miércoles, 20 de julio de 2011

Anuncios!

hola!! muchas gracias a todas nuestras lectoras :D
El fanfic ha finalizado, pero siempre estará aqui para que lo lean x)
me aprovecho de este espacio para promocionar dos cosas:

A new color! un foro de fans de L'arc-en-ciel que está muy lindo :3

Metropolis! un foro de rol de J-music y otros si quieren c:

eso, espero esten bien x3

sábado, 14 de mayo de 2011

Epílogo

Invierno, Francia.

“Tet-chan? Pensé que nunca volvería a escucharte! ¿cómo están las cosas por allá?”

“Que cómo van las cosas, pues bien...”

Querido Ken-chan:

¿Qué cómo van las cosas? Ken-chan, es horrible…

Al llegar a parís, era invierno. Un invierno blanco, frío…no solo por la baja temperatura de europa, la gente…la gente era fría y distante. Me sentía como nunca fuera de lugar, lejos del calor…

No tengo internet, ni teléfono. Mis papás me mantienen internado en la nueva casa, como si eso pudiera apalear un poco el dolor que siento por dentro, como si eso pudiera borrar todo lo que yo había vivido…

¿Cómo iban las cosas? Ahora, mientras recuerdo la conversación, me es imposible no rememorar las emociones que sentía en esos días.

Luego de unas semanas recién pudieron encontrarme una escuela, puesto que yo no manifestaba preferencia por ninguna. Me había replegado en mi mismo.

Desorientado, dolido, triste por todo lo que había perdido, por a quién había perdido.

Solo unos meses después me permitieron hablar con contigo, cuando esos tiranos, que se hacían llamar mis padres, se dignaron a darme una alegría. Pero no es para tanto, me vigilan, de hecho no saben que te mandé esta carta.

Me llevaron al psicólogo, para que “solucionaran mi problema”, me daban charlas. Mis hermanas me miran con temor, ¿por qué nuestros padres se mostraban tan raros conmigo? Ellas no parecían, no quería entender.

Lo que más me duele es que mis padres se sientan…como decepcionados de mi, como si hubiera hecho algo malo.

Siempre serás mejor amigo. Luego del incidente, apenas pude verte. ¿Cómo los padres pueden destruir así como así una amistad de tanto tiempo? Yo no los entiendo. Pero deberíamos pensar que ellos creen que hacen lo correcto, lo que es mejor para nosotros. Aunque mejor dicho, ¿lo que la sociedad cree mejor para nosotros? ¿Qué no es solo esto una estúpida influencia de la sociedad en la que vivimos? Nuestras normas, nuestras conductas…son regidas por ella, y si me salgo, ¿es que acaso soy un desviado? ¿Es justo realmente?

Los dilemas que esto me trajo no me abandonarán nunca, y las interrogantes siempre quedarán.

Agradezco que me conozcas tanto, pues mi madre, ese día que hablamos, me vigilaba. Ella no quería que yo hablará de “él”. De el innombrable.

En eso se había convertido hyde, mi doiha-chan…en el innombrable… “y supongo que quieres saber cómo está mi madre ¿verdad?” “sí, me contabas que tenia algunos problemas, mándale saludos a la señora kitamura! La extraño mucho…”

Muy inteligente de tu parte de meterlo así a la conversación, eh?

Te quiero mucho ken-chan…ojalá a ti tampoco te pierda…

Solo y perdido,

Tet-chan.


“- Lo siento Tet-chan, aunque se que quieres saber cómo va hyde, lamento decirte que solo pude verlo unos días después que te fuiste. Las cosas tampoco fueron fáciles para él”

Nunca me había pasado, pero cuando dejas situaciones inconclusas sientes una ansiedad por dentro que no se va nunca, sobretodo cuando las cosas terminan de esta forma.

siento que te tengas que enterar así pero, no volví a verlo. Hyde se fue de la ciudad”.

***

Los años pasaron. Me volví un chico más fuerte, más frio, más distante. Y a pesar de sentirme un bloque de hielo por dentro, me entregué a la vida como si no me importara nada. Visité todos los lugares extravagantes de parís, perdí la cuenta de todas las cosas que probé, de todas las chicas que pasaron por mi cama. ¿ y lo peor de todo? Mis padres se alegraban por ello.

Fui el mejor de mi clase, el mejor de mi generación. Pero poseía aún ese halo de misterio, el que me encontraban todos. El chico extranjero, el que parece sonreir, pero esa sonrisa no llega a sus ojos, es agradable, pero extraño. Debe ser como todos los orientales, extraño. ¿extraño, yo?

Sin embargo, aprendí mucho en ese país. Europa era en general, un mundo más abierto de mente.

Y cada día que pasaba, a pesar de mis acciones, no había segundo en que no pensara en doiha-chan. En lo diferente que hubiera sido si hubiésemos nacido en un país como ese.

No, jamás lo habría olvidado.

De hecho, en ningún momento se me pasó por la mente. Para mi, el había sido lo más importante en mi vida, y me reprendía a mi mismo, una y otra vez por no haberle dicho que lo amaba. Ahora, yo era más maduro, dejaba de pensar en cosas infantiles, en sueños infantiles, pero eso no quitaba que antes no lo hubiera sentido. ¿Por qué no había podido decirlo? Esa pregunta me atenazaba cada noche el pecho, cuando cerraba los ojos y lo único que veía era a un chiquillo de cabello oscuro, cantando. Entonando una melodía que jamás volvería a escuchar.

¿Volvería a verlo? Lo ignoraba, no lo creía realmente. Pero eso mismo me daba ánimos y no sé, era lo que me impulsaba a tener esos pensamientos masoquistas, de que jamás habría nadie como él, que jamás lo olvidaría.

Quizás eso mismo es lo que me impulsó a querer volver a Japón. Donde el invierno azotaba aún más fuerte mi corazón.

Yo ya era mayor de edad, aquí y en cualquier lado del mundo. Tenía el derecho a hacer lo que yo quisiera con mi vida. Y a pesar de que desde ese día, en que llegué a parís por primera vez, me dejé manejar como una marioneta por mis padres, el día de mi graduación me rebelé por primera vez, cortando los hilos que me unían con ellos. “ustedes ya han manejado suficiente mi vida, y ahora me ven, soy una persona hecha y derecha. Pero no dejaré que decidan mi futuro, y lo que yo quiero en él es música”. ¿Cómo hubiesen sido las cosas si me hubiera rebelado antes?

