jueves, 16 de abril de 2009

42

Visión de Tetsu.
Hoy es mi cumpleaños nº 16.
Como hyde lo planificó, pasé toda la noche desvelado, desde que me mandó ese mensaje a las 12. A la medianoche en punto.
Ahora, estaba semi-enrollado en la cama, con unas ligeras ojeras que presentía que tenía en mi cara, pero con una sonrisa.
“Hoy voy a verte…”
No podía dejar de pensar en hyde más que en otra cosa. Mi mamá comenzó a golpear la puerta de mi alcoba tempranísimo, pero no me moví.
“Hijo, estás despierto?. Quiero saludarte, feliz cumpleaños” …”Onni-chan abre la puerta! Lia-chan quiere mostrarte el regalo que te hizo”.
No emití ningún ruido y esperé que pensaran que seguía dormido y se marcharan.
Quería que hyde fuera el primero que me saludara. ¿Por qué me sentía así de repente?
Debo estar muy enamorado, ¿no creen?

Como a las 10 y un poco más escuché que sonaba el timbre de la casa. Adiviné de quién podía tratarse y me levanté como un rayo para mirar por la ventana de mi habitación. En efecto, hyde estaba delante de la puerta esperando que le abrieran. Di media vuelta, me coloqué zapatos y abrí la puerta de mi cuarto rápidamente antes de que mi hermana terminara de decir “hyde vino a salu…-“. Pasé corriendo frente de ella, casi me caigo por las escaleras y me pego en la cabeza pero no me importó.

En 10 segundos como máximo estaba viendo la cara de hyde y lo estaba abrazando. “Doiha-chan!”, exclamé al saltar sobre él y casi tirarlo al piso. “Hola, feliz cumpleaños”, dijo hyde cuando ya me separé un poco y pude verlo sonreír. “soy el primero verdad?” preguntó cuando ya me separé de él, y con un mudo asentimiento de cabeza le contesté que si. Entonces le vi sonreír una vez más y ….ahh, tenía tantas ganas de besarlo…
La verdad no me importaba la cara de extrañeza de mi madre y mis hermanas, ni que fuera super temprano y que yo estuviera en pijama…
“oh, sigo en pijama!” exclamé ruborizándome. Hyde solo se río y me siguió mientras subíamos las escaleras a mi cuarto. “el desayuno estará en media hora”, fue lo último que escuchamos antes de cerrar la puerta.

Cuando estuvimos solos…
Ok. Me sentí como un idiota. La verdad hubiese preferido haber estado levantado hace mucho. La cama estaba deshecha, había un par de calcetines sobre una silla, y yo…yo, despeinado sin siquiera la cara lavada y con mi pijama de color naranjo pálido, casi rosa. Quizás que estaba pensando Hyde de mi ahora, sentado sobre mi cama, mirándome. Yo seguía estático. “Me…me voy a vestir enseguida…no tardo”, le dije mientras pasaba a su lado, pero el me detuvo tomándome el brazo. “noo…espera un poco…”
Me hizo sentar a su lado, con una muda petición en sus ojos. El se veía lindo, perfecto como siempre. Vestido de negro como sé que le gusta, y una cadenita de plata alrededor del cuello. La mano que puso sobre mi rostro, tenía el anillo que le había regalado entre sus dedos.
Me besó con delicadeza, como hace mucho yo esperaba que hiciera.
Hasta ese momento no me había dado cuenta lo mucho que lo extrañaba. Lo abracé con posesión negándome a soltarlo y apartar sus labios de los míos. “te extrañé mucho”, susurró, mientras me empujaba un poco hacia atrás quedando encima de mi. La ropa de cama estaba desordenada y una almohada me molestaba en la espalda, pero de verdad que no me importaba. Tampoco me importó que se me estuviera subiendo un poco la parte de arriba de mi pijama –la edad…estoy creciendo. – permitiendo que hyde tocara mi estómago y me hiciera sonrojar. Aunque si dependiera de mi, ojalá que toda la ropa desapareciera pronto y dejara de incomodar.

