entré a mi casa. Ya en mi habitación saqué el móvil para enviarle un mensaje a Te-chan, para mi sorpresa ya tenía uno de él. Le envié uno tambien. “Estoy en casa amor. Te extraño. Te quiero también. Besos y buenas noches. Hyde.” Me saqué la ropa y me puse ropa para dormir. Me metí a la cama colocando la cajita de Mizuki en la mesita de noche y no supe más.

lunes, 22 de diciembre de 2008

36

Visión de Tetsu.
Domingo.

Desperté sintiéndome un dormilón.
Cuando abrí los ojos, me topé con los lindos ojos de hyde mirándome, sus manos acariciaban mi cabello tranquilamente. La última vez que habíamos dormido juntos, también había sucedido así.
¿Es que acaso siempre iba a ser de la misma manera? ¿Acaso hyde pensará que soy un flojo?
Me prometí a mi mismo despertar primero la próxima vez. ... porque habría una próxima vez, no?
Como sea, lo primero que hice fue besarlo sin siquiera dejarle decir "buenos días". Al parecer, se sintió complacido puesto que me sonrió.
Que bien se sentía despertar junto a él, hace tiempo que quería volver a estar así...pero no duró mucho.
Tocaron a la puerta. Hyde se levantó como un rayo y bajó las escaleras.
Confundido, me levanté de la cama y traté de desperezarme un poco. Aproveché de mirar por la ventana, hacía un excelente día. Raro para una época como está. Un excelente día para que hyde saliera con la chica aquella...los celos me carcomían por dentro.

La puerta se abrió y hyde apareció un poco...agitado?.
"es mi mamá, llegó temprano hoy", fue lo único que dijo mientras buscaba ropa y me decía "tenemos que vestirnos~".
Hyde me había prestado algo de ropa para dormir, así que tuve que hacerle caso sin hablar mucho.
Bien, me había puesto nervioso. Fui al baño, me arreglé el cabello lo mejor que pude para parecer presentable. Quería dar una buena impresión, ya que solo podía presentarme como un amigo.
"mientras esa chica puede presentarse como lo que quiera...ahh que rabia!" Estiré mi ropa y salí al encuentro de Doiha-chan, esperaba pacientemente por mi a un lado de la puerta. Pero antes que pudiera yo salir, me agarró de la muñeca y atrapó mis labios con los suyos.
Cielos!, nunca antes me había besado de esa manera, casi quitándome el aliento.
"probablemente este será el último del día" dijo al final con tristeza acariciándome la mejilla.
Creo que me sentí un poco triste de que ya hubiera terminado nuestro momento a solas. Luego tendría que irme y volver a extrañarlo. Como siempre, como odiaba tener que irme.

Bajé las escaleras un poco nervioso, hyde iba adelante mío. Cuando por fin alcancé a asomarme, tuve que contenerme para no abrir la boca por la sorpresa.
La madre de hyde era hermosa!
Muy juvenil, usaba un vestido de un color rojo casi anaranjado, y un chaleco encima. Tenía el cabello lacio, de un color tan oscuro como el de su hijo. Y su rostro...simplemente precioso. Ahora sabía de donde hyde había sacado su encanto, jaja. Sus ojos negros y profundos se posaron en mi y me dedicó una hermosa sonrisa. “oh, buenos días, tu eres tetsuya no?”
Hyde tuvo que pegarme un codazo para que reaccionara. “llámeme tetsu…mucho gusto”. Me costaba hablar, estaba muy nervioso y la belleza de esa mujer me…intimidaba? De seguro hyde cuando creciera tendría ese mismo poder de…seducción? No lo sé. Pero ella lo hacia de forma natural. De todos modos me agradó mucho su madre, y creo que también le caía bien. Se ofreció en hacernos el desayuno a lo que aceptamos gustosos. Cada vez que ella iba a la cocina aprovechábamos con hyde de abrazarnos y tomarnos la mano debajo de la mesa, algo muy extremo por cierto. Y cada vez que su mamá volvía procedíamos a mirarnos con complicidad y hacer un comentario totalmente estúpido para no delatar el porqué estábamos tan sonrojados. Pero creo que ella no notó nada. Mientras comíamos comenzó a hablar con hyde acerca de lo que haría en la tarde, hyde respondía sin ganas. Incluso su mamá me preguntó mi opinión en cierto momento. “yo creo que…es bueno que hyde-chan salga…” hyde me miró con reproche, pero seguí hablando, “por mi no hay problema si el quiere salir en bicicleta o jugar a la pelota. Yo lo acompañaré donde sea, señora takarai”. Ella agradeció mi preocupación por su hijo y yo sonreí. Me hubiese gustado dejar en claro que no iba a dejarlo, jamás. Y que no me gustaba que hyde saliera con chicas porque yo lo quería para mi. Pero no podía decir eso!
Seguí comiendo. Sentí que la leche que tome no se hizo nada en mi boca. Como que el tiempo pasó volando mientras estábamos sentados en esa mesa redonda.
Y no me di cuenta cuando ya me estaba despidiendo. No era ni pasado el mediodía, pero Hyde tenía que ir a ver a la chica, era un compromiso. “vuelve cuando quieras!” me dijo su madre antes de despedirme con un sonoro beso en la mejilla mientras hyde me guiaba a la puerta, parecía un poco molesto. Tenía tantas ganas de quedarme con él…alcancé a abrazarlo unos segundos cuando ya estábamos en la calle, lo único que podía hacer. “no dejes de pensar en mi” le dije, una frase completamente posesiva y …suplicante. Como si sintiera que podrían arrebatarme a hyde en cualquier momento. Y por un momento me sentí culpable, porque hyde a lo mejor estaría mejor con cualquiera menos conmigo, yo no tenía porque decirle esas cosas.
Aún así sentí que esa despedida me dolía. Como todas. Pero prometí volver a verlo pronto. Luego vendría con Ayana y todo sería más fácil…¿no?.
Me alejé por la vereda caminando a paso lento. Al llegar a mi casa, Ken me estaba esperando.
Hace tiempo no le veía por lo que me puso muy feliz su visita. “ya me tenías abandonado…”soltó entre risas mientras me hacía cosquillas. Mi madre reía, si hasta parecíamos hermanos!. Ken no es precisamente un modelo a seguir pero, de alguna manera, me gustaría ser como el cuando mayor. Me animó y me tranquilizó, y me invitó a tomar un helado.
Pasamos la tarde cerca de la plaza haciendo proyectos, como formar una banda. Si, soñar no cuesta nada, pensábamos. Era algo que hace meses teníamos en mente, y ahora, técnicamente necesitábamos conocer a alguien que tocara la batería para ponernos a tocar. “pero yukki creo que sabe…si, parece que lo que vi el otro día era una baqueta” comentó Ken rascándose la cabeza. No seguimos hablando porque Ayana apareció de repente y se sentó con nosotros.
“pero que chica más tierna!”Comentaba Ken luego cuando ya volvíamos a casa. La pasamos mucho mejor ahora con Ayana. Ella no hizo ningún comentario indiscreto, ni ponía mala cara cuando hablábamos de “cosas de hombres”. Es más, siempre estaba sonriente. Eso me hizo recordar las veces que salimos Kaori, Ken y yo. Era horrible. Ella siempre ignoraba a ken, él le hacía bromas pesadas. Los dos se odiaban a muerte y los paseos terminaban siempre mal. Pero Ayana era distinta. No sé como es amiga de Kaori, y según lo que nos contó, ya no se juntaba tanto con ella, lo que me alegró. No quería que se convirtiera en alguien como ella. Y también me hizo sentir mal que Ayana quisiera ayudarme con hyde. Prometí ir de compras con ella el próximo domingo y se fue feliz.
Esa semana también nos juntaríamos con hyde y daríamos marcha a nuestro plan.
Me despedí de Ken muy a nuestro pesar y entre a mi casa. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje de texto a Hyde. Si, algo completamente estúpido sabiendo que quizás…aún estaría con esa chica, pero no me importó. Si ella leía el mensaje me importaba un rábano.
Solo era una frase, no más que eso. “te quiero Doiha-chan”.
Y tampoco pude evitar sentirme mal, de nuevo. Porque no se lo decía yo mismo cara a cara.
Cielos! Realmente me sentí muy estúpido este día.

domingo, 14 de diciembre de 2008

35

Visión de Hyde.

Los rayos del sol que entraban por la ventana me despertaron justo a tiempo. Horas antes el despertador del celular había sonado insistente pero le hice caso omiso y seguí durmiendo hasta que supuse era demasiado tarde. El silencio en toda la casa había ayudado a que perdiera toda mi mañana dormido. Vi el reloj y ya pasaba de medio día, todavía tardé un poco en desperezarme y levantarme de la cama, entré al baño y comencé a arreglarme para ver a Tetsu. Una hora después bajé al comedor y en el centro de la mesa había una nota de mi madre junto a una caja de comida congelada. Puse ambas en el bote de la basura y comencé a limpiar un poco. Rápidamente salí a la tienda y compré cosas para cocinar algo rico para Tetsu.

Llegó más o menos media hora después, todo hubiera quedado mejor si no me hubiese quedado dormido. Aún así me dio tiempo de cocinar y hacer que la casa no se viera tan desordenada. Cuando escuché el timbre extrañamente me puse algo nervioso, abrí la puerta y al verlo solo pude sonreír. Se veía demasiado lindo, simplemente con verlo me sentí tan feliz. Él tiene algo que me encanta y me vuelve loco, al ser tan diferentes es como si me complementara. Aunque suene absurdo, incluso el que tengamos diferentes gustos en los colores que usamos, eso me hace sentir completo… Supongo que es normal… Lo llevé al sillón y sin pensármelo dos segundos lo besé. Lo besé como si no fuese a verlo de nuevo, lo necesitaba tanto…

Estuvimos largo rato besándonos, sintiendo nuestros cuerpos estremecerse por cada caricia. Mis manos se deslizaban por su espalda… no quería soltarlo… “Te extrañé” Susurramos al mismo tiempo y nos reímos, separándonos. Ambos sonrojados. Entonces sentí en mi pantalón la pequeña cajita que había estado guardando para mi Te-chan. Le pedí que cerrara los ojos sentándome frente a frente con él. Dijo que le gustaba mirarme, su expresión y la forma en que lo había dicho me hicieron sonrojarme y al final accedió. Lo miré durante unos segundos embelezado, me parecía demasiado bello para ser real. Rocé apenas su mejilla con mi mano y lo besé tranquilamente sin poder contenerme, mientras lo besaba abrí la cajita y saqué el collar. Rodeé con mis manos su cuello acomodando el pequeño obsequio plateado. Dejé de besarlo acercándome por sobre su hombro para abrocharlo y cuando lo hube puesto me separé de el. “La última vez no tuve tiempo de entregártela…espero que te guste” Le dije sonriendo ampliamente. Su sonrisa se ensanchó también y se iluminó su rostro. Le había gustado y eso me había hecho muy feliz. Nos besamos una vez más y dijo que también tenía algo para mí. Me sorprendí un poco, no esperaba nada pero me puse ansioso. Me tomó la mano y deslizó un hermoso anillo con una piedra negra. Abrí la boca para decir algo pero no pude decir nada. Estaba sorprendido, era perfecto. Lo toque una y otra vez. Miraba mi mano y luego a Tetsu. No podía controlar como me sentía en ese momento. Me lancé sobre el tirándolo sobre el sillón y lo besé nuevamente repetidas veces hasta que sentí que me faltaba el aire y me separé de él completamente sonrojado, suspiré y Tetsu rió.

Lo invité a comer, se sorprendió un poco cuando le dije que había cocinado para él. Creo que al principio no lo creyó. Pero después dijo que cocinaba muy bien. Claro eso ya lo sabía jajaja. Después de comer subimos a mi habitación a estudiar álgebra. Yo quería hacer tantas cosas, pero estudiar álgebra no era una de las principales, aún así obedecí a Tetsu.