Así que unas semanas más tarde, dejé todo lo que parís me podía ofrecer y volví a Japón. Porque por alguna razón necesitaba mis raíces para empezar con mi carrera. Necesitaba sentirme en mi tierra, y en cierto modo era cierto –una razón por la que mis padres finalmente decidieron dejarme ir –pero había otra más poderosa: esa sensación de que al menos, podía respirar el mismo aire que doiha-chan en ese momento.

A mi regreso, no quise retomar contacto con nada, con nada que me devolviera al pasado. Solo ken me importaba. Él, que había sido mi pilar en todos estos años, mi modelo a seguir. Estaba en 2º año de universidad, pero al verme, no lo pensó dos veces: “estaba esperando que volvieras, pequeño parisense”. Dejó la Universidad, para ser mi guitarrista.

Pero antes de empezar, necesitábamos dos miembros más, y en mi sentía la necesidad de buscar en lugares de mi ciudad, la que me vio nacer. Era ahí, lo sabía, donde quería encontrar a las personas que me acompañarían. Era ahí donde se había destrozado mi vida, y era donde pensaba volverla a hacer. Resquebrajada, pero estaría al menos unida.

Habían pasado casi 6 años…tanto tiempo desde que había dejado mi hermoso país, mi hermosa ciudad. Ahora, yo, un chico con una nueva mentalidad, más interesante (o así me sentía yo), con mi boina sobre la cabeza, entraba como todo un extraño al club donde ken me habría llevado infinitas veces, ilegalmente cuando era menor de edad.

Afuera hacia frio, pues había llegado en pleno invierno, y aunque el viento corría fuerte y había logrado calar dentro de mis huesos, adentro del lugar hacia tanto calor, gracias al tumulto de gente, que me fue inevitable despojarme de mi abrigo.

Sin embargo, fue en esos pequeños segundos, en los que le di la espalda al escenario –desde donde había parado la música, al parecer por un pequeño intermedio – para dejar mi grueso abrigo en el respaldo de la silla, cuando lo escuché.

“y para terminar…quisiera dejarles con este tema que compuse pensando en una persona muy especial…”

Y las notas comenzaron a sonar. Me quedé paralizado, como creyéndome en un sueño. No quería creer en la coincidencia, porque sino la decepción sería muy grande. Por lo que la primera estrofa y el coro de la canción los pasé de espalda, aún con miedo a girarme, a llevarme una mala sorpresa. ¿Sería el? Por mi mente pasaban a la velocidad de la luz miles de recuerdo, miles de oraciones inconexas, pero cada una con completo sentido…

"You know completely

The taste of sin

Melting sweet in your mouth

Like chocolate…”


¡Si! ¡estaba seguro que era hyde! ¡Mi doiha-chan!

Sin embargo, al darme vuelta rápidamente me llevé una sorpresa. En el escenario se veía bajo una pésima iluminación, una sombra. Guitarrista, bajista, sonaban desacoplados, cosa que no había podido notar antes, y el baterista sonaba demasiado fuerte. Más el vocalista cantaba con todas sus ganas. ¿mujer? De haber visto antes de escuchar asi lo había creído, pero era un chico el que estaba cantando, con el pelo un poco más largo, y mientras avanzaba la canción, había sacado unos anteojos oscuros de la gabardina negra que usaba para colocárselos, lo que le daba un aire aún más misterioso.


De habérselos puesto unos segundos antes, jamás lo hubiera reconocido. Esos ojos para mi, eran inconfundibles, más su apariencia, la de mi doiha-chan, hace mucho que había desaparecido de su cuerpo.

¿Hyde?

El corazón se me agitó con fuerza, la respiración se detuvo mientras sentía como si las imágenes se estuvieran enlenteciendo…semejantes a una película en cámara lenta…


Por un momento creí que me había notado, que mi mirada había sido tan intensa para que la notara. Sin embargo, no podía saberlo, pues el tenia sus ojos tras las gafas. La canción terminó sin que me diera cuenta, y mientras el público aplaudía, hyde daba las gracias por la asistencia y bajaba del escenario.

¿Ir a verlo? No sabía si hacerlo, por que no estaba seguro de nada. El había cambiado, podía notarlo. ¿Quién me aseguraba que no me hubiera olvidado?

Sin embargo, sentía la necesidad de al menos verlo, de escucharlo otra vez. Era mi oportunidad, tantos años esperándolo… ¿y alejarme como un cobarde?

De verdad quería hacerlo…a quien quería engañar, a él venía a buscar. En solo él estaba pensando cuando decidí volver. Irme en ese momento sería negarme una y otra vez lo que sentía.

Y yo lo amaba tanto… aún a pesar de tanto tiempo…

Al bajar del escenario, una gran multitud se le acercó para felicitarlo. Al parecer su banda era muy famosa en locales como este, a juzgar de la cantidad de seguidores. Hyde los saludaba con desdén, distraído. Hasta que una chica se le abalanzó al cuello y pareció que él sonreía un poco. Luego, ella lo alejó un poco para poder conversar más calmadamente.


“De modo que ya tiene a alguien..” pensé con tristeza, y sin voluntad, sin coraje ni nada. Di media vuelta.

Otra vez, se hacía presente mi debilidad. Esa, que me había arrastrado lejos de todo lo que amaba y apreciaba. Ese defecto estúpido, que al parecer no se había aminorado a través de los años.

Si, era un joven más maduro, pero seguía siendo un idiota cobarde. No pude vencerme a mi mismo.

Derrotado por mis propios fantasmas, decidí dar media vuelta y salir a la calle.

Me merecía todo lo que estaba pasando. Me lo merecía por ser un estúpido cobarde, que amando a alguien como yo decía, no había sido capaz de luchar por esa persona.

Afuera empezaban a caer pequeños copos de nieve, pero la verdad ni siquiera me fijé. Estaba preocupado, inmerso en notar como mi corazón se rodeaba por una sólida masa de hielo. Que se forjaba, helándome el pecho, causándome un dolor insoportable…

Y así…mientras daba los primeros pasos hacia un futuro incierto…


Notaba como los pequeños copos de nieve impactaban en mi cabello y mejillas…sin siquiera derretirse debido a la frialdad de mi cuerpo…

Caían poco a poco…al igual que mis lágrimas…


Te-chan?”

