sábado, 9 de enero de 2010

46

Llegaron las tan esperadas vacaciones. Un período de descanso y relajación, pero también para ver a Hyde. Lo necesitaba con desesperación.
No sé como Hyde consiguió la cabaña de su tío. "le dije algo así como "voy a llevar una chica, tu sabes" y me entregó en seguida las llaves, puedes creerlo?" Luego Hyde le dijo a su mamá que yo lo había invitado al campo de vacaciones unos días. Me pareció que Hyde podría decir cualquier cosa y todo el mundo le creería. Quizás era por ese…encanto que tenía, no lo sé. Pero yo no lo tenía, de eso era seguro.
Estaba un poco nervioso, nunca les había mentido a mis padres, pero al final salió todo bien. Les dije a los míos que con Hyde iríamos a la playa...con su madre. Que ella nos había invitado. Le dejé números de teléfono y todo. Me sentía con ganas de correr riesgos, o eso me hizo pensar el hecho de que estuviéramos a punto de irnos con Hyde a la playa, solos.
¡Que emoción!
Nos encontramos en la estación de buses a primera hora en la mañana. No llevábamos muchas cosas, solo lo necesario y algo de dinero. Tardaríamos un par de horas en llegar; y aunque el viaje en bus no fue muy cómodo, me entretuve mirando por la ventana los distintos paisajes que iban apareciendo. Cuando al fin divisé el mar por poco suelto una exclamación asi como "Kawaii~~!" ¿Hyde se avergonzaría de mi actitud infantil? Pero no podía evitarlo. El mar, su potente color azul, su tranquilidad...la espuma...¿llevaba mi cámara? Esperaba que sí. No hacía tanto calor, y corría una suave brisa. Podríamos sacar muy buenas fotografías, pasear y no sentir ni un calor agobiante ni un frío repentino.
Donde nos quedaríamos estaba cerca de la orilla, junto a otras casas, un poco en altura. La fachada era blanco invierno, que contrastaba con el celeste del cielo. Las ventanas eran circulares, y también había un balcón, desde donde uno podía observar a lo lejos el mar y también la arena. Apenas entré, recorrí toda la estancia, fascinado. "doiha-chan, mira! es demasiado peque y acogedora, me encanta!" Claro, Hyde ya había pasado varias vacaciones en esa casa, por lo que no se mostraba tan sorprendido como yo. Dentro donde estaba la salita de estar, había una alfombra de piel y sobre ella, una mesita de cristal con varios adornos. Dos sillones la rodeaban, y había unas largas lámparas de pie. También había unos cuadros del tipo impresionista decorando la pared, por lo que pensé que el tío de Hyde debía de ser amante del arte.
Había una cocina del tipo americana, con un microondas, una nevera, toda de color blanco. Se veía bonito todo, porque la cabaña por dentro tenía las paredes de madera pero el suelo era de cerámica. Había tres habitaciones y un baño. Me gustó mucho. Estaba muy feliz.
Pero lo que más me gustó era el hecho de que íbamos a estar solos unos días, sin tener que preocuparnos de que alguien nos viera. Me abalancé sobre Hyde, lo abracé y lo besé, quería transmitirle mi alegría. "¿Qué es lo que haremos primero?"
Nos separamos y Hyde me llevó hasta el sillón. "Ya vas a ver, espérame aquí, ponte cómodo", con un beso fugaz se levantó, dirigiéndose a la cocina. Se oía mucho ruido desde allí, y mientras miraba la televisión, no podía evitar dirigir mi vista cada tanto hacia la puerta de la cocina para saber qué diantres hacia mi doiha-chan. Cuando abrió la puerta, sentí un olor a carne...¿sería estofado lo que estaba cocinando? Como sea, el se veía delicioso con delantal! "Solo esperemos un poco más", dijo mientras se sentaba a mi lado y pasaba su brazo sobre mis hombros.
"Por la noche vamos a la playa si?", propuse mientras lo abrazaba por la cintura y colocando la cabeza sobre su pecho, qué cómodo. El asintió y me besó. Luego se paró corriendo a ver la cocina. Volvió a salir para colocar la mesa, yo solo me dediqué a mirar su ir y venir, con una sonrisa. Me encantaba que Hyde cocinara para mí, pero no me gustaba no hacer nada. Fui a la cocina por si podía ayudar en algo, pero el me tranquilizó con una sonrisa. "Casi termino", me entregó un par de vasos con jugo de...manzana! era mi favorito.
Una vez terminado todo, Hyde sacó la silla y me la ofreció de una forma cómicamente caballerosa. No podíamos aguantar la risa por ese gesto. "Su cena está lista", dijo guiñando el ojo mientras se sentaba enfrente a mi. "Hyde esto huele delicioso”, y de seguro sabía mucho mejor, pensé mientras tomaba el tenedor y picaba la comida, llevándome trozos pequeños la boca. Y como siempre, Hyde esperaba ansioso mi primera reacción. Quise aumentar la tensión, puesto que mastiqué despacio sin decir nada por un momento... ¿se preocupó doiha?
Estaba delicioso, como era de esperarse. Sonreí y probé un poco más."Rico!" vi como su expresión se relajaba y comimos en silencio. ¿Que importa si no mantuvimos una conversación larga? Me bastaba con tenerlo ahí, en frente, sonriéndome cuando yo lo hacía...se sentía realmente bien.
Pero basta de comida! ahora lo que quería hacer era ir a ver el mar. Dejamos las maletas en la habitación y empezamos el descenso. Fue lento, pero bonito porque estábamos rodeados de árboles. Y como no había gente pudimos hacer la mayor parte del trayecto tomados de la mano, ¿qué mejor? Al sentir por fin la arena bajo nuestros pies no tuvimos que decir nada para correr al mar. ¡Y a divertirse! El agua estaba muy fría, pero pronto se pasó. A hyde lo derribó una ola, incorporándose a duras penas, y no pude más que reírme a carcajadas. . “jaja, esa Ola era más grande que tú, quedaste todo mojado!”, aunque a Hyde no le causaba mucha gracia. “ah si? Ya verás”, se lanzó encima de mí por lo que quedamos completamente empapados.
Hicimos guerra de agua, encontramos una estrella de mar. Luego caminamos por la orilla hasta unas rocas, y nos dedicamos a mirar unos momentos simplemente como las olas chocaban con la superficie rocosa. Hyde quería traer su guitarra y tocar acompañado del sonido del mar, pero no lo dejé por que era peligroso.
Al caer la tarde, no había mucha gente en la playa, por lo que casi era para nosotros solamente. No nos dimos cuenta cuando el cielo comenzaba a teñirse de rojo y violeta y que habíamos pasado toda la tarde jugando a orillas del mar. El castillo de arena que habíamos hecho estaba destruido, un niño lo había pisado por accidente. Era hora de regresar.
Nos secamos y cambiamos de ropa. Mientras Hyde preparaba algo para comer (me encanta que cocine!), Salí a tomar algunas fotografías del atardecer. Me pregunté si nos quedaríamos despiertos hasta que amaneciera también.
“¿y haciendo qué?”, me pregunté.