Me sentí pleno, realmente sentía que si muriera en ese momento, lo haría feliz. Porque estaba con hyde, mi doihachan, solo para mí, tan cerca mío que hasta podía sentir su corazón.
Pero como no podía durar, el sonido de la puerta nos hizo separarnos completamente rojos uno del otro.
“¿Por qué cierras la puerta con pestillo?...como sea, vengan a desayunar, se enfría! Tetsu, Hyde, me oyen?”.
“Si madre, ya vamos”, respondí calmando mi respiración poco a poco mientras veía a mi hyde. Tenía el pelo desordenado y la ropa arrugada. Sonreímos con malicia y nos reímos. “y eso que aun no te doy tu regalo de cumpleaños!” dijo hyde mientras yo al fin comenzaba a vestirme.

Cuando terminé colocarme ropa decente, bajamos sin levantar ni una sola sospecha ante mi familia.
Mi papá ya había despertado y saludó a hyde muy alegremente.
Para mi sorpresa, mi desayuno favorito había sido preparado. Definitivamente el día había partido bien. Hyde a mi lado y un trozo de tarta de fresa al otro…¿Qué más podía pedir?
Una llamada de Ken.
Cuando terminamos de comer, subimos de nuevo y mi celular estaba sonando. Ken-chan me deseó un feliz cumpleaños y prometió llegar a la hora. Ken siempre llegaba tarde a mis cumpleaños.

El resto de la mañana la pasé abrazadito a hyde mientras escuchábamos el disco que yukki me había comprado hace unos días. “Tiene buen ritmo…es de lo nuevo de este año” Comenté con los ojos cerrados. Pero me daba la impresión que hyde no le prestaba mucha atención. Ni yo tampoco. Él estaba muy concentrado acariciando mi mano y besándome en el pelo; y yo, estaba refugiado en su pecho y escuchaba el latido de su corazón, que me parecía la melodía más perfecta del mundo.
Melodía que fue interrumpida por el teléfono.
Acudí a contestar, era Kaori. “ka…kaori-chan.”.
“Solo llamaba para desearte un feliz cumpleaños. Espero que lo pases muy bien”. La verdad no me esperaba nada de eso. Según yo, kaori me odiaba; pero al parecer no era así y me sentí un poco mejor.

Su llamada me dejó con una leve sensación en el estómago que solo se disipó cuando miré la expresión recelosa de hyde. ¿Qué era eso en su mirada? Me estaba interrogando; quería saber porqué me había llamado mi ex novia. “Era para saludar” contesté sin expresión, aunque yo sé que el notó algo extraño…Ok! Lo admito, no me fue indiferente su llamada…
Me gustaría que Kaori fuera mi amiga de nuevo…en fin. Las horas pasaron, Hyde soportaba con gran paciencia el capitulo 35 de evangelion –es mi cumpleaños, ok? –cuando sonó mi celular otra vez. Ahora era Ken, avisando que llegaría con Yukki y Ayana en unos minutos. “así que dejen de hacer lo que sea que hacen a escondidas y ábrannos”. Me reí mucho antes de colgar, hyde me veía de nuevo con expresión de querer entender. “¿Me das un beso?”, pregunté con mi carita más inocente y esperé que se acercara…

El cumpleaños fue lo máximo. Ken me abrazó hasta casi asfixiarme, me cantó con su “agradable” voz el cumpleaños feliz versión rock, se comió la mitad del pastel de cumpleaños –como siempre -, e hizo sonrojar a Ayana más de una vez con sus comentarios. Pero a pesar de todo, lo pasamos bien. Ayana me regaló una bufanda que había tejido ella misma. “Ahora que se acerca el invierno…para que te abrigues bien”, comentó muy apegada a hyde.
A ninguno de los dos se les hacía fácil. A Ayana le costaba mucho aparentar ser la novia de hyde; incluso no podía tomar su mano. Y con hyde bueno, nos costaba mucho permanecer sin siquiera mirarnos. Creo que de todo, fue lo más difícil de sobrellevar.
El secreto.

Odiaba tanto eso. Detesta fingir que hyde era un “gran amigo” y nada más. Me gustaría…me gustaría mucho salir a pasear con él, tomarle la mano, sin que nadie nos dijera nada. Pero no se podía. Jaja, fue gracioso cuando Ayana se abalanzó sobre hyde al llegar, y Ken y yukki se sorprendieron mucho. Lógico, ellos no sabían nada del plan. “¿son novios?”.