Súbitamente, me detuve.

Desde dentro del club, se oían estruendosos sonidos de instrumentos. De la calle principal, a varios metros llegaba el sonido de los autos circulando, a pesar de la hora que era. Sin embargo, eso poco importó pues pude escuchar esa voz perfectamente. Una voz cálida, grave. Con un tono particular, que a pesar de los años, sentía capaz de identificar en cualquier lugar.


Di la vuelta, y observé a hyde que estaba a escasos metros de mí. La puerta por la que había salido comenzó a cerrarse lentamente, opacando la música que salía del lugar. Hyde usaba la gabardina negra del show, cerrada hasta al cuello, con las manos en los bolsillos, para protegerse del frio. Pude observar que tenía los ojos delineados, y trencitas en el pelo, lo que le daba un aspecto más delicado. Pero el no mostraba nada de esa delicadeza. En él todo era fuerza. La que a mi me faltaba.

“¿te ibas de nuevo sin despedirte de mi?”

El quería sonreír, pero no podía. Y yo tampoco. “lo siento”, solo atiné a decir, pues estaba demasiado shockeado. Demasiado confundido con las emociones que nacían en mi interior. Quería hablarme más, quería saber qué había sido de su vida…sin embargo la idea de que él tuviera a alguien más…me desanimaba…

No podía soportarlo…

solo quería saber si estabas bien, y si lo estás. Yo…lo siento por haberme ido así, de que las cosas terminaran de ese modo…pero creo que ambos estamos bien, y eso es lo que importa”.

“no te vayas”, apenas susurró él, dando un paso cuando yo di el mío. Sin embargo, ya no había vuelta atrás para mi.

No tenía ganas de fingir. “no puedes irte de nuevo, no dejaré que me dejes”

¿ y para qué? Quise decirle yo, ¿si ya no me quería?

las cosas han cambiado doi…hyde.” Dije, a lo que me miró confundido. En ese momento la puerta se abrió y la chica que había visto anteriormente interrumpió la escena. Me miraba con los ojos bien abiertos, con la boca casi formando una “o”, y luego se acercó a hyde, confundida.

vete con ella mejor, debe haberte venido a buscar”

Era bonita, con un abrigo color rosa que le llegaba hasta las rodillas, y unos guantes que combinaban con su gorro, parecía no entender mis palabras, ni por qué yo la miraba de esa forma. Hyde tenía la misma expresión en su rostro.

¿por qué se hacía el que no quería entender? ¿No se da cuenta de lo duro que era para mi?

Y mientras me daba la vuelta…cerraba un capitulo que se había mantenido abierto demasiado tiempo…

¿Realmente se cerraba? ¿así lo creía?

Risas.

Oí un inicio de risas.

¿hyde?

“ay te-chan…¿no estarás pensando qué?...”

No, era la chica.

Más risas.

Me di la vuelta otra vez, y vi que hyde sonreía.

Era una sonrisa cálida, y sus ojos tenían un brillo que se me hacia conocido. La chica lo miraba también, y ambos trataban de no reir. ¿por qué?

“¿Acaso pensabas que yo era su novia?”, dijo la chica, y no pude ocultar mi sorpresa. Ella miró a hyde, y él se acercó un poco hacia mi. “veo que no la reconociste. ¿cierto que ayana-chan está muy cambiada?”

¿¿ayana???

Sí, la misma. Era la presidenta del fanclub de la banda de hyde. Su amiga de confianza ahora, en la única mujer en la que seguía confiando. Ella le había dado la fuerza para seguir adelante, luego de los sucesos que pasaron hace tanto tiempo.

Ambos iban a la misma academia. Ella para diseño de vestuario, hyde para arte. Sin embargo, este pensaba en dejarlo, pues había otra cosa que lo apasionaba más…

no puedo creer lo tonto que he sido”, Ayana se había ido dejándonos solos de nuevo. Estaba contento de verla, si. Pero en este momento era preciso solucionar otros aspectos antes, y ella los conocía bien.

La dulce, y cálida ayana.

Había cuidado a Hyde desde que..


¿en serio pensabas que podría olvidarme de ti?”, dijo hyde, un poco más cerca que antes. Pero aún los dos nos sentíamos un poco incómodos. Era tanto el tiempo que había pasado que no sabíamos como empezar.

no lo sé” contesté yo, bajando la vista. Me sentía mal de haber dudado, de haber sido inseguro. Otra vez, mi yo interno me traicionaba. Y no podía superarlo, al parecer no iba a superarlo.

eso ya no importa” dijo él, conciliador, y se acercó un poco más. “el hecho es que no lo hice. Jamás dejé de pensar en ti.”

Sus palabras borraban cada una de las manchas que se agolpaban en mi alma.

doiha-chan…siempre he confiado en ti…sin embargo…”

Soy un ser inseguro…un niño débil, manipulable.

eso ya no importa..”

Y siempre me sentiré culpable de las cosas que pasaron, pues realmente pienso de que de haber sido más fuerte, nosotros podríamos habernos evitado tanto dolor.

a pesar de todo lo que ha pasado, jamás me arrepentiré de haberte conocido. Por que…por que yo…por que te amo…y sabía que aunque estuviera tan lejos, haría lo posible para volver a ti”.

Aunque en esos momentos no pudiera ni siquiera escribirte una carta.


Hyde sonrió, de una forma sincera y cálida. Podía ver en sus ojos que él también había sufrido, que él me creía, que me comprendía.

siempre lo supe te-chan” dijo, y me sentí aliviado. Aliviado de que aún me quisiera, lo podía sentir. “y nunca dudé que te fuese a ver de nuevo. Y por eso cantaba todos los días, la misma canción, con la esperanza de que volvieras a aparecer”

Y funcionó.


¿pero sabes por que jamás dejé de creer en ello?” ¿por qué?, le pregunté yo.

por que aún tenemos una promesa que cumplir. ¿Recuerdas la montaña?

La hermosa montaña blanca se alzaba detrás de nosotros, recordándonos nuestra promesa.

