domingo, 28 de diciembre de 2008

37

Visión de Hyde.

El domingo por la mañana me desperté muy temprano, creo que algo no me había dejado descansar. Tenía a Tetsu a mi lado, giré a mirarlo y sonreí de una manera que me pareció estúpida. Pero así era cuando se trataba de Tetsu… todo en mí se volvía lento y tonto. Era como si pensar en el y aún más verlo, me bloqueara los sentidos volviéndome un animal indefenso que solo seguía órdenes, sus órdenes. Si, a veces los demás pensaban que era un ser malo y sin sentimientos, deberían verme ahora… Me puse de pie y salí al balcón un momento, el clima estaba ligeramente frío pero mi cuerpo no lo sentía. Sin embargo, momentos después el sol estaba en lo más alto del cielo iluminando todo. Volví dentro y me recosté nuevamente al lado de mi pelirrojo. Coloqué mi rostro frente al de él y comencé a acariciar su cabello muy lentamente. Cerré los ojos y solo estuve así, disfrutando de su compañía. Al poco rato, los bonitos y alegres ojos de Tetsu se abrieron y se cruzaron con mi mirada, le sonreí, ahora era una sonrisa solo para él. Sin esperármelo me besó, lo que solo provocó un leve sonrojo y también lo besé en respuesta. “Que linda forma de dar los buenos días”

Solo segundos después golpearon la puerta y rápidamente me puse de pie y salí de la habitación, bajé las escaleras y abrí la puerta. Era mi madre, al parecer había llegado muy temprano. “Okaeri…” Susurré cuando entraba en la casa pero sin siquiera mirarme entró en esta, solo pude imitarla, la ignore, cerré la puerta y volví arriba. Cerré la puerta de la habitación y me moví apresuradamente dentro de esta. “Tenemos que vestirnos~” Alcancé a decir y tomé la ropa que llevaba el día anterior mientras Tetsu entraba en el baño. Pronto terminé de vestirme y me quedé en silencio a un lado de la puerta. Esa tarde tendría que ver a esa niña mimada y ya no podría ver a Tetsu, tal vez hasta el próximo fin de semana, eso me ponía de muy mal humor. Inmerso en mis pensamientos hasta que la puerta del baño se abrió y Tetsu salió de este. Sin pensármelo dos veces casi me tiro sobre él, tomándolo de la muñeca lo pegué contra la pared y lo besé como jamás había besado a nadie. Como si de eso dependieran los últimos segundos de mi vida. Cuando ambos nos quedamos sin aliento me separé de él muy a mi pesar. “Probablemente este será el último del día” Dije con tristeza mirándole a los ojos. Me negaba a tener que separarme de el…

Cuando estuvimos listos bajamos las escaleras, yo iba delante de Tetsu y entramos en la cocina, era hora de presentar a Tetsu con mi madre. Nos encontramos con ella de frente “Oh, buenos días, tu eres Tetsuya no?” Preguntó mi madre con una sonrisa. Tres segundos y Tetsu no respondía, volteé a verlo y vi que tenía la mirada ida, suavemente le pegué un codazo para que respondiera. Luego me reí ante su reacción y nos sentamos a la mesa. Mi madre se ofreció a prepararnos el desayuno. Cuando estuvimos sentados la primera vez que se retiró a la cocina tomé la mano de Tetsu por debajo de la mesa y jugaba con sus dedos haciéndole sonrojar. La segunda vez que mi madre se desapareció él me abrazó y por poco lo beso si no fuera porque escuchamos que mi madre volvía, solo nos miramos y nos reímos para disimular. Diciendo alguna tontería para tapar el verdadero motivo de nuestro nerviosismo.

Comenzamos a comer y comenzó la plática. Solo escuchaba que mi madre hablaba cosas que ya me sabía de memoria. Siempre salía con sus amigas y después se iban a algún bar a beber. Y como siempre no sabría si regresaría esa noche, como si no supiera ya que se va con el primer hombre que le invita un trago, pero eso solo lo pensé. Tal vez notó que como todas las mañanas, solo asentía en automático para que pensara que la escuchaba. Así que comenzó a hablar con Tetsu. “Por mi no hay problema si él quiere salir en bicicleta o jugar a la pelota. Yo lo acompañaré donde sea, señora Takarai” Dijo Te-chan con una sonrisa que incluso me compraba a mi. Desde el principio no dudé que Tetsu fuera a caerle bien a mi mamá. Ese niño tenía un encanto natural, si lo sabré yo. “Ves?… Para que quiero una novia cuando tengo a Tetsu ne?” Miré al aludido con una sonrisa traviesa mientras mi madre solo se reía ante la “broma” aunque yo sabía que en realidad ese comentario le había molestado. Poco después terminamos de desayunar y ambos nos despedimos de Tetsu. Lo llevé hasta la puerta y aproveché para abrazarlo. “No dejes de pensar en mi” Alcancé a escuchar cerca de mi oído antes de separarnos. “Ni un segundo” Contesté sonriendo apenas. No quería que se fuera. Lo vi alejarse hasta que desapareció en la esquina de la calle y suspiré hondo.