Trajimos películas por montón. De hecho, habíamos planificado lo que íbamos a hacer. Ir al pueblo cercano, bajar a la playa a recolectar especies marinas, ver películas hasta vomitar, figuraban como actividades. Aunque no contábamos con que: uno, íbamos a pasar la mayor parte del tiempo besándonos (la adolescencia, ya saben…) y dos, estábamos tan cansados por haber jugado todo el día que ya no quedaban energías para cartas, o películas, o comida.

Lo último que recuerdo antes de quedarme dormido es a Hyde besándome por milésima vez la mejilla antes de dirigir su vista nuevamente al televisor.
Esa noche, tuve muchos sueños dulces. Y en todos aparecía Doiha-chan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

nyuuuu estaba esperando desde el año pasado actualización me emocione mucho cuando vi en twitter que ya había una y me encanto....espero la visión de Hyde

Tooru

+YakuM.O+ dijo...

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gracias por continuar!!!! de veras
esta muy bonito el fic... me lo leo una i otra vez... se diria q puedo pasar un examen de la historia y sacar 20!!! xD [20/20]

bueno... etto... yo queria preguntar si podria postear su fic en un foro????????????
claro con los creditos y todo y link al blog...
seria de a poquitos

por fas!!!!!! de todos modos gracias muchas gracias por regalarnos esta linda historia!!!! *3*