Prométeme que volveremos a venir aquí…

Hyde acabó con la distancia que nos separaba y me abrazó. E ignorando que pudiera aparecer alguien, cualquier persona me besó, lo hizo como yo lo recordaba.

volvamos a la montaña…caminemos y admiremos su belleza, su inmensidad… que es solo superada por lo mucho que yo te amo…y para que volvamos a prometer, y ahora para siempre, que jamás nos volveremos a separar”

Asentí y tomé su mano fría, la que yo pretendía calentar.

Daba lo mismo si alguien salía en ese momento, daba lo mismo si alguien nos veía, no me importaba nada.

Solo me importaba calentar la mano de hyde, y también su corazón.

Y al igual que las huellas firmemente impresas en la nieve a medida que avanzábamos, quería que quedara nuestro amor y el deseo que teníamos de no separarnos jamás.

Nunca más.


END.

******

Pensamos sinceramente que No debíamos ser tan crueles y escribirles un epilogo, para al menos dejarles una sensación más cálida y reconfortante xD. No encontramos necesario meter algo más de "lemon" o "yaoi" propiamente tal, sinceramente creo que nunca fue con la linea de esta historia, y creo que para todos fue mejor así.

Quiero dar mis agradecimientos a todos nuestros lectores, sobretodo a

- Dore, por leer siempre y siempre decir algo aunque sea por msn o por donde sea.
- Las chicas del foro UC, y ahora new color, por tambien leer y emocionarse por las actualizaciones; juro que me hacía muy feliz verlas colapsar xD
- a los nombres nuevos que veía en el chat y en los comentarios. no saben la inmensa alegría que me daba leer cosas nuevas de gente que no conocía, y que les gustara nuestro trabajo.

y por ultimo, la persona más importante, a MI hyde :B, al otro auto de esta historia, por acompañarme en mis locuras, por aceptar escribir este proyecto conmigo, el que solo partió con la idea de un coso livianito para saciar mis -siempre presentes- deseos de haitsu amorsh, y que convirtió en algo muy genial.

Fueron más de 2 años, y creo que cada una de estas cartas lleva impreso en ellas una huella distinta, pues cada una fue escrita en contextos distintos; cada una en cierta manera...tiene algo de nosotros y que fue evolucionando.

Realmente, muchas gracias a todos, y en especial a ti! por ser mi amigo, por escribir conmigo, y por jamás dejar que las diferencias, que las cosas impuestas nos separen.
en cierto modo, nuestra amistad también es por correspondencia, ¿o no?

sábado, 16 de abril de 2011

51 (FINAL)

No podía ser real, seguramente seguíamos dormidos y aquello era una pesadilla, mi madre no podía estar ahí. Sentí como si mi corazón se detuviera y todo ahí fuera una ridícula escena de una película. En el justo instante en que escuché la voz de mi madre abrí los ojos y todos los sonidos volvieron, me giré rápidamente pero ni una sola palabra alcanzó a salir de mis labios. Mi madre me tenía fuertemente sostenido de un brazo y comenzaba a gritarme enloquecida.

Traté de zafarme y lo logré un par de veces pero ella volvía a engancharme. Fue en el momento en que espetó contra Tetsu esas palabras sin delicadeza como si se tratase de un ser insignificante que supe que aquello no iría bien.


Miré a Tetsu implorándole con la mirada, él pareció entender y me solté por última vez "Puedo ir solo", susurré por lo bajo tratando de no llevar eso a algo mayor pero mi madre, como siempre, no podía quedarse callada. Mi cara estaba ahora completamente de un color rojo, tenía coraje, no deseaba ir con ella

¿quién rayos había ido con el chisme?

Me sacaba en cara lo que los vecinos podían decir de mi y yo contestaba de mala manera tirando que ella no era de lo mejor y que no podía reclamarme nada, no podía medir mis palabras, en ese momento la odié demasiado. De reojo podía ver a Tetsu ir detrás de nosotros, callado, y en medio de discusiones abandonamos el lugar.


Una vez en el carro, el incómodo silencio formó parte de los tripulantes, haciéndose presente y burlándose de todos. De momentos miraba a Tetsu por el espejo lateral sin saber qué decir o hacer, estaba asustado, debo admitirlo. No quería, o más bien no sabía, que por ese error pudiera pasar algo de lo que me arrepentiría.

Pensaba en tantas cosas que podrían pasar al llegar pero cada una tan incierta como la anterior. Mi madre por fin se había quedado callada y se concentró en conducir pero sé que por dentro sólo podía estar pensando en la peor forma de arruinarme la vida.


El sol ya se había ocultado para cuando llegamos a la residencia Ogawa, mi miedo se incrementó un poco, no era todo, ahora teníamos que enfrentarnos a los padres de Tet-chan.

Bajamos del auto y nos encaminamos a la puerta, quería hablar con Tetsu, ansiaba quitarme a esa mujer de encima cuanto antes, pero apenas abrí la boca ahí estaba de nuevo haciendo acto de presencia y haciéndome callar. La miré como quien mira a un bicho en el suelo de la ducha y no desea pisarlo con los pies desnudos.

Tetsu insistió en la puerta de su casa una segunda vez hasta que su madre apareció detrás de la misma. Suspiré, temía que no había pasado ni la cuarta parte de la pesadilla que comenzaba. Ni siquiera pude escuchar la voz de la señora Ogawa cuando fui empujado junto con Tetsu hacia el interior de la casa.

Adentro, el padre y sus dos hermanas nos miraban extrañados y ahora comenzaba la batalla. Vagamente escuchaba lo que decían, muy a lo lejos y no despegaba la mirada de Tetsu, quería abrazarlo y decirle que estaríamos bien pero ni yo estaba seguro de eso.

Después de un momento, sólo estábamos nosotros dos y nuestros padres en la sala, las hermanas de Tet-chan habían sido alejadas del caos, en ese momento me hubiera gustado haber subido con ellas pero en cambio estaba ahí esperando a que la bomba estallase…


"…En una casa de playa haciendo quizás qué cochinadas!"

Salí de mi ensimismamiento cuando escuché a mi madre hablar así, miré alrededor, todos la miraban, de tantas cosas vergonzosas que ella me había hecho pasar en la vida aquella era la peor. No despegaba mi mirada de ella, quizás sentiría el enorme repudio que sentía en ese momento. No podía hacer nada más que seguir escuchando y al parecer a nadie le quedaba otra opción, gritaba y maldecía como una loca hasta que los padres de Tetsu interrumpieron y el ambiente se calmó por unos segundos.