De todas formas me distraía con cualquier pensamiento que se me cruzara en la mente. Era como que tenía millones de cosas en la cabeza, menos binomios al cubo. Había dibujado inconscientemente garabatos en el cuaderno, de todo, menos números. Si hacía un esfuerzo podría concentrarme, pero entonces miraba a Tetsu y me daban ganas de besarlo. Hasta cierto punto era cómico, porque lo atacaba cada tanto mientras él me hablaba de X y Y… De repente me vino a la mente que el día siguiente tendría que ver a Mizuki y me queje dejándome caer sobre el cuaderno lleno de garabatos. No tenía ganas de verla después de estar con Tetsu, un día tan perfecto iba a ser arruinado por una tarde aburrida con esa chica. Pero bueno, no tenía que juzgar antes de tiempo… Estaba pensando en eso, sin mirar siquiera el ejercicio que me había puesto Te-chan cuando él habló. “¿Sabes? Ayana me dijo que podría hacerse pasar por tu novia para que tu mamá te dejara tranquilo” Me levanté rápidamente, eso no se me había ocurrido. Que otra chica se hiciera pasar por mi novia. Me explicó el plan que él y Ayana habían hecho. Asentí y estuve de acuerdo con todo aunque no me gustara del todo “Sería mucho mejor si mi madre aceptara lo que siento…” Mi tono no era triste, era más bien de reproche e irónico a la vez. Me enojaba a veces que mi madre fuera así. Tetsu me abrazó y eso me reconfortó.

Más tarde le pedí a Te-chan que se quedara conmigo. Mi madre no iba a llegar de nuevo esa noche y no quería quedarme solo. Era deprimente estar solo en la casa. No encontraba nada que hacer, y no me quedaba otra opción que hacer mis deberes. Eso hizo reír a Tetsu. Llamó a su casa y lo dejaron quedarse conmigo. Le salté encima y lo besé repetidamente hasta tirarlo en la cama. Su celular volvió a sonar y eso no me gustó al principio. Cuando supe que era Ken me tranquilicé y me quedé a su lado abrazándolo como un niño pequeño. Escuché que Tetsu rió y colgó. Lo abracé y le quité el celular colocándolo en la mesita a un lado de la cama. Me quedé a su lado un buen rato recostado sobre su pecho, escuchando los latidos de tu corazón. “Serás un gran músico Te-chan, incluso tu corazón tiene un buen ritmo jaja” Me incorporé y lo besé una vez más.

Nos preparamos para ir a la cama, ya en esta, nos cubrimos bien con las sábanas. El frío del invierno cercano se pronunciaba más por las noches. Lo atraje, abrazándolo a mi lado. Pegándolo a mi cuerpo. Esta noche no sería fría como las anteriores, ahora tenía ese alguien que semanas atrás había vuelto a desear en mi cama, a mi lado… “Buenas noches” Me pidió que lo besara, le dije que no era necesario que lo pidiera y lo besé por última vez en ese día. Pronto nos quedamos profundamente dormidos. Esa noche me pareció eterna… Y así quería que siguiera… Tetsu me brindaba una felicidad inexplicable… Pero la verdad era que no buscaba explicarla. Solo quería vivirla. Me estaba enamorando como un idiota, de eso no había duda alguna…

domingo, 7 de diciembre de 2008

34

Visión de Tetsu.

Era un esplendido día sábado.
Un poco más frío de lo normal, indicando que cada vez estaba más cerca el invierno. Bueno…no tanto, aun faltaban…algunas semanas? Pero faltaban más que para mi cumpleaños. En fin….divago.
Hoy voy a casa de Hyde otra vez.
Termine los deberes en casa y salí prácticamente corriendo.
No avancé dos cuadras y ya estaba cansado, creo que estaba muy acelerado. Pero como aún faltaban algunas horas por sobre la fijada con Hyde, decidí calmarme –cosa que me cuesta demasiado- y caminar fijándome en el paisaje.
Llevaba mi cámara fotográfica y me entretuve capturando con el lente las hojas cayendo, algunos pájaros bañándose en una fuente, el algodón de azúcar dejado caer accidentalmente por un niño. Todas esas fotos tenían en común algo: tenían mucho color.
Me gusta mucho el color de las cosas.

De pronto recordé que no llevaba nada para darle a Hyde y me sentí pésimo. El siempre me cantaba, me leía algo…y yo? que diablos hacía? Por fortuna estaba pasando por una feria, y corrí de puesto en puesto buscando algo que regalarle. Pero no había nada que me agradase. Nada era suficientemente bueno para Hyde.
Al final encontré un anillo con una piedra negra, y en el centro tenía la estrella de David. Me imaginé como se vería en la mano de Hyde, y satisfecho por el resultado, lo compré.
Luego eché a correr de nuevo.

Cuando llegué a casa de Hyde, él estaba solo. Me pregunto porque su mamá sale tanto…a veces pienso que no debería dejar tanto tiempo solo a su hijo. De todos modos no me molestó que no estuviera, así podíamos estar a solas.
Nos sentamos en el sillón de la sala. Ni siquiera nos dimos tiempo de hacer las típicas preguntas de “como te ha ido” cuando ya estábamos besándonos sin dejar siquiera tomar aire. Fue como si los dos nos complementáramos, como si no pudiésemos pasar mucho tiempo separados. Incluso había olvidado lo mucho que me gustaba el sabor de sus labios y lo mucho que me gustaba abrazarlo.

Estuvimos largo rato haciendo nada más que estar juntos, regalándonos caricias el uno al otro, disfrutando de su cercanía. “te extrañé” susurramos al mismo tiempo y nos reímos. Jaja era gracioso que hasta pensáramos lo mismo.
“Tengo una sorpresa para ti”, dijo al tiempo que me pedía que cerrara los ojos. Lo miré confundido por su petición. ¿Qué acaso no sabia lo que me encantaban sus profundos y oscuros ojos? No quería cerrar los míos porque eso significaría dejar de mirarlo. “Pero me gusta mirarte doiha-chan”
Lo último que vi antes de cerrar los ojos fue su rostro levemente sonrojado y una sonrisa complacida en su rostro. Luego sentí como posaba sus labios sobre los míos.

Dejé que me besara hasta que al fin pude reaccionar y calmar un poco el latido acelerado de mi corazón, entonces le correspondí y sentí sus brazos rodear mi cuello…pero de una manera distinta. Sentí como un pequeño y frío objeto se deslizaba hacia mi cuello. Me separé de Hyde para tomar entre mis manos un curioso collar que el había colocado en mi cuello mientras me besaba. Era precioso, tenía una nota musical muy linda.
“la última vez no tuve tiempo de entregártela…espero que te guste”. Estaba sonrojado mientras acariciaba mi mejilla con una mano. Le agradecí llenándolo de besos. De veras que me había encantado!
“yo también te tengo algo!” dije con entusiasmo buscando entre mis bolsillos. Hyde me miró con una ceja levantada, de seguro no se esperaba nada. Tomé su mano entre las mías y deslicé el magnífico anillo en su dedo. Le quedaba perfecto.
Vi como su cara se transformaba en una de sorpresa, y luego se le dibujó una sonrisa de alegría. “Cielos! Esto es genial! Eres el mejor te-chan!” dijo al tiempo que se tocaba una y otra vez la mano y el anillo. Luego se lanzó sobre mi repitiendo “gracias” una y otra vez mientras unía sus labios con los míos. Nuestros cuerpos estaban muy juntos, tanto así que cuando su cuerpo rozaba el mío me hacia suspirar…no tardamos en apartarnos muy sonrojados.

Luego de comer subimos al cuarto de Hyde. Le ayudé a estudiar álgebra, con algunas dificultades. ¡Hyde no se concentra nunca! Pero es un buen alumno y aprende con rapidez. La tarde se pasó divertida.
“no quiero ver a mizuki mañana…” Hyde jugaba con su lápiz, otra vez haciendo cualquier cosa menos resolver el último ejercicio de la tarde. Yo estaba a su lado mirando como su cuaderno estaba lleno de toda clase de garabatos.
Recordé lo que la mamá de Hyde quería para él…y me sentí celoso, de nuevo.
Entonces una idea que me habían dicho antes se me vino a la mente.

Hace unos días, habíamos estado estudiando con Ayana en mi casa, y ella por casualidad, había encontrado la penúltima carta que Hyde me había escrito entre mis cuadernos. Y la leyó pensando que eran apuntes de la clase. ¡Deberían haber visto su cara!. Y la mía…me sonrojé al ver su cara. “oh Tetsu…” fue lo único que dijo.
Pero resultó para mejor. Ayana me dio sus consejos. Me encantó como se tomó todo, ella es una excelente amiga!

“sabes? Ayana me dijo que podría hacerse pasar por tu novia para que tu mamá te dejara tranquilo”.
Hyde me miró sorprendido. “que? como?” y tuve que explicarle todo el plan que teníamos. Al final pareció aceptarlo, después de todo era muy bueno.
“pero estás seguro te-chan?” y asentí porque yo confiaba en ayana, y si esto era lo mejor para Hyde, entonces estaría bien.

Ya era tarde. La mamá de Hyde no llegaría hasta el domingo. “quédate conmigo por favor…” pidió Hyde. No me gusta que esté solo tanto tiempo…así que llamé a mi casa para decir que no volvería a dormir.
Luego Ken me llamó para regañarme. “Quería ir a tu casa hoy a molestarte pero veo que te secuestraron…le daré tarea extra a ese enano”
Sonreí y dejé que Hyde me rodeara con sus brazos y dejara el celular sobre su mesita.

Dormimos como la última vez que yo había estado ahí. Pero fue diferente. Ahora no estábamos nerviosos. Podía tomar libremente la mano de Hyde y entrelazarla con la mía y estar muy cerca de su rostro sin que nuestros latidos se dispararan sin control. Y pude pedirle que me besara al decir “buenas noches” como siempre había querido. Realmente no quería que fuera mañana. Quería seguir durmiendo para siempre junto a él.
Estoy enamorado…mucho…

jueves, 4 de diciembre de 2008

33

Te-chan:

Me encantaría que vinieras a estudiar a mi casa, todo sería más fácil si fuéramos compañeros de curso… Con Ken me va bien, si me deja bastante tarea pero me gusta. La próxima vez que te vea tocaré una canción para ti. ¡Quiero verte ya!
Ayer Mizuki fue a verme al colegio, ella es la chica de la que te hablé. Me llevó el almuerzo, fue extraño. No se como decirle que no me interesa.
Pero tendré que hacerlo pronto. Tampoco quiero hacerla sentir mal…

Pero cambiando de tema.
Me gustaría conocer a Ayana. Si dices que tienen muchas cosas en común, debe ser una chica agradable. Me gusta de alguna manera que ella esté contigo.
No la conozco aún pero no me parece una amenaza. Me gustaría decirle que te cuide, hazlo por mi jajaja. Espero poder conocerla pronto.

Se acerca el fin de semana y parece que veré a Mizuki hasta el domingo. Le diré de una vez como está todo. No se ve que sea una mala chica por eso no quiero que se ilusione.
Tal vez si le cuento como están las cosas, comprenda y como amiga no la rechazaría jeje…
Por eso, espero poder verte el sábado. ¿Estás libre? Te tengo una sorpresa. Olvidé dártela ese día en tu casa, ya sabes por la emoción.

Te llamaré en un rato, aún estoy en clase de literatura. Y me tengo que aprender un poema… No se me dificulta pero aún no decido cuál aprenderme…
Piensa en mi ¿si Te-chan? Y cuando tengas esta carta entre tus manos, llámame enseguida para saber si podré verte el sábado. Escuchar tu voz me hará bien… ya voy a apurarme, creo que decidí cual diré frente a la clase… Uno de los tantos que he escrito, a mis compañeros les gusta como escribo, eso me agrada.
Algunos me han dicho que también les gusta como canto. Eso me desconcierta porque no soy del tipo que se la pasa cantando en el colegio. Pero tal vez alguna vez me escucharon. En fin… ¿sabes algo? La verdad es que solo he cantado para ti…

Ya no se ni como hacer para dejar de pensarte Te-chan, no es que me moleste.
Si no que no me puedo concentrar en nada. Me estoy muriendo por verte, no sabes las veces que he tenido ganas de besarte y abrazarte. Ese día en tu habitación me hiciste revivir de una pesadilla de incertidumbres y dudas.
Y ahora que tengo todo claro, me da coraje no poder estar contigo. Ahora que sé que te quiero a mi lado y no quiero alejarme de ti nunca…
Estos días he estado escribiendo más de lo normal, y todo lo hago pensando en ti. Ven a verme… onegai… te necesito como no tienes una idea…
Necesito de tu calor Te-chan…

“…Conoces completamente
el sabor del pecado
derritiéndose dulcemente en tu boca
como chocolate…”


Te extraña,
Hyde

domingo, 30 de noviembre de 2008

32

Doiha-chan:

Yo también te extraño.
Quisiera hacerte una carta linda y llena de alegría para que la leyeras una y otra vez cuando estés solo y quieras recordarme.
Pero lo siento, no puedo.
Me molesta mucho lo que leí.
Quisiera que no vieras a esas niñas. Quisiera decirle a tu mamá que...
Bueno tu sabes...
Pero no es el mejor momento, lo sabemos.

