sábado, 14 de mayo de 2011

Epílogo

Invierno, Francia.

“Tet-chan? Pensé que nunca volvería a escucharte! ¿cómo están las cosas por allá?”

“Que cómo van las cosas, pues bien...”

Querido Ken-chan:

¿Qué cómo van las cosas? Ken-chan, es horrible…

Al llegar a parís, era invierno. Un invierno blanco, frío…no solo por la baja temperatura de europa, la gente…la gente era fría y distante. Me sentía como nunca fuera de lugar, lejos del calor…

No tengo internet, ni teléfono. Mis papás me mantienen internado en la nueva casa, como si eso pudiera apalear un poco el dolor que siento por dentro, como si eso pudiera borrar todo lo que yo había vivido…

¿Cómo iban las cosas? Ahora, mientras recuerdo la conversación, me es imposible no rememorar las emociones que sentía en esos días.

Luego de unas semanas recién pudieron encontrarme una escuela, puesto que yo no manifestaba preferencia por ninguna. Me había replegado en mi mismo.

Desorientado, dolido, triste por todo lo que había perdido, por a quién había perdido.

Solo unos meses después me permitieron hablar con contigo, cuando esos tiranos, que se hacían llamar mis padres, se dignaron a darme una alegría. Pero no es para tanto, me vigilan, de hecho no saben que te mandé esta carta.

Me llevaron al psicólogo, para que “solucionaran mi problema”, me daban charlas. Mis hermanas me miran con temor, ¿por qué nuestros padres se mostraban tan raros conmigo? Ellas no parecían, no quería entender.

Lo que más me duele es que mis padres se sientan…como decepcionados de mi, como si hubiera hecho algo malo.

Siempre serás mejor amigo. Luego del incidente, apenas pude verte. ¿Cómo los padres pueden destruir así como así una amistad de tanto tiempo? Yo no los entiendo. Pero deberíamos pensar que ellos creen que hacen lo correcto, lo que es mejor para nosotros. Aunque mejor dicho, ¿lo que la sociedad cree mejor para nosotros? ¿Qué no es solo esto una estúpida influencia de la sociedad en la que vivimos? Nuestras normas, nuestras conductas…son regidas por ella, y si me salgo, ¿es que acaso soy un desviado? ¿Es justo realmente?

Los dilemas que esto me trajo no me abandonarán nunca, y las interrogantes siempre quedarán.

Agradezco que me conozcas tanto, pues mi madre, ese día que hablamos, me vigilaba. Ella no quería que yo hablará de “él”. De el innombrable.

En eso se había convertido hyde, mi doiha-chan…en el innombrable… “y supongo que quieres saber cómo está mi madre ¿verdad?” “sí, me contabas que tenia algunos problemas, mándale saludos a la señora kitamura! La extraño mucho…”

Muy inteligente de tu parte de meterlo así a la conversación, eh?

Te quiero mucho ken-chan…ojalá a ti tampoco te pierda…

Solo y perdido,

Tet-chan.


“- Lo siento Tet-chan, aunque se que quieres saber cómo va hyde, lamento decirte que solo pude verlo unos días después que te fuiste. Las cosas tampoco fueron fáciles para él”

Nunca me había pasado, pero cuando dejas situaciones inconclusas sientes una ansiedad por dentro que no se va nunca, sobretodo cuando las cosas terminan de esta forma.

siento que te tengas que enterar así pero, no volví a verlo. Hyde se fue de la ciudad”.

***

Los años pasaron. Me volví un chico más fuerte, más frio, más distante. Y a pesar de sentirme un bloque de hielo por dentro, me entregué a la vida como si no me importara nada. Visité todos los lugares extravagantes de parís, perdí la cuenta de todas las cosas que probé, de todas las chicas que pasaron por mi cama. ¿ y lo peor de todo? Mis padres se alegraban por ello.

Fui el mejor de mi clase, el mejor de mi generación. Pero poseía aún ese halo de misterio, el que me encontraban todos. El chico extranjero, el que parece sonreir, pero esa sonrisa no llega a sus ojos, es agradable, pero extraño. Debe ser como todos los orientales, extraño. ¿extraño, yo?

Sin embargo, aprendí mucho en ese país. Europa era en general, un mundo más abierto de mente.