Entré en la casa, subí directamente a mi habitación y me metí a la ducha. Una hora después, más de lo debido, salí del baño y comencé a arreglarme. Cuando estuve listo miré el reloj, marcaba cuarto para las dos. “No quiero verla…” Pensé recostado en mi cama mirando al techo. Pero había quedado con ella en quince minutos así que a los pocos segundos volví a ponerme de pie y bajé las escaleras. Miré a mi madre, quien tenía una mirada llena de preguntas y precauciones. Su rostro reflejaba algo de preocupación… o algo parecido. “Me voy” Le dije, ignorando todas las dudas que tenía y sin más salí de la casa.

Caminando con pesadez llegué hasta el punto de encuentro y Mizuki ya se encontraba ahí. La vi a lo lejos y tenía una pequeña cajita con un moño en las manos, antes de llegar a donde pudiera verme me escondí en un callejón y la miré desde ahí. “Demonios si eso es para mi voy a sentirme mal…” Pensé y me quedé dentro del callejón mirando de un lado a otro. “No quiero gastar mi dinero en ella, con este dinero puedo comprarle algo a Te-chan” Decidí que haría lo posible por no sentirme mal y salí a su encuentro. Al parecer se puso muy alegre cuando me vio porque se puso de pie y casi me tira al piso. “Hide-chan! esto es para ti!!” Me gritó emocionada y tomé la cajita que ya antes había visto. “Arigato Mizuki” Dije sin ganas y con una sonrisa falsa. Pero ella pareció no notarlo, se colgó de mi brazo y comenzamos a caminar cuesta arriba. Comenzó a hablarme de muchas cosas, había hecho esto y lo otro en la semana, sus vacaciones estaban cerca, su madre había hecho un pastel y ella le había ayudado, ahora sabía hacer pasteles… Continuó hablando mientras yo solo tenía una cosa en la cabeza, o más bien una persona. Tetsu.

Fuimos a la heladería y vi el momento para enmendar mi error. Le compré un gran helado y eso pareció ponerla feliz. En parte me alegré de ello, ahora podía estar en paz con lo que me quedaba de alma. Comimos el helado en el camino, continuábamos hasta perdernos entre las calles. “A donde me llevas Mizuki?” Las calles se hacían cada vez más angostas y oscuras, y cada vez subíamos más. “Es un lugar que conocí hace poco Hide-chan” Su voz sonó un tanto peligrosa y eso me provocó un escalofrío pero sin preguntar más la seguí, o más bien me dejé llevar porque se colgaba de mi brazo y me iba jalando todo el camino. Pronto llegamos a una calle sin salida, desde unas calles abajo el lugar estaba completamente deshabitado, o eso parecía. Nos topamos con la pared. “Mizuki-chan esto no tiene salida, mejor volvemos…” Me di la vuelta para encontrarme con su mirada, sus grandes orbes café claro estaban fijas en mí. Dio un paso hacía mí y yo uno hacía atrás. “M-Mizuki? Que pasa?” Comencé a ponerme nervioso, su mirada ya no era tierna, era una mirada psicópata, hambrienta… Y cuando me di cuenta mi espalda estaba contra la pared y el cuerpo de la chica me apresaba contra esta, intentaba besarme y aunque sabía que yo era bajo de estatura, para mi buena suerte ella lo era más. La tomé de los hombros y la alejé de mí sin mucho trabajo. “Que estás haciendo??” Le pregunté tranquilamente como si no me hubiese afectado. Solo se quedó callada y con la mirada baja. Suspiré y encontré el momento perfecto para contarle lo que sucedía. Le pedí que se sentara en una de las cajas que estaban ahí e hice lo mismo sentándome frente a ella. Le conté sobre Tetsu y lo enamorado que estaba de él. A decir verdad yo mismo me sorprendí de lo que estaba diciendo sobre él. Era como si yo mismo pudiera vernos desde arriba ajeno a la situación y escucharme así me hizo darme cuenta de lo que en realidad me agobiaba tanto con Tetsu. Mizuki solo me miraba, prestándome toda su atención. Al final del relato sus ojos brillaban de una manera que me pareció aún más psicópata. “Que romántico Hide-chan” Lanzó un suspiro soñador y sin quererlo solté una risita nerviosa.