Te puedo decir algo? verte el viernes me hizo la persona más feliz del mundo. Me encantó escucharte cantar, lo siento tenía que decirlo, tienes una hermosa voz.
Es una de las cosas que me más me gustan de ti.
Y ya te extraño, te necesito...me da tristeza saber que no te veré esta semana...quizás ni la próxima.
Podríamos inventar que tengo que ir a ayudarte a estudiar no crees? Tu mamá quedaría encantado conmigo jaja.
A todo esto, mi mamá quedo fascinada contigo, así que cuando quieras puedes volver.
Ken me dijo que te dejó mucha tarea con la guitarra...como va eso eh? Lo envidio, el va a hacerte clases y yo ni puedo ir a tu casa por todo el trabajo en la escuela, es injusto...!

Acabo de darme cuenta que estoy celoso de todas las personas que se relacionan contigo. ¿Eso es algo malo, o no?
Me preocupa necesitarte tanto. Creo que ya no te podrás librar de mi jaja.

Espero que des lo mejor de ti, si doiha-chan? No dejes que te baje el ánimo por lo que hace tu madre…y trata de despejarte. Quiero que te vaya muy bien en tus exámenes. Luego podremos vernos. Será mucho mejor. Imagínate, no verte me hará extrañarte mucho más de lo que te extraño ahora, y cuando te vea….bueno, probablemente haré lo mismo que hice en mi habitación, jaja. Así que vete preparando!

Estoy aburrido. Me gustaría llamarte por teléfono pero quizás estas estudiando. A lo mejor estas durmiendo y te despertaría con mi llamado.

Sabes algo? Me inscribí en un taller de música en mi escuela. Me quedo los martes después de clases. El profesor es muy simpático, y nos enseña muchas cosas. Esta un poco loco….bueno, casi como todos los artistas. El profesor de artes también está chiflado. Y sabes otra cosa muy graciosa? Ayana también está en ese taller. Y esta semana hemos hablado mucho en los recesos.
Y tenemos muchas cosas en común!
Como que por ejemplo, los dos disfrutamos haciendo enojar a Kaori, jaja. Si la vieras, nos ve con odio cuando pasamos por su lado riéndonos. Me estoy volviendo malo yo no era así, pero es que no puedo evitarlo já!

La paso bien con ella. Es una gran chica. Y muy suspicaz. Si vieras como me miró cuando recibí la carta que me enviaste. No dejó de molestarme todo el día, con esos típicos comentarios molestosos. Aún así no le conté que decía.
Ni de quien era.
Pero sabes una cosa? No creo que tarde en descubrirlo, pero por mientras me haré el desentendido cuando me pregunte.

Te extraño~
Pensé que escribiéndote se me pasaría un poco, pero no. Quiero verte, quiero escuchar tu voz, quiero tomar tu mano, quiero que me abraces, quiero….quiero llenarte de besos y no soltarte.
Será una de las semanas más tristes de mi vida.

Te quiere y extraña muchísimo,
Tetsu.

viernes, 28 de noviembre de 2008

31

Te-chan:

Perdón por tardar en escribirte, desde días antes moría por hacerlo, te extraño mucho… Todo el fin de semana estuve fuera de casa. ¿Sabes? Hay algo que quiero decirte… Mi madre me llevó a casa de una de sus amigas, yo no quería ir.
Tal vez hubiera podido invitarte a mi casa de nuevo y pasarla tan bien como la vez pasada. En realidad sé que nos hubiésemos divertido aún más…
El caso es que mi madre me obligó a que me “arreglara” bien. Creo que las veces que me has visto, te has dado cuenta que no soy mucho de vestir formal.
Cuando llegamos allá, la señora nos recibió muy amable, todo muy bien. Nos invitó té y esas cosas de las que no estoy acostumbrado a ser parte. Pero de todas formas tengo que aguantarlo.
Bueno, después nos invitó a comer, ese tipo de invitaciones no puedo rechazarlas. Pero cuando nos sentamos a la mesa pensé “¿En dónde demonios tiene la comida? Muero de hambre…”
Y entonces se abrió la puerta de la cocina y apareció una chica más o menos de mi edad, fue cuando sospeché que esa visita y que me obligaran a peinarme no era pura casualidad.
Fue la chica quien nos sirvió la comida y tenía una sonrisa muy tonta en la cara, lo siento no puedo evitar decir eso, de verdad en ese momento no tenía ganas ni de mirarla.
Nos presentaron y de mala gana pasé tiempo con ella.
Me enojé mucho, porque no es la primera vez que mi madre me hace esto, me molesta tanto… en serio…
Lo peor no es reprimir los impulsos de salir corriendo de la casa, si no después, cuando me arregla citas con esas niñas. Es absurdo… Como si no pudiera conseguirme eso yo solo…
Tal vez lo hace por miedo a que nunca le he presentado a ninguna novia, ni siquiera lo hice con Megumi. Pero no es necesario. Digo… no voy a casarme con ellas… ¡Diablos tengo 15 años!
Además sus creencias sobre una pareja… son muy diferentes a las mías…
Lo lamento, tenía que descargarme. Además por una extraña y a la vez cursi razón… bueno… sentí que te estaba haciendo daño, pensé en ti... todo el tiempo…

A lo que voy es… quería decirte que tal vez no pueda verte el fin de semana que viene… Ya tenía planes para invitarte a algún lugar. Eso me enoja aún más.
Me muero por verte. Mi madre ignoró mis lloriqueos y no me dejó cancelar la cita que arregló. Quiero verte…
Me voy a morir si no te veo antes que a ella, en serio… Te-chan ahora no creo que sea demasiado pronto. Ahora es necesario… te necesito… No te imaginas lo bien que me hacen sentir tus besos, sentirte cerca. Es una sensación que nadie antes me había brindado con tanta intensidad. Es algo que me llena… Necesito sentirte a mi lado…
En momentos como estos quisiera escapar de mi casa, lejos de sus estúpidas creencias. Probablemente todo sería tan fácil como decirle a mi madre que estoy viendo a alguien más. Pero va a insistir en conocer a ese alguien y no estoy preparado para que lo sepa…
De verdad que te necesito…

Es tarde… toda la semana la tengo abarrotada de exámenes, no es justo. Cuando tenga un momento tranquilo y a solas voy a llamarte. Al menos quiero escuchar tu voz. Te juro que si puedo ir a verte el viernes lo haré. Te extraño mucho…

Frustrado,
Hyde

miércoles, 26 de noviembre de 2008

30

El Día realmente se pasó rápido. Quizás fue el hecho de que estuviera ansioso, realmente nervioso….lo extrañaba mucho y mi mente me hizo desvariar todo el día.
Me puse paranoico. Ordené y limpié mi habitación. Miraba por la ventana del segundo piso cada 5 minutos para saber si Hyde aparecía o no. Me tropecé dos veces con la escalera. Si no fuera torpe de por sí, mi madre hubiese sospechado que algo pasaba conmigo, estaba actuando raro. Estúpidamente raro, como cuando estás enamorado…
Amor…
No sabría decir si era eso lo que sentía a ciencia cierta, pero algo sentía, algo que me hacia sentir de lo mejor.
Lo que más me sorprendía era por quién tenia esos sentimientos.

A la tarde prácticamente me planté al lado de la puerta esperando que tocara. Me senté en el sillón, tocando notas sueltas en el bajo, el cual no había tocado hace semanas por culpa de los exámenes. Mi casa estaba tranquila, ni la radio estaba encendida.

Cuando por fin llegó y abrí la puerta, lo primero que hizo fue abrazarme.
Extrañaba sentir esa calidez, extrañaba sentir el dulce aroma de Hyde.
Y era raro. Porque hace cinco minutos que no dejaba de estar nervioso, y como siempre, al llegar Hyde, me tranquilizaba. Todo volvía a estar en armonía en mi interior, como si su sola presencia me calmara y me volviera a la realidad. Me pregunto como logra reacciones tan contradictorias en mí.

Hyde conoció a mi familia. Mi papá estaba en la oficina aún, así que solo nos encontrábamos mamá y mis dos hermanas. Era gracioso presentarles a Hyde como “un amigo de otra escuela” cuando en verdad…se podría decir que…éramos un poco más que amigos…
Digamos que éramos muy cercanos.
Al principio, pensé que mi mamá interpretaría mi sonrojo de otra forma. Ella es muy suspicaz, y tuve especial miedo con ella. Pero al parecer, estaba tranquila y se mostró muy cordial y amable. Ami también, dijo que Hyde era un chico muy lindo y me pidió un favor de “hermanos” para poder ligar con él. “jaja ya quisieras”, pensé mientras le dedicaba mi mejor sonrisa comprensiva.

Subimos a mi habitación con Hyde. Y de nuevo, como muchas veces, nos encontrábamos a solas.
Antes odiaba un poco esos momentos, porque no sabía que idiotez podía cometer. Porque Hyde me volvía loco, definitivamente…me gustaba mucho. Mucho más que cualquier persona. Ahora anhelaba pasar tiempo con él, lo necesitaba mucho.
Por eso espero que se acercara, y tomé toda la valentía que pude y lo besé.
Lo acerqué a mi totalmente nervioso, porque no sabía como hacerlo, no sabía que reacción iba a tener el. Pero me correspondió. Y sentí sus labios sobre los míos, sus manos sobre mí…pensé que mi corazón estallaría en ese momento. Ninguno de los dos se quería separar, aún cuando la amenaza de que alguien entrara y nos encontrara así, sonrojadas y muy juntos, pero no me importaba. Yo no quería, no quería dejarlo…Hyde me había atrapado, al parecer para siempre.

Hyde había escrito un par de cosas que me quería mostrar. Nos sentamos en el borde de la cama para acomodarnos mejor y lo escuché atento. También le mostré la melodía que escribí para uno de sus poemas. Quería que la cantara, quería escucharla de su propia voz. Él no quería.
Perdí la cuenta de cuantas veces lo besé para convencerlo. Pero lo conseguí. Hyde es muy obstinado.
Y canta maravilloso.

Todo en él es maravilloso. Su dulce rostro, sus labios, su cabello. Su hermosa voz que denota será muy grave al crecer, su forma de ser, su manera de escribir. Su cálida expresión, su aroma, su manera de tomar mi mano. Cuando estoy cerca de Hyde, es como si su aura tranquila me embriagara, e inundara toda la habitación.

No me importaba perder su amistad, si podía tenerlo de esa manera para siempre.

Me encontraba en ese estado de ensoñación, cuando llegó la peor hora. La hora de que Hyde se fuera. Lo abracé y lo besé como si fuera la última vez en mucho tiempo. Pero así me parecía. Luego de todo lo de este día, luego de todo lo que hablamos, porque aclaramos muchas cosas acerca de lo que sentíamos, era obvio que nada iba a volver a ser como antes. No podía simplemente volver a ser como antes.
Y le sonreí al despedirlo, porque a Hyde le gustaba mi sonrisa. Y yo quería que supiera que solo sonreía de esa manera para él. Y le dije que lo extrañaría en cuanto cruzara esa puerta, y así fue. No podía esperar para volver a verlo.
Me sentía un idiota, pero un idiota feliz.
Y esa noche no pude dormir porque mis recuerdos de ese día con Hyde no me dejaron conciliar el sueño…

martes, 25 de noviembre de 2008

29

Visión de Hyde.