Y cada día que pasaba, a pesar de mis acciones, no había segundo en que no pensara en doiha-chan. En lo diferente que hubiera sido si hubiésemos nacido en un país como ese.

No, jamás lo habría olvidado.

De hecho, en ningún momento se me pasó por la mente. Para mi, el había sido lo más importante en mi vida, y me reprendía a mi mismo, una y otra vez por no haberle dicho que lo amaba. Ahora, yo era más maduro, dejaba de pensar en cosas infantiles, en sueños infantiles, pero eso no quitaba que antes no lo hubiera sentido. ¿Por qué no había podido decirlo? Esa pregunta me atenazaba cada noche el pecho, cuando cerraba los ojos y lo único que veía era a un chiquillo de cabello oscuro, cantando. Entonando una melodía que jamás volvería a escuchar.

¿Volvería a verlo? Lo ignoraba, no lo creía realmente. Pero eso mismo me daba ánimos y no sé, era lo que me impulsaba a tener esos pensamientos masoquistas, de que jamás habría nadie como él, que jamás lo olvidaría.

Quizás eso mismo es lo que me impulsó a querer volver a Japón. Donde el invierno azotaba aún más fuerte mi corazón.

Yo ya era mayor de edad, aquí y en cualquier lado del mundo. Tenía el derecho a hacer lo que yo quisiera con mi vida. Y a pesar de que desde ese día, en que llegué a parís por primera vez, me dejé manejar como una marioneta por mis padres, el día de mi graduación me rebelé por primera vez, cortando los hilos que me unían con ellos. “ustedes ya han manejado suficiente mi vida, y ahora me ven, soy una persona hecha y derecha. Pero no dejaré que decidan mi futuro, y lo que yo quiero en él es música”. ¿Cómo hubiesen sido las cosas si me hubiera rebelado antes?

Así que unas semanas más tarde, dejé todo lo que parís me podía ofrecer y volví a Japón. Porque por alguna razón necesitaba mis raíces para empezar con mi carrera. Necesitaba sentirme en mi tierra, y en cierto modo era cierto –una razón por la que mis padres finalmente decidieron dejarme ir –pero había otra más poderosa: esa sensación de que al menos, podía respirar el mismo aire que doiha-chan en ese momento.

A mi regreso, no quise retomar contacto con nada, con nada que me devolviera al pasado. Solo ken me importaba. Él, que había sido mi pilar en todos estos años, mi modelo a seguir. Estaba en 2º año de universidad, pero al verme, no lo pensó dos veces: “estaba esperando que volvieras, pequeño parisense”. Dejó la Universidad, para ser mi guitarrista.

Pero antes de empezar, necesitábamos dos miembros más, y en mi sentía la necesidad de buscar en lugares de mi ciudad, la que me vio nacer. Era ahí, lo sabía, donde quería encontrar a las personas que me acompañarían. Era ahí donde se había destrozado mi vida, y era donde pensaba volverla a hacer. Resquebrajada, pero estaría al menos unida.

Habían pasado casi 6 años…tanto tiempo desde que había dejado mi hermoso país, mi hermosa ciudad. Ahora, yo, un chico con una nueva mentalidad, más interesante (o así me sentía yo), con mi boina sobre la cabeza, entraba como todo un extraño al club donde ken me habría llevado infinitas veces, ilegalmente cuando era menor de edad.

Afuera hacia frio, pues había llegado en pleno invierno, y aunque el viento corría fuerte y había logrado calar dentro de mis huesos, adentro del lugar hacia tanto calor, gracias al tumulto de gente, que me fue inevitable despojarme de mi abrigo.

Sin embargo, fue en esos pequeños segundos, en los que le di la espalda al escenario –desde donde había parado la música, al parecer por un pequeño intermedio – para dejar mi grueso abrigo en el respaldo de la silla, cuando lo escuché.

“y para terminar…quisiera dejarles con este tema que compuse pensando en una persona muy especial…”

Y las notas comenzaron a sonar. Me quedé paralizado, como creyéndome en un sueño. No quería creer en la coincidencia, porque sino la decepción sería muy grande. Por lo que la primera estrofa y el coro de la canción los pasé de espalda, aún con miedo a girarme, a llevarme una mala sorpresa. ¿Sería el? Por mi mente pasaban a la velocidad de la luz miles de recuerdo, miles de oraciones inconexas, pero cada una con completo sentido…

"You know completely

The taste of sin

Melting sweet in your mouth

Like chocolate…”


¡Si! ¡estaba seguro que era hyde! ¡Mi doiha-chan!