Antes de irnos le pedí que no hablara de eso con su madre y mucho menos con la mia, me prometió guardar el secreto y después de nuestra plática volvimos cuesta abajo, la llevé de la mano tranquilamente, supe que me había comprendido y de una manera retorcida parecía que le gustaba lo que acababa de contarle. La llevé a su casa y le besé en la mejilla lo cual la hizo sonrojar y poner una expresión terroríficamente tierna, la despedí y me encaminé a casa. Los faroles se iban encendiendo mientras la noche caía sobre la ciudad. Llegué a la calle en donde vivía y caminé hasta mi casa, miré la fachada que estaba en completa oscuridad. Se había largado otra vez pero que más daba, una noche más una noche menos. “Entre menos mejor” Pensé y entré a mi casa. Ya en mi habitación saqué el móvil para enviarle un mensaje a Te-chan, para mi sorpresa ya tenía uno de él. Le envié uno tambien. “Estoy en casa amor. Te extraño. Te quiero también. Besos y buenas noches. Hyde.” Me saqué la ropa y me puse ropa para dormir. Me metí a la cama colocando la cajita de Mizuki en la mesita de noche y no supe más.

lunes, 22 de diciembre de 2008

36

Visión de Tetsu.
Domingo.

Desperté sintiéndome un dormilón.
Cuando abrí los ojos, me topé con los lindos ojos de hyde mirándome, sus manos acariciaban mi cabello tranquilamente. La última vez que habíamos dormido juntos, también había sucedido así.
¿Es que acaso siempre iba a ser de la misma manera? ¿Acaso hyde pensará que soy un flojo?
Me prometí a mi mismo despertar primero la próxima vez. ... porque habría una próxima vez, no?
Como sea, lo primero que hice fue besarlo sin siquiera dejarle decir "buenos días". Al parecer, se sintió complacido puesto que me sonrió.
Que bien se sentía despertar junto a él, hace tiempo que quería volver a estar así...pero no duró mucho.
Tocaron a la puerta. Hyde se levantó como un rayo y bajó las escaleras.
Confundido, me levanté de la cama y traté de desperezarme un poco. Aproveché de mirar por la ventana, hacía un excelente día. Raro para una época como está. Un excelente día para que hyde saliera con la chica aquella...los celos me carcomían por dentro.

La puerta se abrió y hyde apareció un poco...agitado?.
"es mi mamá, llegó temprano hoy", fue lo único que dijo mientras buscaba ropa y me decía "tenemos que vestirnos~".
Hyde me había prestado algo de ropa para dormir, así que tuve que hacerle caso sin hablar mucho.
Bien, me había puesto nervioso. Fui al baño, me arreglé el cabello lo mejor que pude para parecer presentable. Quería dar una buena impresión, ya que solo podía presentarme como un amigo.
"mientras esa chica puede presentarse como lo que quiera...ahh que rabia!" Estiré mi ropa y salí al encuentro de Doiha-chan, esperaba pacientemente por mi a un lado de la puerta. Pero antes que pudiera yo salir, me agarró de la muñeca y atrapó mis labios con los suyos.
Cielos!, nunca antes me había besado de esa manera, casi quitándome el aliento.
"probablemente este será el último del día" dijo al final con tristeza acariciándome la mejilla.
Creo que me sentí un poco triste de que ya hubiera terminado nuestro momento a solas. Luego tendría que irme y volver a extrañarlo. Como siempre, como odiaba tener que irme.