El sol estaba cercano a ocultarse, realmente faltaba algo de tiempo pero el cielo ya pintaba esos hermosos colores rojizos que indican cuando el atardecer se acerca. Me colgué la mochila en la espalda y emprendí el camino hacia la casa de Tetsu. Cada paso que daba me ponía más nervioso, el estómago se me revolvía. En una esquina al doblar la calle me topé con una tienda de curiosidades. Para distraerme un poco decidí entrar a ver, sabía que iba un tanto atrasado pero nada perdía con echar un vistazo y despejarme un momento. Además desde tiempo antes quería comprar algo para él. Di una vuelta a la tienda pero nada llamaba mi atención. Llegué al mostrador en donde el tendero me mostraba una sonrisa, correspondí vagamente con el mismo gesto y vi lo que había en la vitrina. Algo muy brillante llamó mi atención, era una cadena con una nota musical muy bonita. No lo dudé más y la compré. Salí de la tienda y eché a correr hasta la casa de Tetsu.

Al llegar fue él quien abrió la puerta, claro estuve dando vueltas junto a esta unos minutos antes de atreverme a tocar, pero cuando por fin lo hice y lo vi de pie junto a la puerta con esa sonrisa, los nervios desaparecieron y lo abracé… lo abracé con todas mis fuerzas… Mi corazón estaba muy acelerado y no era solamente porque hubiese corrido una cuadra entera… Cuando lo solté noté que estaba muy sonrojado y le revolví el cabello con ternura. Me invitó a pasar y conocí a su madre y a sus hermanas. Su padre estaba trabajando. A pesar de que estaba muy callado, todas me parecieron muy agradables. Ahora podía ver de donde Tetsu había salido tan adorable.

Después de estar un momento con su madre, Tetsu y yo subimos a su habitación, fue algo muy extraño. Como si durante todo el día hubiera esperado ese preciso momento, y cuando por fin estuve a solas con él, no supe que hacer. Entró después de mí y miré todo alrededor, inconscientemente distrayéndome. Cuando volví la vista a la puerta, ahí estaba Tetsu apoyado en esta y con la mirada baja. Su cabello cubría sus ojos y lo hacía ver bastante tierno. Me acerqué a donde estaba y busqué su mirada… con manos temblorosas tome su rostro haciéndole levantar la cara. El rojizo en sus mejillas era aún más notable. Nos miramos y le sonreí. “Estas bi…” No pude terminar la frase. Sus manos me rodearon la cintura y pude sentir su cuerpo junto al mío… muy cerca… era imposible que hubiera espacio para alguien más… Sus labios atraparon los míos. Mi respiración se detuvo… sí, recordaba su “amenaza” en la carta, pero de verdad me tomó por sorpresa. Poco a poco mi cuerpo se relajó colocando mis manos sobre su pecho. Ambos nos dejamos llevar. Fue en muchísimos aspectos el mejor beso de mi vida. Además no había sido como otros anteriores, mi estómago organizaba una batalla campal mientras lo besaba… Todo en mi interior se movió de lugar, eran muchas cosas que se movían al mismo tiempo… Así lo sentí… Tetsu de verdad que me encantaba y ahora podía decirlo sin dudar de nada.

Cuando el aire en mis pulmones era escaso me separé de él recuperando todo el aire perdido, no en vano, en un profundo suspiro. Los dos estábamos pegados a la puerta, Tetsu con la espalda pegada a ésta y yo pegado a Tetsu. Lo miré a los ojos, podía sentir ese brillo en los míos, ese mismo que podía ver en los de él. Mis manos estaban firmemente empuñadas en la solapa de su chaleco. “Wow…” Ok, tal vez no fue la primera reacción que él hubiera esperado pero no pude decir más, me había dejado completamente sin aliento. Nos miramos por largo rato hasta que le solté la ropa y se la acomodé de una forma casi cómica. “Mataría por venir a verte más seguido…” Ambos nos reímos.

Después de que pasó la tensión un poco, nos sentamos en la cama de Te-chan, quería que le leyera los poemas que le había escrito y eso hice. Me mostró la melodía que había compuesto de verdad que me encantó. Pero cuando me pidió que cantara, no quería hacerlo, me daba mucha vergüenza. Aunque esos gestos tan tiernos que suele hacer y sus técnicas.... Claro, cualquiera incluso bailaría la macarena con un par de besos de Tetsu. Bueno, no cualquiera, Tetsu ahora es solo mío, ¿y qué si soy posesivo?… Sus besos terminaron por convencerme y adaptándolo un poco a la melodía canté para él. Creo que le gustó, eso me dio mucho gusto porque pude ver su sonrisa una vez más. Hablamos durante un largo rato más, sobre las cartas, sobre lo que había pasado antes, sobre nuestra relación, nuestra ya arruinada amistad. “Me niego rotundamente a seguir siendo tu amigo Te-chan” Tomé su mano. “Ya no puedo verte como solo un amigo…” Incluso luego de un par de confesiones no quedamos en nada, pero con lo que había pasado esa tarde en su habitación, me era suficiente para saber que pronto dejaría de ser una simple amistad... Sin darnos cuenta la noche había caído, se hacía tarde. Antes de irme pude robarle un par de besos y abrazos más, ya saben… para que el camino de regreso no se sintiera tan solo…

Me despedí de su madre y sus hermanas, él me despidió en la puerta y me encaminé a mi casa, en el camino no podía dejar de pensar en él, en sus labios. Aún podía sentir su sabor… Era realmente delicioso y electrizante… Sin darme cuenta me tocaba los labios con los ojos cerrados, caminando casi por inercia… Eran sentimientos y sensaciones que aún no terminaba por entender. Pero mientras me hicieran sentir como en ese momento, no me importaba entenderlos…

Llegué a mi casa de puro milagro, aun no recuerdo como logré llegar en ese estado ausente en el que recuerdo me encontraba. Subí a mi habitación y dejé mis cosas, vacié mis bolsillos y ahí estaba… La pequeña cajita azul que había llevado para Tetsu. La miré casi con frustración… pero al segundo siguiente mi mirada era un tanto perversa. “Ni modo, tendré que hacerte otra visita muy pronto… amigo...” Me preparé para dormir aún con esa sensación de… no se como explicarlo… una sensación de Tetsu… Ja! Así de simple… Esta noche seguro soñaría con él.

lunes, 24 de noviembre de 2008

28

Doiha-chan:

Si! ven a mi casa~!
Termino esta carta y te enviare un mensaje a tu celular para contestarte.

Creo que ahora tus cartas me emocionan más. Que gracioso, no?
Tampoco pensaba en sentirme así...menos contigo. Me tomó por sorpresa.
Pero no me quejo.
Solo me gustaría dejar de tener esa sonrisa estúpida en la cara, esa que me provocas...
Me hiciste sonrojar más de una vez con algunas líneas...¿como lo haces?
Sinceramente no sé como puedes bloquear mis sentidos de esa manera, no sé como haces que colapse tanto, no sé como haces que mi corazón lata con tanta rapidez...
Me siento como una quinceañera enamorada, jaja.

¿Te gusta sentirte así? Quiero hacerte pasar momentos agradables.
Cuando pienso en ti, eso quiero, que pasemos momentos felices, y que luego los recordemos con una sonrisa.
¿Crees que seguiremos así por mucho tiempo? Temo que esto pase. A nuestra edad, estas cosas suelen ir y venir.
Un día quieres una cosa y al siguiente ya la cambiaste por otra.
Pero confío en que eso no pasará ahora. Pase lo que pase, no quiero dejar de sentirme así.
No quiero alejarme de ti, eres muy especial para mí.

¿Vacaciones? Vaya, verdad...están mas cerca, también ya se viene mi cumpleaños, lo veo más cercano que antes...
En fin. ¿Dijiste playa? Me encantaría! y dijiste contigo? mejor aún!

Es lindo el mar. Tiene como esa...aura de tranquilidad que todos necesitamos. ¿Crees que podamos recoger las conchitas de mar que queden en la orilla? ¿Habrá cangrejitos pequeños en las pozas cerca de las rocas?
Me gusta jugar con una pelota en la playa~
Me emocioné. Si quieres también podemos ir a la montaña nevada de nuevo. Las vacaciones son para disfrutarlas.

Los días se han hecho eternos y aburridos. No se hace casi nada dentro de las aulas de clase y fuera de ellas es aún mas aburrido. Aunque he salido un poco luego, con Ken y un chico simpático que llegó de intercambio. Se llama yukihiro pero como es muy largo le decimos Yukki. Salimos los tres y hacemos…nada. A propósito de esto, Ken-chan se aparecerá mañana por tu casa para que sigan las clases de guitarra, da lo mejor de ti!

Te extraño mucho.
No sabes cuanto deseo volver a verte. Espero que pronto sea viernes…me muero de ganas de ver que pintaste. También quiero escuchar de tu propia boca lo que escribiste para mí.
Me gusta mucho tu voz. Inventé una melodía y creo que le va bien, podrías cantar ese pedacito el viernes, para mi?

Cielos, yo no tengo nada para ti…lo siento.
Pero algo se me ocurrirá. Quiero verte sonreír, quiero verte feliz. Quiero que siempre lo seas. Quiero…que nunca te separes de mi…

No sabes las cosas que me haces sentir con todo lo que dices…
No quiero que se termine…
Estoy ansioso por verte. Tanto así, que cuando te vea me abalanzaré sobre ti y te abrazaré, y no te soltaré en mucho tiempo.

Como siempre, tu ocupas toda mi mente y no puedo pensar. Me dejas sin aliento y sin palabras.
Nos vemos el viernes entonces.

Esperando por ti,
Te-chan

PD: He leido tu carta un millón de veces. Y no puedo dejar de pensar que eres el chico más tierno y adorable del mundo.
La última vez me tomaste por sorpresa, pero la próxima seré yo quien te bese primero.

sábado, 22 de noviembre de 2008

27

Te-chan:

Diablos…
Después de leer tu carta, me has hecho sonreír de una manera tan tonta jajaja. No me la creo todavía. La leí más de dos veces para que me quedara en claro cada una de tus frases. En especial la última porque no creí que un sentimiento al que quise negarme, fuese correspondido.
Tú también me gustas mucho, muchísimo diría yo.
De un tiempo para acá me es imposible sacarte de todo lo que pienso.
Eres mi almuerzo y mi tarea de álgebra… ¿me entiendes? No puedo evitar pensar en ti. Y esto me ha dejado verdaderamente sorprendido.
Me siento feliz, muy feliz. Así como yo soy la causa de que te sientas como dices.
Tú eres la causa de mi felicidad.
Ah pero eso sí, ahora que sé la verdad, ni creas que dejaré que te alejes.
Tengo tantas ganas de abrazarte en este momento… que si no fueran las tres de la mañana saldría corriendo a hacerlo. Te despertaría llenándote de besos… en serio… ahora más que otras veces me muero por verte.
Ya no le encuentro sentido a seguirme negando ¿ne? Es inútil ahora…
Hace tanto tiempo que no me sentía como ahora, me ha tomado por sorpresa que fueses tú quien me hiciera sentir así nuevamente. Pero solo no se pudo evitar…
Te-chan ¿crees que sería posible que habláramos personalmente?

Me gustaría verte el viernes. ¿Te parece si voy a buscarte a tu casa? Es que esta vez salgo más tarde del colegio. Mándame un mensaje al celular ¿si?
Pero mientras tanto me conformaré con escribirte, mientras la semana termina y puedo verte. Esta tarde en clase de arte pinté algo para ti. Quiero dártelo. Las clases han estado muy aburridas, incluso algunas veces no tenemos clases.
Las vacaciones están cerca… ¿Tienes algo planeado? ¿Irías a la playa conmigo? O podemos volver a la montaña nevada. Eso sería mejor que cualquier otra cosa.