Sin embargo, al darme vuelta rápidamente me llevé una sorpresa. En el escenario se veía bajo una pésima iluminación, una sombra. Guitarrista, bajista, sonaban desacoplados, cosa que no había podido notar antes, y el baterista sonaba demasiado fuerte. Más el vocalista cantaba con todas sus ganas. ¿mujer? De haber visto antes de escuchar asi lo había creído, pero era un chico el que estaba cantando, con el pelo un poco más largo, y mientras avanzaba la canción, había sacado unos anteojos oscuros de la gabardina negra que usaba para colocárselos, lo que le daba un aire aún más misterioso.


De habérselos puesto unos segundos antes, jamás lo hubiera reconocido. Esos ojos para mi, eran inconfundibles, más su apariencia, la de mi doiha-chan, hace mucho que había desaparecido de su cuerpo.

¿Hyde?

El corazón se me agitó con fuerza, la respiración se detuvo mientras sentía como si las imágenes se estuvieran enlenteciendo…semejantes a una película en cámara lenta…


Por un momento creí que me había notado, que mi mirada había sido tan intensa para que la notara. Sin embargo, no podía saberlo, pues el tenia sus ojos tras las gafas. La canción terminó sin que me diera cuenta, y mientras el público aplaudía, hyde daba las gracias por la asistencia y bajaba del escenario.

¿Ir a verlo? No sabía si hacerlo, por que no estaba seguro de nada. El había cambiado, podía notarlo. ¿Quién me aseguraba que no me hubiera olvidado?

Sin embargo, sentía la necesidad de al menos verlo, de escucharlo otra vez. Era mi oportunidad, tantos años esperándolo… ¿y alejarme como un cobarde?

De verdad quería hacerlo…a quien quería engañar, a él venía a buscar. En solo él estaba pensando cuando decidí volver. Irme en ese momento sería negarme una y otra vez lo que sentía.

Y yo lo amaba tanto… aún a pesar de tanto tiempo…

Al bajar del escenario, una gran multitud se le acercó para felicitarlo. Al parecer su banda era muy famosa en locales como este, a juzgar de la cantidad de seguidores. Hyde los saludaba con desdén, distraído. Hasta que una chica se le abalanzó al cuello y pareció que él sonreía un poco. Luego, ella lo alejó un poco para poder conversar más calmadamente.


“De modo que ya tiene a alguien..” pensé con tristeza, y sin voluntad, sin coraje ni nada. Di media vuelta.

Otra vez, se hacía presente mi debilidad. Esa, que me había arrastrado lejos de todo lo que amaba y apreciaba. Ese defecto estúpido, que al parecer no se había aminorado a través de los años.

Si, era un joven más maduro, pero seguía siendo un idiota cobarde. No pude vencerme a mi mismo.

Derrotado por mis propios fantasmas, decidí dar media vuelta y salir a la calle.

Me merecía todo lo que estaba pasando. Me lo merecía por ser un estúpido cobarde, que amando a alguien como yo decía, no había sido capaz de luchar por esa persona.

Afuera empezaban a caer pequeños copos de nieve, pero la verdad ni siquiera me fijé. Estaba preocupado, inmerso en notar como mi corazón se rodeaba por una sólida masa de hielo. Que se forjaba, helándome el pecho, causándome un dolor insoportable…

Y así…mientras daba los primeros pasos hacia un futuro incierto…


Notaba como los pequeños copos de nieve impactaban en mi cabello y mejillas…sin siquiera derretirse debido a la frialdad de mi cuerpo…

Caían poco a poco…al igual que mis lágrimas…


Te-chan?”

Súbitamente, me detuve.

Desde dentro del club, se oían estruendosos sonidos de instrumentos. De la calle principal, a varios metros llegaba el sonido de los autos circulando, a pesar de la hora que era. Sin embargo, eso poco importó pues pude escuchar esa voz perfectamente. Una voz cálida, grave. Con un tono particular, que a pesar de los años, sentía capaz de identificar en cualquier lugar.