Bajé las escaleras un poco nervioso, hyde iba adelante mío. Cuando por fin alcancé a asomarme, tuve que contenerme para no abrir la boca por la sorpresa.
La madre de hyde era hermosa!
Muy juvenil, usaba un vestido de un color rojo casi anaranjado, y un chaleco encima. Tenía el cabello lacio, de un color tan oscuro como el de su hijo. Y su rostro...simplemente precioso. Ahora sabía de donde hyde había sacado su encanto, jaja. Sus ojos negros y profundos se posaron en mi y me dedicó una hermosa sonrisa. “oh, buenos días, tu eres tetsuya no?”
Hyde tuvo que pegarme un codazo para que reaccionara. “llámeme tetsu…mucho gusto”. Me costaba hablar, estaba muy nervioso y la belleza de esa mujer me…intimidaba? De seguro hyde cuando creciera tendría ese mismo poder de…seducción? No lo sé. Pero ella lo hacia de forma natural. De todos modos me agradó mucho su madre, y creo que también le caía bien. Se ofreció en hacernos el desayuno a lo que aceptamos gustosos. Cada vez que ella iba a la cocina aprovechábamos con hyde de abrazarnos y tomarnos la mano debajo de la mesa, algo muy extremo por cierto. Y cada vez que su mamá volvía procedíamos a mirarnos con complicidad y hacer un comentario totalmente estúpido para no delatar el porqué estábamos tan sonrojados. Pero creo que ella no notó nada. Mientras comíamos comenzó a hablar con hyde acerca de lo que haría en la tarde, hyde respondía sin ganas. Incluso su mamá me preguntó mi opinión en cierto momento. “yo creo que…es bueno que hyde-chan salga…” hyde me miró con reproche, pero seguí hablando, “por mi no hay problema si el quiere salir en bicicleta o jugar a la pelota. Yo lo acompañaré donde sea, señora takarai”. Ella agradeció mi preocupación por su hijo y yo sonreí. Me hubiese gustado dejar en claro que no iba a dejarlo, jamás. Y que no me gustaba que hyde saliera con chicas porque yo lo quería para mi. Pero no podía decir eso!
Seguí comiendo. Sentí que la leche que tome no se hizo nada en mi boca. Como que el tiempo pasó volando mientras estábamos sentados en esa mesa redonda.
Y no me di cuenta cuando ya me estaba despidiendo. No era ni pasado el mediodía, pero Hyde tenía que ir a ver a la chica, era un compromiso. “vuelve cuando quieras!” me dijo su madre antes de despedirme con un sonoro beso en la mejilla mientras hyde me guiaba a la puerta, parecía un poco molesto. Tenía tantas ganas de quedarme con él…alcancé a abrazarlo unos segundos cuando ya estábamos en la calle, lo único que podía hacer. “no dejes de pensar en mi” le dije, una frase completamente posesiva y …suplicante. Como si sintiera que podrían arrebatarme a hyde en cualquier momento. Y por un momento me sentí culpable, porque hyde a lo mejor estaría mejor con cualquiera menos conmigo, yo no tenía porque decirle esas cosas.
Aún así sentí que esa despedida me dolía. Como todas. Pero prometí volver a verlo pronto. Luego vendría con Ayana y todo sería más fácil…¿no?.
Me alejé por la vereda caminando a paso lento. Al llegar a mi casa, Ken me estaba esperando.
Hace tiempo no le veía por lo que me puso muy feliz su visita. “ya me tenías abandonado…”soltó entre risas mientras me hacía cosquillas. Mi madre reía, si hasta parecíamos hermanos!. Ken no es precisamente un modelo a seguir pero, de alguna manera, me gustaría ser como el cuando mayor. Me animó y me tranquilizó, y me invitó a tomar un helado.
Pasamos la tarde cerca de la plaza haciendo proyectos, como formar una banda. Si, soñar no cuesta nada, pensábamos. Era algo que hace meses teníamos en mente, y ahora, técnicamente necesitábamos conocer a alguien que tocara la batería para ponernos a tocar. “pero yukki creo que sabe…si, parece que lo que vi el otro día era una baqueta” comentó Ken rascándose la cabeza. No seguimos hablando porque Ayana apareció de repente y se sentó con nosotros.
“pero que chica más tierna!”Comentaba Ken luego cuando ya volvíamos a casa. La pasamos mucho mejor ahora con Ayana. Ella no hizo ningún comentario indiscreto, ni ponía mala cara cuando hablábamos de “cosas de hombres”. Es más, siempre estaba sonriente. Eso me hizo recordar las veces que salimos Kaori, Ken y yo. Era horrible. Ella siempre ignoraba a ken, él le hacía bromas pesadas. Los dos se odiaban a muerte y los paseos terminaban siempre mal. Pero Ayana era distinta. No sé como es amiga de Kaori, y según lo que nos contó, ya no se juntaba tanto con ella, lo que me alegró. No quería que se convirtiera en alguien como ella. Y también me hizo sentir mal que Ayana quisiera ayudarme con hyde. Prometí ir de compras con ella el próximo domingo y se fue feliz.
Esa semana también nos juntaríamos con hyde y daríamos marcha a nuestro plan.
Me despedí de Ken muy a nuestro pesar y entre a mi casa. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje de texto a Hyde. Si, algo completamente estúpido sabiendo que quizás…aún estaría con esa chica, pero no me importó. Si ella leía el mensaje me importaba un rábano.
Solo era una frase, no más que eso. “te quiero Doiha-chan”.
Y tampoco pude evitar sentirme mal, de nuevo. Porque no se lo decía yo mismo cara a cara.
Cielos! Realmente me sentí muy estúpido este día.