Me alegro de que te haya gustado lo que te escribí, realmente lo escribí pensando en ese día, en esos momentos que pasamos en la montaña. Fue algo muy especial.
Ahora mismo tengo más escritos. Últimamente he tenido muy buenas ideas y tengo que plasmarlas…
Eso también es gracias a ti. Contigo a mi lado podría escribir mucho y haríamos muchas canciones jajaja eso sería genial!
Aquí te mando una parte de uno, es de mis favoritos…

“…Con esos brillantes recuerdos grabados en mi corazón,
el viento me empuja al camino que termina en el puerto.
Pienso en esa persona querida
mi sentimientos sobrevivirán al invierno
La estación gloriosa,
Ahh el bote zarpa en dirección desconocida
sin esperar a que las flores florezcan…”

Ese lo escribí esta mañana y ya es de mis favoritos y es que las ideas fluyen perfectamente cuando estás inspirado…
Y tu te has convertido en mi inspiración, en mi alegría de cada día, en la fuerza que necesito… tan solo esa sonrisa tuya y todo mi mundo cambia…

Muere por verte,
Hyde

miércoles, 19 de noviembre de 2008

26

Doiha-chan:

La verdad es que...no sé como expresar lo que te quiero decir.
Perdóname por dejar que pasaran los días antes de responderte, no pienses que no te escribía por estar enojado o algo así!
Me has dejado, como decirlo...hecho un torbellino.
He venido pensando en todo el camino a casa en tu carta, en ti, en lo que ha pasado…
Aún estoy un poco...conmocionado por lo del otro día.
¿Pero sabes, que? no es una sensación desagradable.
Me gusta.

Primero, quiero disculparme por haberte hecho poner tan nervioso ese día, lo último que quería era complicarte más pero...
en verdad~ necesitaba verte. Hablar contigo, ya sabes. Quería aclarar ciertas cosas...
Ahora, me siento más despejado, no lo puedo creer, ¿sabes?
También estaba nervioso. Porque no sabía que decirte, no sabía que responder.
Te lo dije, soy pésimo para las conversaciones serias.

Pero ahora, siento como si viviera en una especie de fantasía. Y ocupas la mayor parte de ella, te lo digo porque quieres que sea sincero contigo.
Te lo digo de verdad, desde aquel día que me es más difícil que antes sacarte de mi cabeza.
Seré sincero, muy sincero. Ese beso provocó algo en mi que ni te imaginas...y creo que te agradezco por haberlo hecho ya que me aclaró muchas cosas en mi cabeza. Aún siento las mariposas en mi estómago cuando pienso en ello.
Yo nunca podría haberlo hecho, no tengo el valor...

Creo que has despertado sentimientos nuevos en mí.
Unos que pensé nunca poder llegar a sentir.
Y de cierto modos es agradable saber que quizás tu sientes lo mismo, no?
Pero tengo miedo. No puedo dejar de tenerlo…
No voy a alejarme de ti por esto, sabes que no. Eres muy importante y ….especial para mí. Si piensas que te dejaré estas muy equivocado.
Aunque muy dentro…pienso que debería alejarme, para dejar de sentirme así.
Y como quieres que me sincere contigo te lo diré.
No quiero sufrir. No quiero que sufras.

Estoy escribiendo demasiadas tonterías.
Eso es lo que soy ahora, un idiota.
Pero estoy idiota por tu causa. No tiene caso que siga evadiéndome.

Doiha-chan, me gustas mucho.

Temeroso,
Te-chan.

PD: me encantó lo que escribiste. Me encanta como escribes. Quizás podríamos inventar una canción con ella, te gustaría?


“En la calle, las flores de nieve se abren de repente.
El suelo es como un lienzo blanco lleno de graffiti.
Manos frías sin separarse, calentándose mutuamente.
Da la vuelta y mira, puedes encontrar pisadas alineándose lado a lado.
Incluso cuando tropezamos, nos mirábamos el uno al otro y reíamos... esos días invernales.

Mantén las manos fuertemente juntas, vamos ahora.”

martes, 18 de noviembre de 2008

25

Te-chan:

Bien, no se como comenzar. Llevo un buen rato con la vista fija en la primera línea… Me encantó verte ayer. Cuando leí tu carta esa mañana lo primero que pensé fue: “¿mañana? Si la carta la escribió ayer… ¿mañana es hoy?...” Creo que tardé como 10 segundos en entender y reaccionar. Me emocioné mucho y después me puse muy nervioso…
El resto de las clases mi atención estuvo inactiva, era una batalla de emociones. Pensaba en que iba a decirte, tus posibles reacciones, como comenzar… En clase de inglés la profesora tuvo que gritarme enfrente de todos para que le prestara atención porque yo tenía la cabeza en otro lado.
Cada minuto se acercaba más la hora de verte y el estómago se me revolvía, comprenderás que después de mi última carta sentía que no podría verte como siempre, incluso desde antes no podía, ahora creo que tampoco podré…
Sin embargo me di valor para escribirte, ¿crees que es pronto? Siento que debí darte más tiempo pero la verdad es que no pude esperar más…

Quiero ser sincero contigo Te-chan y espero que tú lo seas conmigo también…
Lo que pasó ayer no fue totalmente un impulso hasta cierto punto, un impulso lo defino como algo que haces sin pensar. Y yo ya lo tenía muy bien pensado, desde ese día en la montaña, nacieron en mí deseos de besarte…
Me cuesta escribirte estas cosas pero dije que sería sincero.
Como te lo dije antes… estoy sintiendo cosas… estaba teniendo pensamientos que en su momento me eran extraños y absurdos.
Pero sólo el beso de ayer me hizo comprobar que no eran tonterías mías. Me hiciste sentir feliz, en esos pocos segundos sentí como tu calidez me llenaba, la verdad no quería que te alejaras…
Y me atrevo a agregar que el sabor de tus labios es lo más delicioso que he probado…
¿Ahora quien verá raro a quien ne?

Sé que dije que no quería perder tu amistad, pero me puse en la cuerda floja con esto ¿verdad? Después de que te fuiste… creo que no estuve en este planeta. Me perdí en una oleada de pensamientos y sensaciones… Mi corazón latía muy rápido…
Pero aún así me costaba creerlo, no debe ser normal sentirse así después de besar a tu mejor amigo…
En fin… por ahora no sé si quiero acercarme más a los límites de tu rechazo… si no quieres escribirme o verme más lo entenderé pero te pido, por favor, que seas sincero conmigo.
Ahora, tal vez esté perdiendo tu amistad… pero no quiero perderte a ti… si entiendes a lo que me refiero… no quiero perder tu cariño. Si es que sientes alguno por mí, prefiero que me digas todo lo que quieras y tengas que decirme, a que perdamos contacto de un momento a otro…
Si algo pasa... haré lo posible porque no te alejes de mi... juro que si...

P.D. Doiha-chan se escuchó genial cuando salió de tus labios. Aunque me sorprendió que hablaras de mi con Ken-chan. No quiero hacerme falsas esperanzas pero… ¿es eso una señal Te-chan?

¿Te gustó lo que te escribí?

Pensando en ti,
Hyde

lunes, 17 de noviembre de 2008

24

Al día siguiente, ambos estaban muy nerviosos y ansiosos. Te-chan llegó puntual a la salida del colegio de Hyde. Perfectamente uniformado y con su típica [y adorada por Hyde] linda sonrisa. Después de un rato esperando, entre los chicos vio a Hyde.

- hola –saludó al moreno en cuanto este se acercó lo suficiente a él
- hola! –Contestó Hyde cuando ya estuvo al lado de él - podemos ir a un lugar tranquilo para hablar?
- hablar de que? –preguntó Tetsu confundido.
- pues... hablar... estar cómodos... –antes de que pudiera responder, Hyde ya lo estaba guiando hacia el parque, a ese al que siempre iban, en el que siempre se juntaban. Por el camino Tetsu se preguntaba que pasaba con Hyde, lo notaba extraño. Y eso lo hacia sentirse nervioso también, y no lo hacía notar algo que había comenzado a sentir al igual que él.

Ya en el parque se sentaron sobre el pasto y platicaron primero lo típico, “como te fue? Que hiciste hoy?. El día estaba templado pero era agradable, no corría demasiado viento, incluso hacía un poco de calor, raro en esa época del año. Hyde buscaba la forma de abordar el tema pendiente en sus cartas pero no se le hacía muy fácil. Al parecer ninguno de los dos quería dar paso a una charla incómoda. Pero al fin lo logró.

- así que para ti eso es el amor… -dijo como esperando que Tetsu adivinara de lo que quería hablar. Y Lo logró, el pelirrojo lo miró con la pregunta marcada en su rostro. Se había acercado un poco esperando poder escuchar mejor a Tetsu.
- ¿porque te preocupa eso ahora? –de repente se había puesto muy nervioso por la cercanía de Hyde. Por su parte el moreno se acercó más.
- tu querías saber porque te lo preguntaba…-podía sentir el aroma dulce de Tetsu y eso lo hacía derretirse por dentro…¿Qué diablos?
- ¿entonces porque lo preguntas?
- bueno… pues fue una pregunta que salió porque estaba confundido y no quería confundir aun más lo que sentía…
- ahh…-no sabía que decir - ¿y se aclaró un poco? ¿aun estás confundido Hyde-chan? porque no quiero que te sientas mal por estar confundido… ¿confundido con que?... –hizo una pausa- lo siento no debería entrometerme –se sonrojó.
- ya te lo dije, tengo un enredo de sentimientos, me siento bien ahora que estoy contigo... pero al mismo tiempo me siento mal porque sé que debo sentirme bien.... pero no TAN bien como me estoy sintiendo... además no quiero ser impulsivo – después de decir eso se alejó un poco. Ambos respiraron tranquilos, pero no del todo.
- ¿impulsivo porque? –volvió a preguntar. Hyde suspiró y desvió la mirada
- porque a veces me dan ganas de hacer cosas que no debo –no pudo evitar sonrojarse -e insisto… no quiero perder tu amistad…
- no la vas a perder! a menos que lo que quieras hacer sea golpearme –rió como para quitarle un poco de tensión al ambiente. Pero luego se sonrojó y volvió a callarse.

"quizás quiere hacer lo mismo que yo....esperen eso es imposible”
Hyde al escucharlo levantó la mirada y no pudo evitar sonreírle con cariño. Le gustaba mucho esa alegría que solía mostrar.
- jamás haría eso... –pasaron unos segundos en que se le quedó viendo, luego reaccionó - y no dejaría que nadie lo haga~
- ¿en serio? –contestó el pelirrojo -si tampoco creí que me pegaras, soy demasiado adorable –estaba comenzando a creer que la charla no sería tan incómoda como pensaba
- eso lo sé... –volvió a sonreírle idiotamente, lo que confundió mas a Tetsu. Hyde no solía mirarlo así, trató de volver al tema.
- Entonces, ¿que cosa no quieres hacer? –Hyde lo miró fijamente y se le acercó.
- si te lo digo es seguro que lo haga y creo que quedó claro que no quiero –se apoyó con las manos en el pasto y se acercó mas al rostro de Tetsu pero no mucho…de forma "inocente" –me alegra mucho que hayas venido por mi
- no creo que sea algo tan malo… pero está bien, dejaré de insistir –como había estado escuchándolo no notó lo cerca que estaban de nuevo, se alejó - quería verte~ me alegra verte de nuevo…
No pudo evitar sentirse triste al ver que Tetsu se alejaba de él. ¿y si quizás estaba imaginando toda la situación? Suspiró y trató de parecer normal.
- también quería verte –después de decir eso se levantó para sacar un papel de su mochila y se lo entregó a Tetsu – escribí algo nuevo... léelo después neh... me da vergüenza –Tetsu lo tomó y lo dobló venciendo a la tentación de mirarlo.
- ok lo leeré después, aunque me muero de curiosidad ahora-
- tendrás que esperar -se volvió a acomodar a su lado y sin querer rozó su mano, lo que lo hizo ponerse nervioso. Se alejó un poquito –ejem…hai... –carraspeó para parecer normal. Tetsu estaba igual de rojo que él. ¿Por qué de pronto todo era tan incómodo? entonces recordó su carta, –y… ¿Te-chan que es lo que te tiene confundido? –el pelirrojo trató de serenarse. Aquel roce había descargado muchas emociones en él, no quería que Hyde se diera cuenta.
- Eh...es que… -lo miró y desvió la mirada. Si Hyde sabía cual era su motivo, probablemente lo miraría extraño. Y tenía miedo de eso, de que Hyde se enojara o dejara de hablarle…no quería que se alejara de él –es que no se como explicarlo~

Hyde se asomó buscando su mirada, le había entrado curiosidad al verlo tan nervioso. Por alguna extraña intuición, podía entender su motivo.
- puedes contarme.. somos amigos, neh?
- es que –volvió a desviar la mirada –creo que...me mirarás raro si te lo digo y tampoco quiero perder tu amistad –trató de no sonar triste pero no lo consiguió, Hyde le contestó rápidamente.
- por supuesto que no! que cosas dices Te-chan –no quería perder su amistad, eso lo hizo sentir triste. A lo mejor Tetsu no le tenía confianza –ya me eres demasiado indispensable como para perderte tan fácilmente... te lo dije antes también…!
- lo siento! lo sé –se disculpó. Había sido un idiota. No. Se comportaba como un idiota. Y todo por culpa de Hyde, se regañó internamente, otra vez –tu también me eres indispensable sabes? -se acercó un poco- pero lo que pasa es que...-

Como si el destino estuviera contra ellos, un carrito de helados pasó justo en ese momento, llevándose toda la tensión, la confusión y el nerviosismo con su simple “compren sus helados!”. Ambos saltaron del susto, y miraron en dirección al heladero, pasaba muy cerca de ellos y ya quería ofrecer su mercancía. Tetsu pensó que sería buena idea comprar para cambiar de tema.