Di la vuelta, y observé a hyde que estaba a escasos metros de mí. La puerta por la que había salido comenzó a cerrarse lentamente, opacando la música que salía del lugar. Hyde usaba la gabardina negra del show, cerrada hasta al cuello, con las manos en los bolsillos, para protegerse del frio. Pude observar que tenía los ojos delineados, y trencitas en el pelo, lo que le daba un aspecto más delicado. Pero el no mostraba nada de esa delicadeza. En él todo era fuerza. La que a mi me faltaba.

“¿te ibas de nuevo sin despedirte de mi?”

El quería sonreír, pero no podía. Y yo tampoco. “lo siento”, solo atiné a decir, pues estaba demasiado shockeado. Demasiado confundido con las emociones que nacían en mi interior. Quería hablarme más, quería saber qué había sido de su vida…sin embargo la idea de que él tuviera a alguien más…me desanimaba…

No podía soportarlo…

solo quería saber si estabas bien, y si lo estás. Yo…lo siento por haberme ido así, de que las cosas terminaran de ese modo…pero creo que ambos estamos bien, y eso es lo que importa”.

“no te vayas”, apenas susurró él, dando un paso cuando yo di el mío. Sin embargo, ya no había vuelta atrás para mi.

No tenía ganas de fingir. “no puedes irte de nuevo, no dejaré que me dejes”

¿ y para qué? Quise decirle yo, ¿si ya no me quería?

las cosas han cambiado doi…hyde.” Dije, a lo que me miró confundido. En ese momento la puerta se abrió y la chica que había visto anteriormente interrumpió la escena. Me miraba con los ojos bien abiertos, con la boca casi formando una “o”, y luego se acercó a hyde, confundida.

vete con ella mejor, debe haberte venido a buscar”

Era bonita, con un abrigo color rosa que le llegaba hasta las rodillas, y unos guantes que combinaban con su gorro, parecía no entender mis palabras, ni por qué yo la miraba de esa forma. Hyde tenía la misma expresión en su rostro.

¿por qué se hacía el que no quería entender? ¿No se da cuenta de lo duro que era para mi?

Y mientras me daba la vuelta…cerraba un capitulo que se había mantenido abierto demasiado tiempo…

¿Realmente se cerraba? ¿así lo creía?

Risas.

Oí un inicio de risas.

¿hyde?

“ay te-chan…¿no estarás pensando qué?...”

No, era la chica.

Más risas.

Me di la vuelta otra vez, y vi que hyde sonreía.

Era una sonrisa cálida, y sus ojos tenían un brillo que se me hacia conocido. La chica lo miraba también, y ambos trataban de no reir. ¿por qué?

“¿Acaso pensabas que yo era su novia?”, dijo la chica, y no pude ocultar mi sorpresa. Ella miró a hyde, y él se acercó un poco hacia mi. “veo que no la reconociste. ¿cierto que ayana-chan está muy cambiada?”

¿¿ayana???

Sí, la misma. Era la presidenta del fanclub de la banda de hyde. Su amiga de confianza ahora, en la única mujer en la que seguía confiando. Ella le había dado la fuerza para seguir adelante, luego de los sucesos que pasaron hace tanto tiempo.

Ambos iban a la misma academia. Ella para diseño de vestuario, hyde para arte. Sin embargo, este pensaba en dejarlo, pues había otra cosa que lo apasionaba más…

no puedo creer lo tonto que he sido”, Ayana se había ido dejándonos solos de nuevo. Estaba contento de verla, si. Pero en este momento era preciso solucionar otros aspectos antes, y ella los conocía bien.

La dulce, y cálida ayana.

Había cuidado a Hyde desde que..


¿en serio pensabas que podría olvidarme de ti?”, dijo hyde, un poco más cerca que antes. Pero aún los dos nos sentíamos un poco incómodos. Era tanto el tiempo que había pasado que no sabíamos como empezar.

no lo sé” contesté yo, bajando la vista. Me sentía mal de haber dudado, de haber sido inseguro. Otra vez, mi yo interno me traicionaba. Y no podía superarlo, al parecer no iba a superarlo.

eso ya no importa” dijo él, conciliador, y se acercó un poco más. “el hecho es que no lo hice. Jamás dejé de pensar en ti.”

Sus palabras borraban cada una de las manchas que se agolpaban en mi alma.

doiha-chan…siempre he confiado en ti…sin embargo…”

Soy un ser inseguro…un niño débil, manipulable.

eso ya no importa..”