domingo, 14 de diciembre de 2008

35

Visión de Hyde.

Los rayos del sol que entraban por la ventana me despertaron justo a tiempo. Horas antes el despertador del celular había sonado insistente pero le hice caso omiso y seguí durmiendo hasta que supuse era demasiado tarde. El silencio en toda la casa había ayudado a que perdiera toda mi mañana dormido. Vi el reloj y ya pasaba de medio día, todavía tardé un poco en desperezarme y levantarme de la cama, entré al baño y comencé a arreglarme para ver a Tetsu. Una hora después bajé al comedor y en el centro de la mesa había una nota de mi madre junto a una caja de comida congelada. Puse ambas en el bote de la basura y comencé a limpiar un poco. Rápidamente salí a la tienda y compré cosas para cocinar algo rico para Tetsu.

Llegó más o menos media hora después, todo hubiera quedado mejor si no me hubiese quedado dormido. Aún así me dio tiempo de cocinar y hacer que la casa no se viera tan desordenada. Cuando escuché el timbre extrañamente me puse algo nervioso, abrí la puerta y al verlo solo pude sonreír. Se veía demasiado lindo, simplemente con verlo me sentí tan feliz. Él tiene algo que me encanta y me vuelve loco, al ser tan diferentes es como si me complementara. Aunque suene absurdo, incluso el que tengamos diferentes gustos en los colores que usamos, eso me hace sentir completo… Supongo que es normal… Lo llevé al sillón y sin pensármelo dos segundos lo besé. Lo besé como si no fuese a verlo de nuevo, lo necesitaba tanto…

Estuvimos largo rato besándonos, sintiendo nuestros cuerpos estremecerse por cada caricia. Mis manos se deslizaban por su espalda… no quería soltarlo… “Te extrañé” Susurramos al mismo tiempo y nos reímos, separándonos. Ambos sonrojados. Entonces sentí en mi pantalón la pequeña cajita que había estado guardando para mi Te-chan. Le pedí que cerrara los ojos sentándome frente a frente con él. Dijo que le gustaba mirarme, su expresión y la forma en que lo había dicho me hicieron sonrojarme y al final accedió. Lo miré durante unos segundos embelezado, me parecía demasiado bello para ser real. Rocé apenas su mejilla con mi mano y lo besé tranquilamente sin poder contenerme, mientras lo besaba abrí la cajita y saqué el collar. Rodeé con mis manos su cuello acomodando el pequeño obsequio plateado. Dejé de besarlo acercándome por sobre su hombro para abrocharlo y cuando lo hube puesto me separé de el. “La última vez no tuve tiempo de entregártela…espero que te guste” Le dije sonriendo ampliamente. Su sonrisa se ensanchó también y se iluminó su rostro. Le había gustado y eso me había hecho muy feliz. Nos besamos una vez más y dijo que también tenía algo para mí. Me sorprendí un poco, no esperaba nada pero me puse ansioso. Me tomó la mano y deslizó un hermoso anillo con una piedra negra. Abrí la boca para decir algo pero no pude decir nada. Estaba sorprendido, era perfecto. Lo toque una y otra vez. Miraba mi mano y luego a Tetsu. No podía controlar como me sentía en ese momento. Me lancé sobre el tirándolo sobre el sillón y lo besé nuevamente repetidas veces hasta que sentí que me faltaba el aire y me separé de él completamente sonrojado, suspiré y Tetsu rió.

Lo invité a comer, se sorprendió un poco cuando le dije que había cocinado para él. Creo que al principio no lo creyó. Pero después dijo que cocinaba muy bien. Claro eso ya lo sabía jajaja. Después de comer subimos a mi habitación a estudiar álgebra. Yo quería hacer tantas cosas, pero estudiar álgebra no era una de las principales, aún así obedecí a Tetsu.