Vi como Tetsu se hundía en su lugar cuando sus padres lo miraron ahora a sabiendas de que les había mentido. En ese momento mi atención se centró en mi madre, por una extraña razón, lo que decía me había atrapado.

Megumi había sido la causante de todo, ¡¡esa estúpida!! ella y sus malditos celos. Salté sin poder evitarlo e incluso sin fijarme "¡Esa perra! ¡Sabía que era ella en la playa!"

Todo estaba claro, ellos no tenían porque estar ahí si no hubiera sido por ella y su enorme boca. Estaba aún más enfurecido.


Sin embargo, las cosas en el ambiente se tranquilizaban, ahora mi madre ya no gritaba y los padres de Tet-chan metían coherencia a esa discusión. Mi madre lloriqueaba y se quejaba con total indignación como si hubiera descubierto que yo vendía drogas o hacía cosas ilegales, estaba haciendo un drama de todo esto, o al menos yo así lo veía.

Fue hasta que mi madre estuvo a punto de culpar de todo a Tetsu, el padre de este la detuvo en seco y ella guardó silencio. Casi pude sonreír, estaba satisfecho de que alguien le hubiese puesto un alto a esa mujer. Aunque el gusto no nos duró mucho, un momento después continuó alegando que hacíamos las cosas mal y que teníamos conductas "desviadas", ¿desde cuando el amarse es signo de mala conducta?, no podía comprenderlo.

Suspiré cansado, de reojo miraba a Tetsu. Luego volví a mirarlo pero esta vez mantuve la mirada, bajé la mano hacia la suya y la tomé con fuerza, nuestros padres no se habían percatado hasta que no pude soportarlo más y hablé de frente a todos.

"No son conductas desviadas. No tiene nada de malo. Yo quiero a Tetsu, y el me quiere. Y tú… tu no puedes cambiar nada…"

La miraba ahora a ella, desafiante. No iba a soportarlo más, quería a Tetsu y quería estar con el sin tener que escondernos de nuestros padres o de la gente en general. Ojalá hubiera en esa sala alguien que nos entendiera, pero al parecer no teníamos nada de eso.


Mi mano se soltó con violencia de la de Tetsu cuando mi madre no pudo callarse más y nos obligó a separarnos. Volví a suspirar, trataba de mantener la calma, después de todo era mi madre, pero diablos! estaba comportándose como una loca ridícula. Para mi era normal no soportarla de vez en cuando pero había alcanzado un límite de mi paciencia que nunca creí que especialmente ella pudiera cruzar.

Tantas cosas pasaron por mi cabeza en ese momento y sin darme cuenta comencé a vomitarlas, estaba tan lleno de rencor en ese preciso instante que no pude aguantarlas más.

"…No vengas ahora diciendo que te intereso, mejor ándate con tus hombres, puta!!"

Su mano me hizo callar, me había pegado una bofetada, me llevé la mano a la cara sobándome la mejilla, dolía pero estaba satisfecho de haber sacado todo eso, me quedé callado y mientras ella seguía hablando ya no quise volver a mirar a Tetsu y a su familia, estaba avergonzado, triste, furioso, tenía tantas emociones que sentía ese nudo en la garganta cuando estas a punto de soltarte a llorar. Me lo tragué y arrepentido de no voltear atrás salí de la casa empujado y seguido de mi madre aún lanzando improperios a la familia de Tet-chan.


Escuché como amenazó a Tetsu pero ya no pude decirle nada, sin mirarla me subí al auto, en el asiento trasero. Ella tampoco me miró ni me dirigió la palabra en todo el camino, sólo condujo hasta la casa.

Durante el trayecto el nudo en mi garganta volvía pero una tras otra vez me lo tragaba sin darle el gusto de verme llorar, estaba cansado de todo, eso no estaba bien.

Apenas unos minutos después, llegamos a casa, me bajé del carro con la maleta en la mano y corrí a la puerta, busqué en mi chaqueta, pero para mi mala suerte recordé que las llaves estaban en el fondo de la maleta.

Así que esperé a que ella llegara, lo que quería era encerrarme y que no me dijera nada más pero no iba a poder ser así. Llegó a mi lado y abrió la puerta, me adelanté y apenas pude llegar al primer escalón.


"Quédate aquí"

Susurró ella, yo tragué saliva, dejé la maleta en el escalón y bajé a donde estaba mi madre. Esperaba que comenzara a gritarme o incluso que volviera a golpearme pero no fue así. Ella estaba enfurecida pero también estaba triste.

"En qué estabas pensando?!"

Alzó un poco la voz si, pero esta vez al parecer ya estaba cansada, ¿cuantas veces me había preguntado lo mismo?

"No estaba pensando, generalmente uno no planea enamorarse, ¿de acuerdo? ¿Es tan difícil de entender? Sólo…"

Mi voz comenzó a quebrarse, no quería estar ahí, quería llegar a mi cuarto, estar solo y dejar que todo fluyera sin que nadie me viera. De todas formas ella interrumpió

"No voy a permitir que mi hijo sea motivo de burla y rechazo ante la sociedad"


Sus palabras me calaron en los oídos, no pensé que mi madre con la "fama" que tenía, se atreviese a hablar de un estatus ante la sociedad. Para su sorpresa, por mi mejilla, aún roja por el golpe, se había escapado una sola lágrima que llegó hasta mis labios que sonreían muy mínimamente, pero me deshice de ella disimuladamente.

"Como tu digas"

Me di media vuelta esperando a que me detuviera una segunda vez pero no fue así, pude darme la vuelta completa y subir a mi cuarto, sabía que algo estaba planeando, pero no quería averiguarlo, al menos no por hoy.


Llegué a mi habitación suspirando varias veces intentando guardar compostura pero ya era demasiado, no sabía que iba a pasar y eso me daba pavor. De repente una lágrima tras otra comenzaron a salir, sólo fue un momento mientras sacaba todo lo que había guardado por tantas horas.

Luego de un momento, dejé de escuchar sonidos en el comedor y la cocina, escuché que mi madre pasaba de largo por el pasillo y cerraba la puerta de su habitación. Me levanté y tomé la guitarra, en silencio y sin escribir lo que cantaba, comencé a crear una melodía, con la voz tarareaba una letra que no existía y por pequeños lapsos de tiempo las lágrimas volvían a correr despavoridas por mis mejillas.