Yukki…resultó que tenía muchas cosas en común con hyde y se la pasaron gran parte del tiempo hablando juntos. Me alegré, todos mis amigos estaban unidos y eso me hacía feliz. Yukki trajo unos dulces deliciosos…¿Cómo dijo que eran? ¿Árabes? Algo así. Pero sabían deliciosos…yo creo que solo porque era mi cumpleaños los demás no comieron tantos y dejaron que yo los terminara todos. Son los mejores amigos que podría haber encontrado.

Después de un rato, con el estómago lleno, Ken y Hyde tocaron una canción. Era simple pero melodiosa y hermosa, y era difícil no reírse con las caras que ponía Ken cuando se concentraba en la guitarra.
La voz de hyde sonaba…increíble. Y aunque la letra solo demostraba cariño de amigos y todo eso, no pude evitar sonrojarme…porque no dejó de verme con esos oscuros ojos durante toda la interpretación.

Hacia el final del día, Ayana se excusó diciendo que debía llegar temprano a casa y yukki dijo que la acompañaría. A mis hermanas y madre les pareció extraño que no fuera hyde, el novio, quien la llevara a su casa, a lo que yukki respondió diciendo “vivimos cerca”. Gran alivio!.
De modo que solo quedamos Ken, Hyde y yo. Jugamos a las cartas, hasta que Ken notó la mirada asesina de hyde…”está bien, me iré…los dejaré solos eh”. De nuevo me reí, Ken-chan sonaba muy gracioso!. Pero estaba bien; estaba anocheciendo y Hyde presionaba para que lo acompañara a algún lugar. “no se preocupe señora, lo traeré sano y salvo”, dijo hyde a mi mamá y tomamos mi bicicleta.

Dejé que Hyde manejara mientras yo iba detrás de él. “¿Dónde vamos?” pregunté, aun sabiendo que no me diría hasta que me revelara la “sorpresa”. Apenas hablamos. Estaba haciendo un poco de frío y el viento me pegaba en la cara. Cuando paramos, Hyde me ofreció su chaqueta y yo me sonrojé. ¿Por qué soy tan débil? ¿Porqué él es tan lindo conmigo?
Estábamos en una cima desde donde se podía ver la zona más baja de la ciudad. Era un lugar desconocido para mí, con mucho pasto y uno que otro árbol. Nos acercamos al límite y observamos todo a nuestro alrededor, el cielo ya estaba salpicado con unas cuantas estrellas.
“¿Te gusta?”, preguntó con una sonrisa, a la que yo respondí con lo mismo. ¡Como no iba a gustarme! Las alturas…las estrellas, eran cosas que me fascinaban. Definitivamente Hyde sabía como hacerme feliz. Y como si fuera poco, “te tengo que dar mi regalo también”. Entonces se arrodilló y tomó mi mano, deslizando un pequeño y simple anillo de plata. ¡Estaba completamente sonrojado!
Estoy convencido que el amor hace que la gente haga cosas que parecen ridículas si uno lo piensa bien…pero no me importa. Debía tener un significado simbólico, o algo así que por la emoción no quise descifrar. Solo noté que dentro de él, había una fecha. Y como olvidarla; la fecha de la primera carta que enviamos.
Se podría decir que fue…romántico, no? El anillo era una joya de plata sin ningún adorno, que calzó perfectamente en mi dedo y que yo amé con todo el corazón. Tanto así que me abalancé sobre hyde para agradecerle y ambos rodamos cuesta abajo.

Quedamos llenos de pasto y nos reímos.
Contemplamos el cielo, lleno de estrellas, mientras hyde tomaba mi mano. Una vez más, me sonrojé. “¿ahora me contarás tu sueño?”, pregunté con curiosidad mirándolo. “Ah?, mi sueño?...eh…estábamos juntos…en un lugar…que era muy lindo…”. Esta vez fue él quien se sonrojó, y entre balbuceos logré más o menos entender de lo que trataba.

“Te quiero”, le sonreí cuando ya estábamos a punto de marcharnos. “ha sido el mejor y más perfecto cumpleaños de toda mi vida. ”.
¿Un poco exagerado no creen?
“Y así serán de ahora en adelante Te-chan”, contestó él. Y finalizó con un beso que procuré fuera el más dulce de todo el día.