De todas formas me distraía con cualquier pensamiento que se me cruzara en la mente. Era como que tenía millones de cosas en la cabeza, menos binomios al cubo. Había dibujado inconscientemente garabatos en el cuaderno, de todo, menos números. Si hacía un esfuerzo podría concentrarme, pero entonces miraba a Tetsu y me daban ganas de besarlo. Hasta cierto punto era cómico, porque lo atacaba cada tanto mientras él me hablaba de X y Y… De repente me vino a la mente que el día siguiente tendría que ver a Mizuki y me queje dejándome caer sobre el cuaderno lleno de garabatos. No tenía ganas de verla después de estar con Tetsu, un día tan perfecto iba a ser arruinado por una tarde aburrida con esa chica. Pero bueno, no tenía que juzgar antes de tiempo… Estaba pensando en eso, sin mirar siquiera el ejercicio que me había puesto Te-chan cuando él habló. “¿Sabes? Ayana me dijo que podría hacerse pasar por tu novia para que tu mamá te dejara tranquilo” Me levanté rápidamente, eso no se me había ocurrido. Que otra chica se hiciera pasar por mi novia. Me explicó el plan que él y Ayana habían hecho. Asentí y estuve de acuerdo con todo aunque no me gustara del todo “Sería mucho mejor si mi madre aceptara lo que siento…” Mi tono no era triste, era más bien de reproche e irónico a la vez. Me enojaba a veces que mi madre fuera así. Tetsu me abrazó y eso me reconfortó.

Más tarde le pedí a Te-chan que se quedara conmigo. Mi madre no iba a llegar de nuevo esa noche y no quería quedarme solo. Era deprimente estar solo en la casa. No encontraba nada que hacer, y no me quedaba otra opción que hacer mis deberes. Eso hizo reír a Tetsu. Llamó a su casa y lo dejaron quedarse conmigo. Le salté encima y lo besé repetidamente hasta tirarlo en la cama. Su celular volvió a sonar y eso no me gustó al principio. Cuando supe que era Ken me tranquilicé y me quedé a su lado abrazándolo como un niño pequeño. Escuché que Tetsu rió y colgó. Lo abracé y le quité el celular colocándolo en la mesita a un lado de la cama. Me quedé a su lado un buen rato recostado sobre su pecho, escuchando los latidos de tu corazón. “Serás un gran músico Te-chan, incluso tu corazón tiene un buen ritmo jaja” Me incorporé y lo besé una vez más.

Nos preparamos para ir a la cama, ya en esta, nos cubrimos bien con las sábanas. El frío del invierno cercano se pronunciaba más por las noches. Lo atraje, abrazándolo a mi lado. Pegándolo a mi cuerpo. Esta noche no sería fría como las anteriores, ahora tenía ese alguien que semanas atrás había vuelto a desear en mi cama, a mi lado… “Buenas noches” Me pidió que lo besara, le dije que no era necesario que lo pidiera y lo besé por última vez en ese día. Pronto nos quedamos profundamente dormidos. Esa noche me pareció eterna… Y así quería que siguiera… Tetsu me brindaba una felicidad inexplicable… Pero la verdad era que no buscaba explicarla. Solo quería vivirla. Me estaba enamorando como un idiota, de eso no había duda alguna…

domingo, 7 de diciembre de 2008

34

Visión de Tetsu.

Era un esplendido día sábado.
Un poco más frío de lo normal, indicando que cada vez estaba más cerca el invierno. Bueno…no tanto, aun faltaban…algunas semanas? Pero faltaban más que para mi cumpleaños. En fin….divago.
Hoy voy a casa de Hyde otra vez.
Termine los deberes en casa y salí prácticamente corriendo.
No avancé dos cuadras y ya estaba cansado, creo que estaba muy acelerado. Pero como aún faltaban algunas horas por sobre la fijada con Hyde, decidí calmarme –cosa que me cuesta demasiado- y caminar fijándome en el paisaje.
Llevaba mi cámara fotográfica y me entretuve capturando con el lente las hojas cayendo, algunos pájaros bañándose en una fuente, el algodón de azúcar dejado caer accidentalmente por un niño. Todas esas fotos tenían en común algo: tenían mucho color.
Me gusta mucho el color de las cosas.