No fue hasta después de media noche que me quedé dormido, con la guitarra a mi lado, por la mañana habría olvidado todo aquello incluidas las letras sin escribir.


Esa mañana estuve sentado junto al teléfono largo rato, no sabía si esperaba que Tetsu se comunicara o buscaba fuerzas para llamarlo yo aunque la respuesta fuese negativa.

Cuatro días después, cuando mi madre estaba fuera, al fin logré tomar valor y marcar su número, escuché al otro lado la voz de su madre, ninguna palabra salió de mi boca y por más que la señora insistía "Diga? Quién habla?", terminé colgando.

Los días siguientes me concentraba leyendo sus cartas, recordando los buenos momentos que habíamos pasado. ¿¿Cómo iba yo a saber que las cosas terminarían así?? Era casi una tontería pensar siquiera en ir a buscarlo. No me permitirían verlo, pero es que todo había pasado tan rápido. Ni siquiera nos habían dado tiempo de despedirnos, tanta crueldad era imposible. Continuaba indignado, no salí de mi casa toda esa semana.


El siguiente lunes por la mañana me había levantado con muchos ánimos, había tenido un sueño, uno en donde Tetsu estaba a mi lado, íbamos por las calles tomados de la mano y nadie decía nada. Nos miraban y la gente estaba feliz por nosotros, nadie nos juzgaba.

Estaba muy animado esa mañana, pensé en ir a su casa y sacarlo de ahí aunque sus padres lo prohibieran, ¿qué de malo podía pasar? No podía pasar de otra regañada o un rotundo "no", o al menos eso creía.

Las oportunidades siempre estaban ahí, quedaba en nosotros tomarlas o dejarlas ir. Me levanté muy temprano, me duché y esperé a que mi madre saliera a trabajar. Me vestí apresurado y con mi mejor ropa, luego de una semana de estar tirado en cama sin ganas de nada, la ducha me había caído de lo mejor.


Caminé por las calles pensando en lo que quería decirle a Tetsu, en decirle lo mucho que lo había extrañado y lo mucho que lo necesitaba. Ansiaba tanto abrazarlo y pedirle perdón, no sabía porque pero deseaba pedirle perdón. Doblé la esquina de su calle y caminé sonriente hasta la puerta de su casa. Me acerqué hasta la puerta y contuve la respiración cuando golpeé la madera un par de veces. Silencio. Volví a golpear. Nada.

Me asomé a una de las ventanas pero en ese momento una voz detrás de mi hizo que me sobresaltara y al mismo tiempo volteara.

Era Megumi, tenía una sonrisa en el rostro.


"Como le ha caído la noticia a tu madre, Hyde? Les han preparado la boda eh?"

Espetó en mi cara con un tono burlón, no contesté, de pronto el rencor que había sentido por ella en días anteriores, volvía a brotar en mi alma.

"Pero que mala suerte tienes, querido… digo… porque si te enteraste no?"

Caminó hasta el pórtico de la casa meneándose con altivez y se sentó en una de las orillas mirándome con coquetería y a la vez con una asquerosa sonrisa triunfante en la cara.

"Tu noviecito se ha mudado justamente esta mañana, se han ido, Hyde"

Sus palabras casi hacen que me cayera de rodillas. Y si…

"Se han mudado? De qué hablas?"

Podía sentir todo ese odio volver, hacia ella, hacia mi madre, hacia la vida misma. No podía ser tan injusta. Las lágrimas volvían a agolparse en mis ojos. Pero jamás lloraría frente a ella. Cerré los ojos, apretándolos. Suspiré.

"Sabes que? No importa…"

No iba a preguntarle a donde, ni por que, no me interesaba hablar con ella ni saberlo de su boca. Metí las manos en los bolsillos de mi pantalón y pasé de largo frente a ella, bajando del pórtico y caminando de regreso hacia la esquina, ella se giró a verme, hambrienta de burlarse más de mi quizás, o quizás estaba arrepentida de haberme dado así la noticia, ¿se habría compadecido de mi depresión?, pero nunca lo supe. No volteé atrás, si lo que ella decía era cierto, ya no había más que hacer. Sólo quedaría esperar a que sanara la profunda herida que ahora tenía en el corazón, me había quedado solo. Sin Tetsu. La pesadilla estaba completa.


FIN

lunes, 10 de enero de 2011

50. (final parte 1)

[visión de Tetsu.]

Ese momento en cuanto se abrió la puerta, ahora que lo recuerdo bien…pareció eterno. Como cuando ponen la escena lenta shockeante en las películas de suspenso. La mujer que en ese momento había entrado era la madre de Hyde. Nos quedamos en silencio, y entonces escuchamos el sonido que hacían sus zapatos sobre el piso; no cerró la puerta.

¿con los padres eh?, aquí se habían escapado…

Hyde abrió la boca para decir “mamá como nos encontras..” pero no alcanzó a terminar ya que la mujer se había movido con rapidez hacia donde estaba él. Lo cogió del brazo y con la otra mano sostuvo tu maleta. Su voz, ahora alterada, silenció cualquier otra palabra de Hyde. “Eso no te importa?! ¿En qué estabas pensando?!!! Me das vergüenza…

pero señora…” dije yo, despacio, con lo que solo me gané una mirada de odio de su parte. “Tu cállate”, me espetó bruscamente, y mientras salía, tironeando a Hyde, me dijo sin mirarme a la cara “agarra tus porquerías y sube al auto. ¡rápido!

Le hice caso sumisamente, y tomé mis cosas. Los seguí, con lentitud, mientras adelante una señora alterada le gritaba a su hijo una y mil cosas: “¿Cómo has podido hacerme esto?” “que dirán de ti los vecinos?” “cosas mejores de las que dicen de ti!”, le respondía hyde con valentía, sin dejarse amedrentar; como si esas situaciones de tensión las viviera casi a diario. Yo no podía comprender qué habíamos hecho, que tenía de malo, aparte de haberles mentido a nuestros partes…algo había pasado además. Y mientras me llenaba de preguntas, cerraba la puerta de la cabaña, y sin saberlo, de una parte de mi vida.