- ...uh helado! quieres helado doiha-chan? –preguntó inocentemente como si todo hubiera vuelto a la normalidad, pero Hyde no le hizo caso. El moreno estaba fulminando con la mirada al heladero por interrumpir el momento. ¿Qué acaso no se tenía privacidad ya?
- no gracias… -de pronto sentía como si Tetsu lo evitara, o no quisiera hablar con él…¿Por qué evadía el tema tanto? ¿Por qué lo evadía igual que él? Las palabras de Hyde hicieron que la sonrisa de Tetsu se le borrara del rostro, tomando una expresión preocupada.
- ¿¿que te pasa?? dime, ¿te sientes mal?
- estoy bien –quizás había sonado muy triste, trato de tranquilizarlo forzando una sonrisa –tu quieres un helado??
- no si no quieres tu –contestó con un puchero –tu cara no me convence, algo te pasa –
La actitud de Hyde lo hizo ponerse triste. Quizás había hecho algo mal, quizás había dañado a su amigo, pero no sabía que hacer. Odiaba tener ese tipo de conversaciones, odiaba sentirse como se sentía, odiaba amar a su mejor amigo.
Hyde sabía que algo tenía que hacer, y después de pensarlo mucho, tomó su mano con toda la valentía que tenía y lo miró a los ojos. Quería volver al tema.
- Quiero saber porque estás confundido –necesitaba….necesitaba salir de la duda que tenía en su cabeza…se había hecho un silencio. Hyde no lo soltó ni Tetsu intentó soltarse, estaba tratando de organizar sus ideas. Quizás decirle lo que pensaba arreglaría un poco las cosas, la verdad siempre era buena. No le gustaba ocultarle sentimientos a Hyde.
- lo que pasa es que… -volvió a hacerse el silencio durante unos segundos –tu me confundes –habló muy rápido y luego bajó la mirada.

Volvió a hacerse el silencio. Por ningún motivo Hyde soltó su mano, aunque por dentro se debatía internamente, su respuesta lo había sorprendido…aunque también de cierto modo la esperaba…
- y-yo?? hice algo mal?? –fue lo único que alcanzó a susurrar. No había nadie más en el parque, solo ellos dos.
- -no! no hiciste nada malo! –volvió a mirarlo, Hyde esta vez alzó la vista y sus ojos se encontraron. Ambos se sonrojaron. Pero Hyde estaba decidido, y el impulso que sentía por dentro, ese de hacer cosas que no debía, lo estaba venciendo.
- bueno... como estamos en esas... tu también eres la razón por la cual estoy confundido –dijo con voz ruda apretando un poquito su mano, estaba completamente serio y decidido con lo que decía.
- e-en serio?... –notó la presión de su mano. Su corazón comenzó a latir violentamente, ¿sería posible…?
- s-si... –su corazón también latía fuerte. Bajó la mirada y suspiró, tratando de darse valor para seguir con lo que tenía pensado - y-yo... crees que debería seguir a mis instintos?? –se acercó más a Tetsu.
- pues, yo creo que si –contestó casi sin pensar, acercándose también. Ahora si que estaban muy cerca. Hyde tragó saliva.
- a-anou ... Te-chan...

Silencio... Hyde sintió como su corazón se aceleraba cada vez más bajando el tono de su voz… lo miró a los ojos, ya no se resistía más…tenía que hacerlo, tenia que besarlo para saber si era verdad, para comprobar que lo que sentía no era una tontería… cerró los ojos y esperó que Tetsu hiciera lo mismo. Entonces se deshizo por completo de la distancia entre sus labios...

El roce fue casi imperceptible por un momento, dado al nerviosismo de los dos, pero después se intensificó por unos segundos… al instante siguiente se separó de Tetsu, soltando sus manos y sentándose lejos de él. Los dos estaban completamente rojos.
- no encontré palabras... –sentía que todavía era fuerte y rudo, por eso no salió corriendo y esperaba que Te-chan tampoco lo hiciera, bajó la voz –es probable que si quiera perder tu amistad... gomen ne –se quedó quieto, no quería mirarlo, se moría de vergüenza.

Tetsu se había quedado sin aire y hasta pensó que su corazón había dejado de latir en un instante, y no podía creer que hubiese pasado eso! sintió que estaba rojo de nuevo, no sabía que decir. Pero estaba feliz. Extrañamente feliz. Solo no podía creer lo que había pasado.
- n-no te disculpes~ -Se acercó y le sonrió avergonzado. Hyde le sonrió de la misma forma.
- esta sensación ya la viví antes... pero no quiero equivocarme esta vez~ -seguía sonrojado, pero no se sentía mal. De hecho, no se arrepentía de haberlo besado. A pesar de estar avergonzado aún, Tetsu se acercó a él y lo abrazó.
- No te vas a equivocar… -ya no estaba confuso, sino que tenía la sensación de que eso no podía ser.
Hyde se sorprendió al escucharlo, y correspondió a su abrazo lentamente. Se sentía tan bien así…
- T-Te-chan… -lo apretó entre sus brazos guardando esa sensación muy dentro en su pecho y no lo soltó intentando alargar el momento
- Yo…-dijo Tetsu luego de un rato –creo que debo irme –se separó un poquito -se hace tarde, espero que estés bien...nos vemos~
Como si no pudiera contenerse le besó la mejilla con toda la voluntad que había logrado juntar y se fue rápido, porque no dejaba de colapsar internamente. Todo pasó tan rápido… Hyde lo vio alejarse...sin siquiera reaccionar.
- nos... vemos... –lo vio hasta que se desapareció en la lejanía y después se dejó caer en el pasto demasiado emocionado para hacer algo… luego de un rato se puso de pie y caminó hasta su casa a paso lento.

Llegó hasta su habitación sin fijarse mucho en el camino, o las cosas… Entró en la bañera y se quedó ahí por largo rato, inmóvil... Después de darse un baño se metió en la cama y se tocó la mejilla con una mano, sonriendo débilmente…

Tetsu por su parte llegó a su casa y se lanzó en la cama "dios mio dios mio..!"… Aún no podía creer lo que acababa de suceder, no quería creerlo… De pronto recordó el trozo de papel que le había entregado Hyde. Rápidamente metió la mano en su bolsillo y sacó el papel que estaba doblado aún. Lo leyó y su sonrisa se iluminó. Luego de releerlo una y otra vez se quedó dormido con el papel en la mano y las palabras en su cabeza…

“…El suelo es como lienzos blancos llenos de graffiti.
Manos frías sosteniéndose mutuamente, brindándose calor.
Gira y observa, podrás encontrar huellas alineadas lado a lado.
Mirando las huellas donde caímos, nos reiremos mutuamente…”

sábado, 15 de noviembre de 2008

23

Hyde-Chan:

Antes de empezar quiero decirte que tu carta me tomó por sorpresa.
No la esperaba tan pronto, y creo que anduve todo el día en un estado de...shock? después de leerla un par de veces.
Pero para nada me molesta. Me hace feliz recibir carta tuya tan pronto. A decir verdad la esperaba con ansias.
Ahora estoy en mi casa, no pude concentrarme durante todo el día...

La verdad es que tu carta me confundió un poco. Es bueno saber que lo que te pasaba el sábado no era algo...grave.
En verdad me preocupé. Te noté extraño...Y no puedo olvidar tus preguntas!
Hyde, yo tampoco quiero perder tu amistad. Me gusta mucho pasar tiempo contigo, y todo lo que te pase...me preocupa.
Me angustia, lo siento, no puedo evitarlo.
Pero comprendo si no me quieres decir...pero quiero que sepas que cualquier cosa, podemos conversarla. Si, no soy bueno con las palabras,
pero algo se nos ocurrirá para que tu cabeza quede en orden otra vez.

Estoy confundido, al igual que tú. Y no dejo de sentirme así, ni menos con lo que me acabas de contar en este trozo de papel.

Cambiemos de tema.
¡me encantó la montaña! Muchas gracias Doiha-chan! (es Haido con sus silabas revueltas. En un juego de palabras con Ken, quedó eso, y me gustó mucho, no te molesta que te diga así verdad?)
No sabes cuantas ganas tenía de ir. Y más que la nieve, lo que me gustó de verdad fue estar contigo.
A mi también me encanta estar contigo. Y también te extraño. Mucho...
Te extraño desde que me dijiste adiós~
Con gusto volveré a acompañarte cuando quieras. Pero llevaré mi cámara para que retratemos todos esos momentos, a veces la memoria es frágil, no crees? ja.

Creo que no sé que mas escribir. Mi mano me tiembla y apenas puedo sujetar el bolígrafo. Y sabes que? seré sincero contigo, creo que se debe a lo que me dijiste en la carta…¿en serio te gusta mucho mi sonrisa?, es un bonito cumplido. Si te gusta, sonreiré para ti la próxima vez que te vea, vale? me gusta verte sonreír. Me gusta tu manera de ser con el mundo. Y me gusta esta carta porque supe más cosas de ti, y me hace feliz porque eso significa que me tienes confianza.

Eres muy importante para mí.
Si, ya sé. Llevamos poco tiempo de ser amigos pero ya siento que eres especial. Muy importante…yo tampoco puedo dejar de pensar en ti, sabes? Será porque la paso muy bien cuando estoy contigo, el tiempo siempre se pasa volando. ¿No crees eso?
Lo siento. mi carta tiene menos sentido que la tuya, ahora no puedo pensar. Definitivamente mi cerebro se bloqueó y estoy hecho un lío por dentro, y te haré sentir mal quizás porque todo es culpa tuya.

Mañana pasaré por ti a tu escuela, espero encontrarte. Me eres indispensable ahora…quiero verte de nuevo…así los dos estaremos bien porque pasaremos tiempo juntos!
Cuídate mucho Doiha-chan.
Y no me parece nada raro lo que escribiste porque yo me siento igual que tu, confundido.

Preocupado,
Te-chan.

PD: para mí el amor es…algo extraño. Pero también hermoso. No sé explicarlo porque es algo muy abstracto. Pero lo que te puedo decir es... es algo que se siente, algo que te hace feliz, que llena completamente tu ser. Es algo que te hace sentir completo. Si yo tuviera ese algo, no me importaría morir ahora. Creo que es de lo mejor que te podría pasar, y no digo que sea lo mejor, sino de las mejores, porque conocerte también ha sido de lo mejor. ¿Por qué me lo preguntas?

viernes, 14 de noviembre de 2008

22

Te-chan:

Perdóname si mi carta te parece demasiado precipitada, pero no pude esperar más para escribirte. Esta tarde, después de que llegué a mi casa me quedé dormido por mas o menos una hora porque me sentía un poco abrumado, tal vez llegaste a notarlo, y cuando volví a despertar… bueno… seguía pensando en ti…
¿Sabes una cosa? Lo último que quiero en la vida, en este momento, es perder tu amistad. Siento mucho si el sábado por la noche te hice sentir un poco incómodo con mi silencio.
Es solo que de repente mi cabeza dejó de trabajar como siempre lo hace, no hacía lo que yo quería, pensaba lo que se le pegaba la gana y no supe como reaccionar.