De pronto recordé que no llevaba nada para darle a Hyde y me sentí pésimo. El siempre me cantaba, me leía algo…y yo? que diablos hacía? Por fortuna estaba pasando por una feria, y corrí de puesto en puesto buscando algo que regalarle. Pero no había nada que me agradase. Nada era suficientemente bueno para Hyde.
Al final encontré un anillo con una piedra negra, y en el centro tenía la estrella de David. Me imaginé como se vería en la mano de Hyde, y satisfecho por el resultado, lo compré.
Luego eché a correr de nuevo.

Cuando llegué a casa de Hyde, él estaba solo. Me pregunto porque su mamá sale tanto…a veces pienso que no debería dejar tanto tiempo solo a su hijo. De todos modos no me molestó que no estuviera, así podíamos estar a solas.
Nos sentamos en el sillón de la sala. Ni siquiera nos dimos tiempo de hacer las típicas preguntas de “como te ha ido” cuando ya estábamos besándonos sin dejar siquiera tomar aire. Fue como si los dos nos complementáramos, como si no pudiésemos pasar mucho tiempo separados. Incluso había olvidado lo mucho que me gustaba el sabor de sus labios y lo mucho que me gustaba abrazarlo.

Estuvimos largo rato haciendo nada más que estar juntos, regalándonos caricias el uno al otro, disfrutando de su cercanía. “te extrañé” susurramos al mismo tiempo y nos reímos. Jaja era gracioso que hasta pensáramos lo mismo.
“Tengo una sorpresa para ti”, dijo al tiempo que me pedía que cerrara los ojos. Lo miré confundido por su petición. ¿Qué acaso no sabia lo que me encantaban sus profundos y oscuros ojos? No quería cerrar los míos porque eso significaría dejar de mirarlo. “Pero me gusta mirarte doiha-chan”
Lo último que vi antes de cerrar los ojos fue su rostro levemente sonrojado y una sonrisa complacida en su rostro. Luego sentí como posaba sus labios sobre los míos.

Dejé que me besara hasta que al fin pude reaccionar y calmar un poco el latido acelerado de mi corazón, entonces le correspondí y sentí sus brazos rodear mi cuello…pero de una manera distinta. Sentí como un pequeño y frío objeto se deslizaba hacia mi cuello. Me separé de Hyde para tomar entre mis manos un curioso collar que el había colocado en mi cuello mientras me besaba. Era precioso, tenía una nota musical muy linda.
“la última vez no tuve tiempo de entregártela…espero que te guste”. Estaba sonrojado mientras acariciaba mi mejilla con una mano. Le agradecí llenándolo de besos. De veras que me había encantado!
“yo también te tengo algo!” dije con entusiasmo buscando entre mis bolsillos. Hyde me miró con una ceja levantada, de seguro no se esperaba nada. Tomé su mano entre las mías y deslicé el magnífico anillo en su dedo. Le quedaba perfecto.
Vi como su cara se transformaba en una de sorpresa, y luego se le dibujó una sonrisa de alegría. “Cielos! Esto es genial! Eres el mejor te-chan!” dijo al tiempo que se tocaba una y otra vez la mano y el anillo. Luego se lanzó sobre mi repitiendo “gracias” una y otra vez mientras unía sus labios con los míos. Nuestros cuerpos estaban muy juntos, tanto así que cuando su cuerpo rozaba el mío me hacia suspirar…no tardamos en apartarnos muy sonrojados.

Luego de comer subimos al cuarto de Hyde. Le ayudé a estudiar álgebra, con algunas dificultades. ¡Hyde no se concentra nunca! Pero es un buen alumno y aprende con rapidez. La tarde se pasó divertida.
“no quiero ver a mizuki mañana…” Hyde jugaba con su lápiz, otra vez haciendo cualquier cosa menos resolver el último ejercicio de la tarde. Yo estaba a su lado mirando como su cuaderno estaba lleno de toda clase de garabatos.
Recordé lo que la mamá de Hyde quería para él…y me sentí celoso, de nuevo.
Entonces una idea que me habían dicho antes se me vino a la mente.

Hace unos días, habíamos estado estudiando con Ayana en mi casa, y ella por casualidad, había encontrado la penúltima carta que Hyde me había escrito entre mis cuadernos. Y la leyó pensando que eran apuntes de la clase. ¡Deberían haber visto su cara!. Y la mía…me sonrojé al ver su cara. “oh Tetsu…” fue lo único que dijo.
Pero resultó para mejor. Ayana me dio sus consejos. Me encantó como se tomó todo, ella es una excelente amiga!