Subimos al auto rápidamente; hyde de copiloto y yo en el asiento de atrás. Desde que salimos de la casa que no volvimos a hablar con Hyde, pero intercambiábamos miradas, por lo que no era necesario las palabras. A decir verdad creo que nos daba miedo la reacción de la señora Takarai, la que por cierto dejó de lanzarnos improperios.

El viaje se hizo el más largo de mi vida….llegamos muy de tarde hacia la ciudad, directo hacia mi casa.

Ya estaba medio adormilado, por eso cuando recién vi mi casa me di cuenta que esa señora no había ido a dejarme amablemente para no dejarme solo…sino que, ¡quería hablar con mis padres! Pero no dije nada, ni hyde tampoco, porque no sabíamos que decir la verdad…pero tuve miedo…

Bajamos los tres del auto, mientras la señora takarai cerraba la fila. Toqué el timbre y esperé, por favor que no hubiera nadie. “toca otra vez” ordenó ella, como leyendo mi pensamiento, y se cruzó de brazos dándome a entender que no se iría hasta que abrieran. “tet-chan…” dijo Hyde, a lo que su mamá lo calló con un grito. El solo le devolvió una mirada furioso.

Al fin abrió la puerta mi madre. “oh chicos, vuelven antes de lo previsto?” alcanzó a decir, puesto que la mamá de Hyde apenas le dirigió la palabra y entró rápidamente empujándonos hacia adentro. Allí, en la sala de estar se encontraban mis dos hermanas, y mi padre, el que se levantó por la sorpresa. ¿qué sucede?, preguntó a lo que la madre de Hyde le respondió. “¿quiere saber que sucede? Que estos dos niños nos han engañado!”.

Hubo un silencio incómodo; mi madre envió a mis hermanas a sus habitaciones, entonces nos quedamos los 5 allí abajo…en eso el show de la señora Takarai continuó: “qué sucede? Pues sucede que estos dos nos engañaron diciendo que se irían con uno de nosotros y la verdad es que se fueron a quedar solos! En una casa de playa haciendo quizás qué cochinadas!”.

La señora hablaba rápido y con lo que parecía un ataque de histeria. Hyde la miraba con enojo, mientras que los demás con asombro. Parecía una mujer tan tranquila…bueno la verdad es que nunca la había visto tanto, nunca estaba en la casa de Hyde. ¿tanto le molestaban estas cosas?

cálmese, señora” repuso mi padre, sin alterar su tono de voz, mi madre en eso se acercó más hacia él. “¿está diciendo que mi hijo no se fue con ustedes?”, y mientras hablaba su mirada recaía en mi, y yo me moría de vergüenza.

Agaché la cabeza mientras escuchaba a la mamá de Hyde: que no, que ella ni siquiera había salido de la ciudad. Que cómo se había enterado? Por que una amiga de la familia, la ex novia de su hijo le había contado que lo había visto con otro chico muy juntos y tomados de la mano haciendo una fogata en la playa. Que luego los había seguido y tras haber confirmado que no había ningún adulto con ellos decidió llamarla porque temía por la seguridad de los chicos….

Mientras yo pensaba en esas palabras, hyde pareció haberlo captado mejor. “¡esa perra! Sabía que era la de la playa!”, exclamó de repente, confirmando todo lo dicho por su madre. Hice memoria, y entonces creí ver de nuevo la escena de nosotros esa noche en la playa, a esas chicas mirándonos. A esa chica, específicamente la que miraba a Hyde…ahora su rostro se me hacía parecido…ahora lo entendía. Tuvimos la mala suerte que justo ese día, megumi se encontrara ahí.

Es cierto Tet? Es cierto lo que dice?”, Preguntó mi padre entonces, luego de que la señora hubiese terminado de hablar. Yo no pude mirar a mi padre, pero sentía como todos, incluido hyde, me miraban. “si papá, es cierto”.

Volvió a hablar la señora: “ya me parecía extraño que estos dos estuvieran tan juntos siempre!! Quizás qué cosas hacían cuando yo no estaba en casa! Dios mio..” seguía la señora, con su lastimero discurso…”oh por dios, no sé porque mi hijo se dejó corromper por…” pero mi padre no la dejó continuar. “oiga no le permitiré que hable de esa manera de mi hijo!”. Entonces la señora Takarai se calló. Miré de reojo a Hyde, estaba sonriendo, quizás feliz de que alguien por fin hiciera callar a su madre. Mi padre continúo hablando, que los chicos no eran malos, y que ella debía tranquilizarse. Si, habíamos mentido pero…. “A mi no me interesa. El problema para mi es que tengan esas conductas…desviadas. ¡eso no me parece!” dijo la mamá de Hyde, y creo que “desviada” fue una palabra suave. Creo que todos en esa sala pensamos en palabras mucho peores.

Fue el momento en el que interrumpió hyde: “no son conductas desviadas. No tiene nada de malo. Yo quiero a Tetsu, y el me quiere. Y tú…tu no puedes cambiar nada”, le dijo con voz firme, como si nada le estuviese afectando. Mis padres y su mamá lo miraban asombrados, como sin poder creerlo. Hyde me tomó la mano y yo se la apreté, para demostrar que lo apoyaba. Era obvio que algún dia nuestros padres se enterarían, y ya que había pasado, no había nada más que hacer que seguir adelante. Solo lamenté que hubiese sido de esa manera….si megumi no nos hubiera visto….

La madre de Hyde calló, como guardándose sus palabras, y con violencia, nos tomó a ambos del brazo y nos separó: “¿Qué están haciendo?!!”, dijo con un tono de voz chillón, mientras hyde le gritaba una y otra cosa “quien te crees tu para tocarme, para decidir por mi lo que tengo que hacer??!! Y ahora porque te importa tanto lo que yo haga! Tu nunca estás cuando te necesito! No vengas ahora diciendo que te intereso, mejor ándate con tus hombres, puta!”

Una bofetada hizo que se callara al instante. Al parecer esa mujer había olvidado que nosotros estábamos ahí. Hyde la miró, mientras colocaba su mano en su mejilla, que se había puesto roja por el golpe, y la miró a los ojos, con un asomo de lágrimas. “no vuelvas a decirle eso a tu madre”, le dijo ella, un poco más calmada. “me das vergüenza hijo, tanto que he sacrificado para que seas un chico de bien, y lo primero que haces es enrollarte…con un chico! Me has decepcionado…” hyde ya no tenía ánimos de protestar. Ella lo volvió a tomar del brazo y abrió la puerta. Se dio una vuelta una vez más para dirigirse a mis padres y dijo: “deberían controlar a su hijo. Quizás que cosas hacía mientras no lo miraban.” Y antes de irse, empujó a hyde para que caminara más rápido y saliera, sin siquiera volver a mirarme, y ella se dirigió a mi: “y en cuanto a ti…no vuelvas a acercarte a mi hijo”. Y cerró la puerta.