Y siempre me sentiré culpable de las cosas que pasaron, pues realmente pienso de que de haber sido más fuerte, nosotros podríamos habernos evitado tanto dolor.

a pesar de todo lo que ha pasado, jamás me arrepentiré de haberte conocido. Por que…por que yo…por que te amo…y sabía que aunque estuviera tan lejos, haría lo posible para volver a ti”.

Aunque en esos momentos no pudiera ni siquiera escribirte una carta.


Hyde sonrió, de una forma sincera y cálida. Podía ver en sus ojos que él también había sufrido, que él me creía, que me comprendía.

siempre lo supe te-chan” dijo, y me sentí aliviado. Aliviado de que aún me quisiera, lo podía sentir. “y nunca dudé que te fuese a ver de nuevo. Y por eso cantaba todos los días, la misma canción, con la esperanza de que volvieras a aparecer”

Y funcionó.


¿pero sabes por que jamás dejé de creer en ello?” ¿por qué?, le pregunté yo.

por que aún tenemos una promesa que cumplir. ¿Recuerdas la montaña?

La hermosa montaña blanca se alzaba detrás de nosotros, recordándonos nuestra promesa.

Prométeme que volveremos a venir aquí…

Hyde acabó con la distancia que nos separaba y me abrazó. E ignorando que pudiera aparecer alguien, cualquier persona me besó, lo hizo como yo lo recordaba.

volvamos a la montaña…caminemos y admiremos su belleza, su inmensidad… que es solo superada por lo mucho que yo te amo…y para que volvamos a prometer, y ahora para siempre, que jamás nos volveremos a separar”

Asentí y tomé su mano fría, la que yo pretendía calentar.

Daba lo mismo si alguien salía en ese momento, daba lo mismo si alguien nos veía, no me importaba nada.

Solo me importaba calentar la mano de hyde, y también su corazón.

Y al igual que las huellas firmemente impresas en la nieve a medida que avanzábamos, quería que quedara nuestro amor y el deseo que teníamos de no separarnos jamás.

Nunca más.


END.

******

Pensamos sinceramente que No debíamos ser tan crueles y escribirles un epilogo, para al menos dejarles una sensación más cálida y reconfortante xD. No encontramos necesario meter algo más de "lemon" o "yaoi" propiamente tal, sinceramente creo que nunca fue con la linea de esta historia, y creo que para todos fue mejor así.

Quiero dar mis agradecimientos a todos nuestros lectores, sobretodo a

- Dore, por leer siempre y siempre decir algo aunque sea por msn o por donde sea.
- Las chicas del foro UC, y ahora new color, por tambien leer y emocionarse por las actualizaciones; juro que me hacía muy feliz verlas colapsar xD
- a los nombres nuevos que veía en el chat y en los comentarios. no saben la inmensa alegría que me daba leer cosas nuevas de gente que no conocía, y que les gustara nuestro trabajo.

y por ultimo, la persona más importante, a MI hyde :B, al otro auto de esta historia, por acompañarme en mis locuras, por aceptar escribir este proyecto conmigo, el que solo partió con la idea de un coso livianito para saciar mis -siempre presentes- deseos de haitsu amorsh, y que convirtió en algo muy genial.

Fueron más de 2 años, y creo que cada una de estas cartas lleva impreso en ellas una huella distinta, pues cada una fue escrita en contextos distintos; cada una en cierta manera...tiene algo de nosotros y que fue evolucionando.

Realmente, muchas gracias a todos, y en especial a ti! por ser mi amigo, por escribir conmigo, y por jamás dejar que las diferencias, que las cosas impuestas nos separen.
en cierto modo, nuestra amistad también es por correspondencia, ¿o no?

3 comentarios:

Fernando Samael dijo...

Lo somos! Fue un honor escribir contigo :3 yu nou! haha eres el único Tetsu que me cae bien hahaha :D

Fernando Samael dijo...

P.D. Me gustó muchooooo :B aunque ya te lo habia dicho hahaha

Anónimo dijo...

me emocione leyendo, les juro que hasta llore con el final de la pura emoción que me dio.
ame esta historia desde la primera ves que leí la primera carta. A demás ya no hay mucha gente que escriba Haitsu u.u asi que leer esta historia fue algo muy lindo para mi.

muchas gracias por este final hermoso

Tooru