¿Crees que todo eso suena raro? Porque releyéndolo a mi me parece que lo es un poco.
Dime la verdad. Y sobre las preguntas que te hice… olvídalas en serio, no quise poner pensamientos raros en tu cabeza, ni afligirte con mis problemas…
Y bien… realmente no se que escribirte. Estoy comenzando a sentirme extraño, todo esto me vuelve loco.
Además no se me da muy bien eso de hablar las cosas de frente, mucho menos si son cosas de una magnitud que no puedo controlar… Tengo la cabeza hecha un algo enredado.
Llega a ponerme de mal humor. Pero no te preocupes, estaré bien mientras no te alejes de mí. Me gusta mucho tenerte cerca Te-chan…

Pero dime… ¿Tu cómo te sientes? ¿Te gustó la montaña? Antes era mi lugar favorito y tal vez pueda volver a serlo. ¿Me ayudarías con eso?
Sé que si volvemos, se hará más especial con cada momento que pasemos juntos ahí ¿no crees?
Demonios no puedo dormir… te pido disculpas, nuevamente, si no le encuentras ni una pizca de sentido a esta carta. Son las 4 de la mañana pero ya no quiero dormir.
Siento que dormí demasiado y no puedo dejar de pensar…

Te-chan… voy a ser directo contigo. Quiero volver a verte, tengo muchas ganas de verte… Y no te miento. Eso es lo que no me deja dormir. Tu imagen en mi cabeza…
Porque… ¿alguna vez alguien te dijo que tienes una sonrisa muy, y reitero MUY, hermosa?
Si no es así quiero que lo sepas, porque me gusta mucho tu sonrisa. Me fijé en ella desde la primera vez que te vi… Deberías ver mi cara ahora…
Supongo que sería mucho mas prudente decirte esto a la cara, pero a veces me pones muy nervioso, en serio! Quien iba a imaginarlo…
Ese al que todas las chicas del salón lo veían como imposible cuando estaba con Megumi… si, ese era su nombre, yo la quise mucho Te-chan… Por mucho tiempo la vi como lo mejor que me había pasado en mi joven vida, hasta que al final se cansó de tener lo que muchas deseaban y no es que alardee… Y desde que la dejé no he podido ver a nadie más. Creo que en el momento en que te conocí, algo en mi se encendió nuevamente, ese sentimiento de sentir cariño por alguien externo a mi vida familiar... Ha pasado tan poco tiempo, y ya siento que eres alguien muy indispensable en mi vida… una nueva vida… ¿Te gusta eso? A mi me encanta… me encanta tener un amigo como tu… con una linda sonrisa…

En fin… debo encontrarme, necesito verte amigo… te extraño...

P.D. ¿Para ti que es el amor Te-chan?

Confundido,
Hyde

jueves, 13 de noviembre de 2008

21

Presentí que era un día maravilloso, con tan solo verlo despierto y mirándome.
De pronto enrojecí, ya que yo había estado durmiendo muy cerca de el, demasiado juntos. Pero no me moví, no quise. A Hyde tampoco pareció molestarle, lo que me hizo...pensar.
Mi corazón latía con fuerza a cada minuto que pasaba, ninguno de los dos se movía, y yo me sentía en las nubes...
Hyde me sacó rápidamente de mi ensimismamiento, se estaba moviendo.
“¿Cómo dormiste?” fue lo único que se me ocurrió preguntar, y su respuesta me descolocó. Pasaban miles de cosas por mi cabeza, y me hacia sentir un estupido por imaginar cosas que no deberían estar en mi mente.
Pero no dejaba de preguntarme...¿que era? ¿que era lo que me provocaba esa cercanía?
Creo que los dos estábamos nerviosos, ninguno habló mas de dos frases. Cosas como "tu cama es cómoda" o "tengo hambre deberíamos levantarnos" eran el único tema. El silencio se instaló a momentos, odiándome por no poder articular más de dos palabras sin enrojecer. ¿era su cercanía lo que me ponía tan nervioso?
Otras veces habíamos dormido con Ken como buenos "hermanos" pero nunca me había sentido así...nunca me habían provocado ese tipo de sentimientos.

Esa pregunta me acompaño durante toda la mañana.
Podía sentir su aroma, podía sentir el calor de su piel muy cerca de mí. La suavidad del contacto con Hyde me hacía enrojecer. Feliz me hubiese quedado toda la vida ahí.
Pero Hyde se levantó de un salto. Al principio no lo comprendí. Bueno, Hyde-chan es muy loco, siempre se le ocurren cosas en un instante, así que supuse que algo se le tendría que haber ocurrido. Por lo que traté de serenarme un poco. Salió luego de un rato del baño y me jaló hasta allí, “donde vamos?” pregunté curioso pero no me respondió. Odiaba quedar en suspenso.

Salí del baño luego de lavarme la cara y arreglarme para no parecer cualquier cosa y esperé que Hyde me abriera la puerta. Volví a mirarlo con expresión curiosa, a cambio de eso me acomodó el cabello tras la oreja, y solo eso bastó para que enrojeciera de nuevo, echando por la borda mis planes de mantenerme normal.

“No iremos muy lejos de aquí”

Comencé a ponerme ansioso. Además, Hyde se había puesto a hablar con Ken sin dejarme posibilidades de adivinar a donde quería llevarnos. Vi la desilusión en su rostro ante la negativa de Ken para acompañarnos. Suspiró resignado y luego se dispuso a guardar cosas en una mochila. Yo simplemente lo observaba, tan metódico y cuidadoso en que no se le fuera ningún detalle. Tampoco me dijo en el camino hacia el autobús ni en el trayecto en este, por mucho que le pregunté hasta cansarlo. Solo me sonreía y me pedía que me calmara. “eres muy curioso neh, te-chan? tranquilo, ya llegamos” Me abrigó con una chaqueta de una forma tan dulce que me sentí más tranquilo. A donde fuese que quisiera llevarme, no me importaría si seguía tomando mi mano de esa manera…

Por fin cuando vi la montaña comprendí todo. Como pude ser tan lento!
Cielos! Era tan majestuosa, y tan blanca, y tan…cercana. No pude evitar sonreír en todo el camino hacia el teleférico. Era un paisaje tan hermoso que difícilmente podía quitar la vista de él, adoraba la nieve, adoraba su textura, su forma, lo fría que era. Adoraba derretirla en mis manos. Hyde volvió a abrigarme y tuve que contenerme para no abrazarlo y agradecerle por todo. “Antes me gustaba mucho venir aquí con… mi ex –novia…”. Cuando dijo eso me sentí raro, como si solo pensar en alguna chica que hubiese estado con mi amigo me hubiera hecho sentir…no lo sé, extraño. ¿aun pensaría en ella? …¿aun la quería? Recuerdo los poemas de Hyde, algunos escritos en un periodo muy triste…supuse que fue cuando terminó con ella. Al pensar en ello, me propuse a mi mismo no dejar que Hyde volviera a sentirse así, quería que el fuera feliz. Juntos forjaríamos recuerdos en la nieve, unos bonitos recuerdos.

La verdad es que nunca antes había esquiado. Pero me sentí tranquilo al tomar la mano de Hyde, eso me infundó confianza. A pesar de que nos caímos un par de veces al patinar y otras veces más al intentar ponernos de pie, la pasamos bien. Incluso hicimos una mini guerra de bolas de nieve!. No paramos de reír.

Al atardecer subimos a la cima. Lejos la mejor vista que había tenido en mucho tiempo. Y mucho mejor era al saber que Hyde estaba sentado a mi lado. Los colores rojizos y amarillos del cielo se iban perdiendo conforme el sol se ocultaba, una vista preciosa. Como la sonrisa de Hyde.
Deseé tener mi cámara, para retratar ese bello paisaje. No pude evitar sonreírle, no pude. Siempre que veía a mi amigo, me llenaba de paz y alegría, solo quería sonreírle y que me sonriera de vuelta. Me sentí un idiota de nuevo. No entendía como podía sentirme incomodo pero tan en calma a la vez. Era una sensación tan extraña que tuve miedo de que Hyde notara mi nerviosismo. Pero aún así se sentía bien. A mi lado, contemplé a mi amigo que mantenía los ojos cerrados, y no soporté mirarlo más sabiendo que estaba enrojeciendo a cada segundo, y desvié la mirada al sol. Y quise aferrarme a él, como no queriendo que se fuera, que se quedara un poco más…que alargara más este momento con Hyde…
“Deberíamos irnos ahora, pero prométeme que volveremos”
¿Cómo podía negarme a eso? Le sonreí como si la respuesta fuera obvia, y me puse de pie, “lo prometo”. Y espero que pronto volvamos.

El camino de vuelta fue largo y tranquilo. Hyde parecía cansado, no habló mucho. En cambió yo rebosaba de energía, y no podía sentirme mas feliz y agradecido con él por llevarme. Definitivamente amaba la nieve, era una de las cosas que más me gustaba.
Al llegar Hyde me ofreció su ducha amablemente y accedí bañarme. Me relajé tanto que creí dormirme en el baño. Cuando salí Hyde entró y luego cenamos.
Pero fue demasiado silencioso. Me asusté, quizás…¿había hecho algo que a Hyde no le había gustado? Tuve miedo. Estaba muy distraído, posaba sus ojos en mí, y luego apartaba la vista nervioso. Eso me hizo sentir inquieto, algo le pasaba. Si, pude notarlo, aunque no nos conociéramos hace mucho podía presentir cuando algo le molestaba. “estás bien, Hyde-chan?” me aventuré a preguntar cuando había recogido el suficiente valor. Rayos! Me sentí como un desconocido, como si no conociera a Hyde preguntándole de esa forma. Su respuesta me dejó en la duda, y creció más la preocupación en mí. Pero no quise preguntar nada más.

Fue cuando estábamos nuevamente en su habitación cuando volvió a hablar. Pero ya no había silencio, la música le quitaba un poco de tensión al ambiente.
“¿Alguna vez has tenido pensamientos que crees que no deberían estar ahí? ¿Cosas que sabes que no son correctas… pero no te importa?” La pregunta me tomó por sorpresa y me hizo enrojecer…pero a la vez, hizo que comenzara a plantearme cosas que había preferido evitar…hasta ahora. Claro, esa era la respuesta. Por supuesto que me había planteado cosas de ese tipo, muchas veces. Desde que, desde que me abrazaste Hyde-chan… Pero no podía responderle eso!
De súbito un pensamiento apareció en mi mente. ¿Acaso a el le preocupaban las mismas cosas que a mí?. Se desvaneció tan pronto como vino. Eso no podía ser cierto. Pero... ¿pero de que hablaba Hyde entonces? Que podía preguntarle para saber? No tuve tiempo para formular una respuesta cuando ya me había deseado buenas noches, dando por finalizada la conversación…para él. Porque yo seguía pensando, conjurando absurdas teorías en mi mente. Pero a juzgar de sus reacciones, quizás no eran tan absurdas…
“si, mejor olvídalo te-chan” pensé para mí mismo luego de un rato. Me convencí a mi mismo que TODO era absoluta imaginación mía. O al menos creí hacerlo, el estómago me cosquilleaba.

A la mañana siguiente todo pareció mas normal. Volvimos a ser los típicos amigos que se hablan como si ninguna pregunta los hubiera puesto incómodos el día anterior. Hyde me llevó a mi casa y ahora sabía el recorrido. Lo invité por supuesto a venir cuando quisiera, me agradeció por haberme quedado con él. Y me abrazó.
Y de nuevo esa sensación recorrió mi cuerpo, y de nueva esas ganas de abrazarlo, que esta vez si pude llegar a cabo, como queriendo no soltarlo jamás. “Te escribiré pronto”, dijo antes de irse y yo entré a casa.