Nos quedamos los 3 en la sala. Imaginé que la charla entre hyde y su madre continuaría en su casa, y que no sería precisamente en los mejores tonos. Yo no podía hacer nada…ni siquiera había dicho algo! Y ahora, sentía la mirada intensa de mi padre sobre mí, lo que significaba que era su turno de decirme algo. Miré a mi madre, en busca de apoyo, pero ella desvió la mirada.

Siéntate, dijo mi padre, y le obedecí. El único sonido que escuchaba era el tic-tac del reloj. Me pregunté si mis hermanas habrían escuchado algo, y si estarían escuchando ahora. Pero no quería que lo hicieran. Respiré hondo y esperé que comenzara.

Si quieres saber, no estoy molesto. Un poco asombrado por el carácter de esa señora, aunque si comparto su opinión, creo. Estoy decepcionado de ti. Creí que con tu madre te habíamos criado bien. Que te habíamos enseñado valores. Y luego viene esta señora, a contarme que tú, y ese chico amigo tuyo, se habían escapado a la playa, solos.” “y qué tiene de malo, papá? Se que mentí, y me siento muy culpable. Pero…yo quería estar con él”, interrumpí yo, armándome de valor.

Pero la verdd estaba muerto de miedo, mi padre siempre me había causado un respeto más inclinado al miedo. que me hayas mentido es lo de menos tetsu, es lo otro lo que me preocupa. ¿tu sabes lo que significa cierto? No es fácil, hijo. Quizás no lo entiendas ahora, pero más adelante…será difícil, mucha gente no está de acuerdo.” Dijo él, pero a mi que me importaba la gente? Quizás ellos no entendían. Yo quería a hyde, a nadie más, a ningún otro, solo a él. Si hubiera sido chica, me habría gustado de la misma manera! Eso es lo que no entendían ellos, y se los dije. Pero mi padre no lo comprendía. “hijo, nos preocupa como será tu futuro, será un camino más difícil” dijo mi padre, otra vez, pero lo que me llamó la atención es que en ningún momento alzó la voz. Estaba tranquilo. Mi madre, por primera vez, habló: “en que momento…que hicimos mal para que te desviaras de esta manera del camino correcto…” y se llevó una mano a la cara, creo que ella quería llorar. Yo la miré con tristeza, como no creyendo en sus palabras. “tanto les molesta? Que yo, que su hijo sea un …desviado?” ninguno de los dos habló, bajé la vista. “desde cuando que sientes esto por tu amigo, por hyde?” “desde un poco después de conocerlo papá.”. Hubo otro silencio incómodo. “no me importa lo que digan o que hagan, no va a ser que yo cambie.”

Mi padre finalizó con un “vete a tu cuarto” y la charla terminó.

Me encerré entonces y me senté al borde de la cama. No entendía porque mis padres se ponían así, sin embargo me sorprendió de que no alzara la voz en ningún momento. ¿me apoyarían? A lo mejor ahora estaban discutiendo entre ellos allá abajo. Pero no podía ser optimista. La charla me había demostrado que ellos eran tan conservadores como cualquier padre aquí en Japón, y que para ellos “lo correcto” era mucho más importante que la felicidad de su hijo.

Para mi las cosas no eran así. Sea hombre o mujer, uno tiene derecho a amar a quien le parezca. El sexo es solo una etiqueta, pues hay muchas cosas más importantes al interior de cada persona, que no tienen que ver con la apariencia. Yo…yo amaba a hyde, y defendería mis sentimientos hasta el final.

O eso pensaba.

Luego de lo que fue alrededor de una hora, se abrió la puerta y entró mi padre. Mi madre se había quedado en la puerta, observando simplemente. Sobre mi cama estaban todas las cartas que hyde me había escrito, pues las había vuelto a leer. Mi padre las miró con desaprobación, pero no las mencionó. “Pensaba decirles esto a ustedes durante la comida pero creo que tendré que cambiar los planes. Me trasladaron a francia debido a mi ascenso en el trabajo. Asi que en una semana más nos iremos hacia allá. Hasta entonces, no podrás salir de aquí, de tu casa. Y cuando estemos allá, si quieres navegar por internet será bajo mi supervisión. No podrás tener celular, a menos que sea uno que solo reciba llamadas mias o de tu madre. Así evitaremos que vuelvas a tener contacto con ese chiquillo. Irás un internado, al menos el primer año que estemos allá. Ya está todo decidido, asi que no te servirá protestar”, terminó diciendo, con lo que volví a cerrar la boca. Miré a mi madre, en busca de alguna poco de misericordia…pero ella volvió a correr la mirada. Mi padre se dio la vuelta y antes de irse y cerrar la puerta, dijo “no nos odies. Esto lo hacemos por tu bien, porque es lo mejor para ti. Ya lo entenderás”.

Cerró la puerta sin darme ocasión de responder. Me quedé impotente, en mi cama. Con una caja llena de cartas desperdigadas por la cama. ¿qué podía hacer?...no, ¿por qué no hacia nada? Por qué le tenía tanto miedo a hacer algo….realmente me iba a quedar ahí, dejando que mis padres decidieran por mi?

Soy tan joven…soy un estúpido niño que realmente está confundido. Que no sabe pelear porque quiere por que en fondo tiene miedo. Asi que sí, me quedé ahí, dejando que pasaran las horas, leyendo las cartas, todas de tiempo pasado. Cartas que me acompañarían por siempre.

A la semana siguiente tomamos el avión hacia París. No tuve ni la opción de llamar a Hyde, no pude decirle adiós.

Y mientras tomaba mis maletas y las arrastraba, miré hacia atrás, viendo por ultima vez, la ciudad en donde se quedaron mis alegrías, mis sueños, y mi infancia.

End 1



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solo falta la versión de hyde....disculpen el enorme retraso pero espero que ls guste y gracias por apoyarnos!