“sabes? Ayana me dijo que podría hacerse pasar por tu novia para que tu mamá te dejara tranquilo”.
Hyde me miró sorprendido. “que? como?” y tuve que explicarle todo el plan que teníamos. Al final pareció aceptarlo, después de todo era muy bueno.
“pero estás seguro te-chan?” y asentí porque yo confiaba en ayana, y si esto era lo mejor para Hyde, entonces estaría bien.

Ya era tarde. La mamá de Hyde no llegaría hasta el domingo. “quédate conmigo por favor…” pidió Hyde. No me gusta que esté solo tanto tiempo…así que llamé a mi casa para decir que no volvería a dormir.
Luego Ken me llamó para regañarme. “Quería ir a tu casa hoy a molestarte pero veo que te secuestraron…le daré tarea extra a ese enano”
Sonreí y dejé que Hyde me rodeara con sus brazos y dejara el celular sobre su mesita.

Dormimos como la última vez que yo había estado ahí. Pero fue diferente. Ahora no estábamos nerviosos. Podía tomar libremente la mano de Hyde y entrelazarla con la mía y estar muy cerca de su rostro sin que nuestros latidos se dispararan sin control. Y pude pedirle que me besara al decir “buenas noches” como siempre había querido. Realmente no quería que fuera mañana. Quería seguir durmiendo para siempre junto a él.
Estoy enamorado…mucho…

jueves, 4 de diciembre de 2008

33

Te-chan:

Me encantaría que vinieras a estudiar a mi casa, todo sería más fácil si fuéramos compañeros de curso… Con Ken me va bien, si me deja bastante tarea pero me gusta. La próxima vez que te vea tocaré una canción para ti. ¡Quiero verte ya!
Ayer Mizuki fue a verme al colegio, ella es la chica de la que te hablé. Me llevó el almuerzo, fue extraño. No se como decirle que no me interesa.
Pero tendré que hacerlo pronto. Tampoco quiero hacerla sentir mal…

Pero cambiando de tema.
Me gustaría conocer a Ayana. Si dices que tienen muchas cosas en común, debe ser una chica agradable. Me gusta de alguna manera que ella esté contigo.
No la conozco aún pero no me parece una amenaza. Me gustaría decirle que te cuide, hazlo por mi jajaja. Espero poder conocerla pronto.

Se acerca el fin de semana y parece que veré a Mizuki hasta el domingo. Le diré de una vez como está todo. No se ve que sea una mala chica por eso no quiero que se ilusione.
Tal vez si le cuento como están las cosas, comprenda y como amiga no la rechazaría jeje…
Por eso, espero poder verte el sábado. ¿Estás libre? Te tengo una sorpresa. Olvidé dártela ese día en tu casa, ya sabes por la emoción.

Te llamaré en un rato, aún estoy en clase de literatura. Y me tengo que aprender un poema… No se me dificulta pero aún no decido cuál aprenderme…
Piensa en mi ¿si Te-chan? Y cuando tengas esta carta entre tus manos, llámame enseguida para saber si podré verte el sábado. Escuchar tu voz me hará bien… ya voy a apurarme, creo que decidí cual diré frente a la clase… Uno de los tantos que he escrito, a mis compañeros les gusta como escribo, eso me agrada.
Algunos me han dicho que también les gusta como canto. Eso me desconcierta porque no soy del tipo que se la pasa cantando en el colegio. Pero tal vez alguna vez me escucharon. En fin… ¿sabes algo? La verdad es que solo he cantado para ti…

Ya no se ni como hacer para dejar de pensarte Te-chan, no es que me moleste.
Si no que no me puedo concentrar en nada. Me estoy muriendo por verte, no sabes las veces que he tenido ganas de besarte y abrazarte. Ese día en tu habitación me hiciste revivir de una pesadilla de incertidumbres y dudas.
Y ahora que tengo todo claro, me da coraje no poder estar contigo. Ahora que sé que te quiero a mi lado y no quiero alejarme de ti nunca…
Estos días he estado escribiendo más de lo normal, y todo lo hago pensando en ti. Ven a verme… onegai… te necesito como no tienes una idea…
Necesito de tu calor Te-chan…

“…Conoces completamente
el sabor del pecado
derritiéndose dulcemente en tu boca
como chocolate…”


Te extraña,
Hyde