Deseé que ese “pronto” fuera ahora.
Ya comenzaba a extrañarlo y el hecho de recibir una carta próxima me hizo suspirar.
Y de nuevo me sentí como un idiota. Un idiota que no sabe lo que siente y que lo hace actuar estúpidamente. Ni siquiera tuve tiempo de entrar a mi habitación cuando sonó el móvil. Era Ken-chan.
“ya llegaste? Que bien! pensé que no regresarías” y su graciosa voz me hizo sentir más enojo de lo habitual. “como la pasaste te-chan?” ni siquiera respondí y eso preocupó a Ken. “….oye tet, estás bien?”
Por un momento pensé en pedirle consejo a Ken. Mi amigo de infancia, mi casi hermano. Siempre estaba ahí cuando lo necesitaba. Y ahora me sentía angustiado y confuso, porque extrañaba a Hyde aun cuando lo había visto hace unos minutos y esa sensación…esa sensación que se esparcía por todo mi pecho y no me dejaba respirar cuando recordaba estos días… ¿acaso Ken-chan podría ayudarme?

“es que…no me siento bien” Expliqué. Y le conté a Ken como me sentía. Nunca había tenido secretos con él. Jamás, yo le contaba todo. Y él siempre había sabido como ayudarme, como aconsejarme. Confiaba en que él podría saber que me pasaba.

“Ay Tetchan, pensé que no serías tan lento esta vez…Lo que pasa es que te has enamorado. ¿Qué no te das cuenta?” su voz tan cordial y pacifica a través de la línea me descolocó. Yo? podía ser posible?...Acaso, era eso lo que sentía? No podía ser posible! Me negué aceptarlo, aún cuando…sentía esos cosquilleos en el estomago, sentía mis mejillas sonrojadas. Todo tenía sentido. Por eso me sentía tan tonto, por eso…esa tranquilidad al estar cerca de él, por eso sensación de angustia al no estar cerca de él, por eso mi corazón latía con tanta fuerza?…pensaba que lo que me dijera Ken me haría sentir mejor pero lo único que hizo fue afligirme. Porque no quería, no quería estar enamorado de mi mejor amigo. No saldría nada bueno de todo eso. No….
“ no puede ser…”
“Tetsu, eso es lo que pasa…lo sé, yo lo noto…”

Colgué. ¿Desde cuando había comenzado a sentir esto? Traté de tranquilizarme. No era posible que el amor llegara de esa manera tan tonta. Porque yo no podía amar. Lo sabía. Y menos si era Hyde. Aun cuando quisiera imaginar algo, no se podía. Porque era algo tonto, estúpido e imposible. Eso era, algo imposible. Algo que no se podía imaginar. Era mi mejor amigo!
Y si…al menos lo intentaba? No luchar contra ese sentimiento?

“No seas estúpido te-chan. Es un amor que no será.”

Y me eché a llorar.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

20

Visión de Hyde. (Parte 2. Sábado)

“B-Buenos días Te-chan” sonreí también. ¿Debería moverme o dejar que él lo haga? Una parte de mí, la más fuerte, se negaba rotundamente a lo primero. Mientras que la otra parte me decía que soltarlo y separarme de él era lo más correcto. Pero como momentos antes, decidí hacerle caso a la parte más fuerte, solo por un momento más... y no lo solté. Me quedé quieto, el calor en mis mejillas se intensificada a cada segundo a su lado, sin embargo ignoré esa sensación. Quería mantener esa sonrisa en el rostro de Te-chan durante todo el día… Al poco rato, con cuidado y muy lentamente me separé de él, movido más por obligación que por querer hacerlo. “¿Cómo dormiste?” su voz rompió el silencio, tanto él como yo recostados lado a lado en la cama. El rojo en sus mejillas igualaba el mío. No nos miramos, me hundí un poco bajo las sábanas. “Increíblemente bien, nunca había dormido tan bien… ¿y tu?” Noté que su rostro se encendía un poco más y después de un largo rato la tensión fue disminuyendo, nos quedábamos en silencio cada tanto después de un par de frases. Pronto pasó de medio día y nosotros seguíamos en la cama.

Me hubiese quedado ahí el día entero pero recordé que quería a llevar a Tetsu a un lugar para el que había estado ahorrando desde hace mucho. Pero no quería volver ahí solo, ahora tenía quien me acompañara y quería aprovecharlo. Ya era bastante tarde así que me levanté de la cama rápidamente, aún tenía la ropa del día anterior. “¡Vamos Tetsu se nos hace tarde!”. El se quedó mirándome sin entender nada y eso me divertía. Entre corriendo al baño y me encerré en él. Me arreglé un poco el cabello y la ropa, lo necesario para que nadie notara que recién me había levantado, y salí de nuevo, tomé a Tetsu quien estaba apenas sentándose en la cama y lo jalé del brazo metiéndolo también al baño. “Debes quedar bien presentable ne… crees que si pasamos por Ken, ¿quiera acompañarnos?” “¿Acompañarnos? ¿A dónde?” Sonreí con un dejo de maldad, apoyado de espaldas a la puerta del baño para asegurarme de que no saliera. “oh-oh ¿no te lo dije antes?” Lo dejé salir cuando tocó tímidamente la puerta y lo miré con una enorme sonrisa, acerqué mi mano derecha para acomodar un mechón de su cabello detrás de su oreja. “No iremos muy lejos de aquí”

Cuando los dos estuvimos listos, llamamos a Ken pero éste nos dijo que le era imposible acompañarnos. Me lo dijo a mí, ya que no dejé que Tetsu escuchara a donde iba a llevarlo. Luego de preparar una mochila con todo lo necesario ante la mirada confundida de mi amigo, salimos de la casa y caminamos por el largo pasaje hasta la parada del autobús. Viajamos cómodamente en él alrededor de media hora. Cuando bajamos del autobús, saqué de la mochila dos chamarras y abrigue a Tetsu con una. Me coloqué la otra y lo llevé de la mano por un camino. Elevando un poco la mirada se podía ver una montaña muy alta y cubierta de nieve. Él la miró y sus ojos adoptaron un brillo especial, lo hacían ver más adorable.

“Vamos, si nos apresuramos, llegaremos antes del atardecer” continuamos caminando cuesta arriba hasta el teleférico. Luego de esperar un momento, estábamos en la cabina subiendo a la cima de la montaña. Abrigué a Tetsu con guantes y una bufanda que también había traído en la mochila. “Hyde, esto es increíble” miraba por la ventanilla. “Lo sé. Antes me gustaba mucho venir aquí con… mi ex –novia…” Bajé la mirada poniéndome los guantes también, ocultando un leve sonrojo detrás de la bufanda. Llegamos a la cima y bajamos con los esquís. Voltee a ver a Tetsu. “¿Sabes patinar?” “¿Y me lo preguntas ahora?” Ambos nos soltamos a reír. Le tendí la mano para que la tomara. “Igualmente quiero que nos guiemos” Le sonreí sinceramente y tomó mi mano. Nos deslizamos por la nieve tranquilamente e hicimos competencias, una tarde realmente agradable y divertida. ¿Siempre iba a ser así con Tetsu?

“¡Pronto va a atardecer!” Subimos nuevamente a la cima, a la parte más alta a donde podíamos subir. La vista era preciosa, extrañaba mucho ese lugar. Tal vez también extrañaba la compañía pero Tetsu hacía que ese momento fuera mejor que muchos otros que había vivido. Pasé mi vista del bello paisaje a Tetsu, él tenía la vista fija en el lago que más allá se observaba ocupando una gran parte de la vista. Detrás del lago había más montañas que apenas se distinguían como sombras rodeando a nuestro pueblo. “¿Puedes ver tu casa desde aquí Te-chan?” Se giró y me sonrió, sentí un escalofrío que me entibió por dentro. “No lo sé, ¿tu ves la tuya? Creo ver la mía pero no estoy seguro” Señaló un punto a lo que parecían centímetros del lago. “Justo ahí puedo ver ese enorme edificio que está cerca de la villa en donde vivo.” “Entonces a unas mil cuadras está mi casa” Me abracé las piernas y apoyé la cabeza en el hombro de Tetsu. “No exageres, no vivimos tan alejados” reímos.

Luego de unos segundos en silencio, no sé porqué, cerré los ojos y traté de sentir con todas mis fuerzas el calor de Tetsu. Ahí estaba y me fascinaba. Tuve deseos de abrazarlo, como la vez que habíamos ido a la tocata, solo que esta vez quise permanecer ahí un momento más. Después lo abrazaría. Mantuve los ojos cerrados, en silencio, podía escuchar su respiración. La gente pasaba lejos de nosotros… reían, hablaban… Todo lejos de nosotros. En mi cabeza solo podía ver a Tetsu a mi lado, sentir el calor de su cuerpo junto al mío, su respiración cerca de mi oído. Me estremecí pero él no pudo notar eso. Aún con los ojos cerrados, sonreí levemente ensimismado en mis pensamientos y de un segundo a otro tuve deseos de besar a Tetsu… Abrí los ojos repentinamente, me mordía el labio inferior… “Hyde-chan ya está atardeciendo” Apoyó su cabeza en la mía. No me moví, no respondí. Vimos el atardecer en silencio, pasó rápido, de forma casi imperceptible. O tal vez lo sentí así porque estaba pensando en otras cosas… Me incorporé cuando se oscurecía. “Deberíamos irnos ahora, pero prométeme que volveremos” Lo miré a los ojos, ahí estaba ese impulso de nuevo. Pero no iba a arruinar nada por confusiones que mi mente quería jugarme. “Lo prometo…”

Volvimos a mi casa por el mismo camino. Casi no hablé. Tetsu me decía que lo había pasado genial y me agradeció pero yo iba muy distraído. Llegamos y cerré la puerta con llave, mi madre así me lo indicaba siempre que me dejaba solo en casa. “¿Quieres darte una ducha?”. Tetsu se sentó en el sofá y se sacó la chamarra. Aceptó y se dirigió al baño. También me saqué la chamarra y fui a la cocina para preparar algo para cenar. Después de él, me duché yo y cenamos. Durante la cena continuaba en silencio. Creo que eso preocupó a Tetsu porque tampoco habló. Tal vez prefirió no preguntar o tal vez también estaba pensando en otras cosas. Tal vez se sentía igual que yo… pero que va! Eso no podía ser posible. Solo a mi se me ocurre pensar en cosas que no tienen que ver… piqué el plato con el tenedor. Ya no me quedaba más comida. Ni siquiera noté cuando terminé de comer. “¿Estas bien Hyde-chan?” Creo que ya me había cansado de esperar esa pregunta. “Tal vez...” Me levanté y llevé los platos al lavabo dejando una gran duda en él. Subimos escaleras arriba y nos metimos en la cama. Puse música tranquila en el mini componente y miré el techo. Tetsu me miraba podía sentirlo. Giré a verlo. “¿Alguna vez has tenido pensamientos que crees que no deberían estar ahí? ¿Cosas que sabes que no son correctas… pero no te importa?” Me miró quieto. Tal vez fui un poco directo. “¿Q-Qué quieres decir…?” Enrojeció. ¡Diablos! ¿Por qué me hacía esto? “Me refiero a que son cosas que… bueno probablemente muchos chicos de nuestra edad piensan pero sabemos que no es correcto, o al menos eso nos hacen pensar” Estaba hablando sin pensar eso no era bueno… “Hace tiempo que he tenido estas dudas ¿sabes?” No podía mirarlo, volví la vista al techo y suspiré. “Mejor olvídalo Te-chan… buenas noches” Le sonreí para tranquilizarlo, o intentarlo al menos y me giré dándole la espalda. Me quedé dormido hecho un ovillo. No se cuánto tiempo más pasó Tetsu despierto…

Cuando volví a abrir los ojos, el sol ya entraba por la ventana y Tetsu dormía a mi lado, yo permanecía en la misma posición, dándole la espalda. Después del desayuno acompañé a Tetsu a su casa. Ahora sabía en donde vivía. “Puedes venir cuando quieras Hyde-chan… ¿estás seguro de que tu madre no tardará en volver?” “Muy seguro, muchas gracias por quedarte conmigo…” Lo abracé. “Te escribiré pronto” Sonreí y me alejé antes de seguir a mis estúpidos impulsos y lanzarme encima de él. Llegué a mi casa y volví a meter en la cama. Pensé en la sonrisa de Tetsu, había logrado mi cometido. Mantuve esa sonrisa en su rostro durante el día… Pero tenía que dejar de pensar, necesitaba despejarme...